Después de haber estado en varios otros zoológicos en el pasado, Little Rock Zoo realmente no coincide. No es mi menos favorito, pero definitivamente hay zoológicos mucho más grandes, mejores y mejor pensados en todo el país. Dicho esto, no es un mal pequeño zoológico. El diseño podría ser un poco mejor, pero hay mucha sombra mientras se camina, muchos bancos para descansar y muchas áreas de observación. Nos decepcionó la cantidad de áreas que estaban o parecían vacías, pero eso puede deberse a las altas temperaturas y a los animales que prefieren regresar al interior y fuera del calor. Definitivamente no haremos una membresía de zoológico, como lo hemos hecho en el pasado en otros zoológicos en los que hemos vivido cerca, ya que no hay suficiente para que deseemos visitarlo con frecuencia. Pero como un lugar para visitar una vez al año o cada dos años, está bien. Y si consideras que el propósito de un zoológico es más proteger a los animales y crear conciencia, entonces este zoológico cumple con las expectativas.
Un consejo: evite por completo el «café» y vaya a buscar algo del camión de pastel de embudo / perro de maíz estacionado al lado de Animal Farm. El menú de la cafetería es hamburguesas, perritos calientes y papas fritas (literalmente, un puñado de papas fritas en la canasta con su sándwich), y no es bueno en absoluto. Tratábamos de comer todo lo que podíamos, ya que cada «combo» cuesta $10 y odiábamos tirar el dinero, pero la comida no era buena. Cuando salimos por las otras puertas y vimos el puesto de pastel de embudo, todos gemimos. Podríamos haber disfrutado de perros de maíz y pasteles de embudo en lugar de ahogarnos con la comida del café.