
En torno de una mesa de cantina,
una noche de invierno,
regocijadamente departían
seis alegres bohemios.
Los ecos de sus risas escapaban
y de aquel barrio quieto
iban a interrumpir el imponente
y profundo silencio.
El humo de olorosos cigarrillos
en espirales se elevaba al cielo,
simbolizando al resolverse en nada,
la vida de los sueños.
Pero en todos los labios había risas,
inspiración en todos los cerebros,
y, repartidas en la mesa, copas
pletóricas de ron, whisky o ajenjo.
Era curioso ver aquel conjunto,
aquel grupo bohemio,
del que brotaba la palabra chusca,
la que vierte veneno,
lo mismo que, melosa y delicada,
la música de un verso.
A cada nueva libación, las penas
hallábanse más lejos del grupo,
y nueva inspiración llegaba
a todos los cerebros,
con el idilio roto que venía
en alas del recuerdo.
Olvidaba decir que aquella noche,
aquel grupo bohemio
celebraba entre risas, libaciones,
chascarrillos y versos,
la agonía de un año que amarguras
dejó en todos los pechos,
y la llegada, consecuencia lógica,
del “Feliz Año Nuevo”…
Una voz varonil dijo de pronto:
-Las doce, compañeros;
Digamos el “requiéscat” por el año
que ha pasado a formar entre los muertos.
¡Brindemos por el año que comienza!
Porque nos traiga ensueños;
porque no sea su equipaje un cúmulo
de amargos desconsuelos…
-Brindo, dijo otra voz, por la esperanza
que a la vida nos lanza,
de vencer los rigores del destino,
por la esperanza, nuestra dulce amiga,
que las penas mitiga
y convierte en vergel nuestro camino.
Brindo porque ya hubiese a mi existencia
puesto fin con violencia
esgrimiendo en mi frente mi venganza;
si en mi cielo de tul limpio y divino
no alumbrara mi sino
una pálida estrella: Mi esperanza.
-¡Bravo! Dijeron todos, inspirado
esta noche has estado
y hablaste bueno, breve y sustancioso.
El turno es de Raúl; alce su copa
Y brinde por… Europa,
Ya que su extranjerismo es delicioso…
-Bebo y brindo, clamó el interpelado;
brindo por mi pasado,
que fue de luz, de amor y de alegría,
y en el que hubo mujeres seductoras
y frentes soñadoras
que se juntaron con la frente mía…
Brindo por el ayer que en la amargura
que hoy cubre de negrura
mi corazón, esparce sus consuelos
trayendo hasta mi mente las dulzuras
de goces, de ternuras,
de dichas, de deliquios, de desvelos.
-Yo brindo, dijo Juan, porque en mi mente
brote un torrente
de inspiración divina y seductora,
porque vibre en las cuerdas de mi lira
el verso que suspira,
que sonríe, que canta y que enamora.
Brindo porque mis versos cual saetas
Lleguen hasta las grietas
Formadas de metal y de granito
Del corazón de la mujer ingrata
Que a desdenes me mata…
¡pero que tiene un cuerpo muy bonito!
Porque a su corazón llegue mi canto,
porque enjuguen mi llanto
sus manos que me causan embelesos;
porque con creces mi pasión me pague…
¡vamos!, porque me embriague
con el divino néctar de sus besos.
Siguió la tempestad de frases vanas,
de aquellas tan humanas
que hallan en todas partes acomodo,
y en cada frase de entusiasmo ardiente,
hubo ovación creciente,
y libaciones y reír y todo.
Se brindó por la Patria, por las flores,
por los castos amores
que hacen un valladar de una ventana,
y por esas pasiones voluptuosas
que el fango del placer llena de rosas
y hacen de la mujer la cortesana.
Sólo faltaba un brindis, el de Arturo.
El del bohemio puro,
De noble corazón y gran cabeza;
Aquél que sin ambages declaraba
Que solo ambicionaba
Robarle inspiración a la tristeza.
Por todos estrechado, alzó la copa
Frente a la alegre tropa
Desbordante de risas y de contento;
Los inundó en la luz de una mirada,
Sacudió su melena alborotada
Y dijo así, con inspirado acento:
-Brindo por la mujer, mas no por ésa
en la que halláis consuelo en la tristeza,
rescoldo del placer ¡desventurados!;
no por esa que os brinda sus hechizos
cuando besáis sus rizos
artificiosamente perfumados.
Yo no brindo por ella, compañeros,
siento por esta vez no complaceros.
Brindo por la mujer, pero por una,
por la que me brindó sus embelesos
y me envolvió en sus besos:
por la mujer que me arrulló en la cuna.
Por la mujer que me enseño de niño
lo que vale el cariño
exquisito, profundo y verdadero;
por la mujer que me arrulló en sus brazos
y que me dio en pedazos,
uno por uno, el corazón entero.
¡Por mi Madre! Bohemios, por la anciana
que piensa en el mañana
como en algo muy dulce y muy deseado,
porque sueña tal vez, que mi destino
me señala el camino
por el que volveré pronto a su lado.
Por la anciana adorada y bendecida,
por la que con su sangre me dio vida,
y ternura y cariño;
por la que fue la luz del alma mía,
y lloró de alegría,
sintiendo mi cabeza en su corpiño.
Por esa brindo yo, dejad que llore,
que en lágrimas desflore
esta pena letal que me asesina;
dejad que brinde por mi madre ausente,
por la que llora y siente
que mi ausencia es un fuego que calcina.
Por la anciana infeliz que sufre y llora
y que del cielo implora
que vuelva yo muy pronto a estar con ella;
por mi Madre, bohemios, que es dulzura
vertida en mi amargura
y en esta noche de mi vida, estrella…
El bohemio calló; ningún acento
profanó el sentimiento
nacido del dolor y la ternura,
y pareció que sobre aquel ambiente
flotaba inmensamente
un poema de amor y de amargura.
This poem is very famous around the world (at least in latino countries). I remember when I was growing up, we use to gather around the radio to listen to its broadcast every New Year’s Eve at the hit of midnight. It was written by Guillermo Aguirre Fierro in 1915. From there it has become a tradition of this night and to this date, it still being broadcast. It is really beautiful. Here is both versions (english and spanish). Although translating a poem into another language is a task, the essence of the same it still intact
A Bohemian Toast
Around a cantina table
on a winter’s night
rejoicefully were sharing
six happy bohemians
The echos of their laughter were escaping
and, from that quiet town
they were going to interrupt the imposing
and profund silence
The smoke of aromatic cigarettes
in spirals was raising to the sky
symbolizing, as it dissipated into nothing
the life of dreams … the dreams of life
I neglected to tell you, in that evening
this bohemian group
among laughter and sorrow, were celebrating
the happy arrival of the new year
Suddenly, a manly voice said
It is Midnight, comrades
Let us all toast for the year
that has become part of the Dead
Let us toast to the year that starts
May it brings us sweet dreams
not sour grief
Let us toast this time to the hope
that Life throws at us and the pains alleviate
I toast that, in my existence
already riddled with violence and vengeance
if, in my heaven, from yours – clean and divine
would shine but
a star … my hope
I drink and toast to my past,
which was of light, of love, and happiness,
and in which the gorgeous foreheads
of seductive ladies
had joined mine
I toast to Yesterday that, with sorrow
today covers with darkness my poor heart
scatters its comfort
bringing into my mind the sweetness
of joy, of tenderness, of good fortune, and concerns
I toast that in my mind
sprout a torrent of divine inspiration,
that the chords of my lyre vibrate
the verse that yearns, sings, and fall in love
I toast that my verses
reach the center of the woman that I love
for that with interest my passion pays off
for that I get intoxicated with the nectar of her kisses
Continued the barrage of meaningless phrases
of those so human
and, after each phrase of ardent enthusiasm
applause would grow
They toasted to the Motherland, to the flowers
to the chaste loves and to heated passions
that fill with roses the mud of pleasure
Only one toast was missing, Arturo’s
the pure bohemian of noble heart
he stated that he only wanted
to steal the inspiration from Sadness
And this way he spoke, with inspired intensity
I toast to the woman, yet not to the one
in which you find solace in sadness
not to the one that gives us her charms
when you kiss her soft and scented curls
I do not toast to her … No, comrades
Sorry that this time I don’t please you
I toast to the woman, but only to one
to the one that offered me delights
and engulfed me with her kisses
I toast to the woman that tucked me in the crib
I toast to the woman that taught me from childhood
the value of profound and truthful love
I toast to the woman who cuddled me in her arms
and that bit by bit gave me her entire heart
To that golden and blessed old lady
that with her blood she offered me life
to the one that was the light of my soul
today I toast to my Mother, to my darling Mother
To that sad old woman that lives and cries
and to Heavens implores that I return
to my Mother, bohemians, who is the sweetness
poured into my sorrow and, in this night, a star
who wishes that I soon be with her
The bohemian became silent
and not a word spoiled the sentiment
born from pain and tenderness
and it appeared that, over that atmosphere,
was immensely floating …
A Poem of Love and Sorrow
El Brindis Del Bohemio
En torno de una mesa de cantina
una noche de invierno
regocijadamente departían
seis alegres bohemios
Los ecos de sus risas escapaban
y de aquel barrio quieto
iban a interrumpir el imponente
y profundo silencio
El humo de olorosos cigarillos
en espirales se elevaba al cielo
simbolizando al revolverse en nada
la vida de los sueños … los sueños de la vida
Olvidaba decir que aquella noche
aquel grupo bohemio
celebraba entre risas y amarguras
la llegada feliz del año nuevo
Una voz varonil dijo de pronto
las Doce, compañeros
Digamos el brindis por el año
que ha pasado a formar entre los muertos
Brindemos por el año que comienza
porque nos traiga ensueños
no amargos desconsuelos
Brindemos esta vez por la esperanza
que a la vida nos lanza y las penas mitigan
Brindo porque hubiese a mi existencia
ya puesto fin por violencia y por venganza
si en mi cielo de tu limpio y divino
no alumbrara mi sino
una estrella … mi esperanza
Bebo y brindo por mi pasado
que fue de luz, de amor y de alegría
y en el que hubo mujeres seductoras
y frentes soñadoras
que se juntaron con la frente mía
Brindo por el ayer que en la amargura
hoy cubre de negrura mi pobre corazón
esparce sus consuelos
trayendo hacia mi mente las dulzuras
de goces, de ternuras, de dichas y desvelos
Brindo porque en mi mente
brote un torrente de inspiración divina
porque vibre en las cuerdas de mi lira
el verso que suspira, que canta y enamora
Brindo porque mis versos
lleguen al centro de la mujer que quiero
porque con creces mi pasión me pague
porque me embriague con el néctar de sus besos
Siguió la tempestad de frases vanas
de aquellas tan humanas
y en cada frase de entusiasmo ardiente
hubo aplauso creciente
Brindaron por la Patria, por las flores
por los castos amores y por las pasiones voluptuosas
que, al fango del placer, llena de rosas
Sólo faltaba un brindis, el de Arturo
el del bohemio puro, de noble corazón
declaraba que sólo ambicionaba
robarle inspiración a la tristeza
Y dijo así, con inspirado acento
Brindo por la mujer, mas no por esa
en la que hallas consuelo en la tristeza,
no por la que nos brinda sus hechizos
cuando besas sus rizos, suaves y perfumados
Yo no brindo por ella … No, compañeros
siento por esta vez no complaceros
Brindo por la mujer, pero por una
por la que me brindó embelesos
y me envolvió en sus besos
brindo por la mujer que me arrulló en la cuna
Brindo por la mujer que me enseñó de niño
lo que vale el cariño profundo y verdadero
Brindo por la mujer que me arrulló en sus brazos
y que me dió en pedazos el corazón entero
Por la anciana dorada y bendicida,
por la que con su sangre me brindó la vida
por la que fue la luz del alma mía
hoy brindo por mi Madre, por mi Madre querida
Por la anciana infeliz que vive y llora
y que del cielo implora que vuelva
por mi Madre, bohemios, que es dulzura
vertida en mi amargura y en esta noche, estrella
que yo vuelva muy pronto ha estar con ella
El bohemio calló
y ningún acento profanó el sentimiento
nacido del dolor y la ternura
y pareció que sobre aquel ambiente
flotaba inmensamente …
Un Poema de Amor y de Amargura
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