
¿Qué se considera bullying?
El bullying o acaso consiste en cualquier tipo de comportamiento que implique maltrato de tipo físico, psicológico, verbal o social de una persona o un grupo de personas hacia otra.
Las formas más comunes de este tipo de maltrato son:
- Agresiones físicas: los acosadores usan la violencia física para someter a la víctima y humillarla. Esto puede ir desde empujones y pellizcos hasta puñetazos, patadas, golpes con objetos…
- Agresiones psicológicas y emocionales: en este caso, los acosadores se burlan del acosado, son crueles, le ridiculizan, intimidan, amenazan o le faltan al respeto. También obligan al acosado a hacer algo en contra de su voluntad. El objetivo es causar un miedo profundo a la víctima. Estas agresiones son menos visibles que las físicas, pero pueden ser igual o más dañinas.
- Exclusión social: este tipo de acoso se refiere al aislamiento y marginación de la víctima. Para ello, se le impide formar parte de en actividades grupales (como juegos, equipos, celebraciones…) y se ignora su presencia de forma constante (lo que se conoce como «hacer el vacío»).
- Acoso sexual: en este tipo de bullying, el acosador vulnera el bien jurídico de la libertad e indemnidad sexual de la persona acosada. Puede darse en diferentes entornos (laboral, escolar…) y lo más común es que el acosador solicite favores de naturaleza sexual, haga comentarios sexuales o sobre el cuerpo de la persona acosada, etc.
- Ciberbullying: este acoso es el más novedoso, pues aparece a raíz de las nuevas tecnologías (internet, redes sociales, juegos en línea, etc). El ciberbullying consiste en acosar de forma verbal, psicológica y emocional mediante estas plataformas. Por ejemplo, puede ser con la creación de perfiles sociales falsos para criticar o ridiculizar a la víctima, comentar de forma ofensiva en sus perfiles sociales, enviar mensajes engañosos o con amenazas, insultos, etc., difundir imágenes comprometidas…
Como ves, son muchas las formas que hay de hacer bullying. Además, los acosadores suelen ejercer más de una forma de bullying a la vez, lo que aumenta, todavía más, la angustia y la situación extrema de la víctima.
Bullying psicológico o emocional
El bullying psicológico o emocional es aquel que no implica agresiones físicas. Por lo tanto, podemos incluir las agresiones psicológicas o emocionales, la exclusión social, parte del acoso sexual y, también, el ciberbullying. Se dan en la mayoría de ocasiones en el ámbito escolar.
Existen muchos tipos de acoso escolar. Habitualmente, los acosadores masculinos suelen realizar agresiones físicas. En ocasiones, en las escuelas, colegios e institutos, el bullying psicológico suele ser ejercido por compañeras sobre otras compañeras.
El aumento de víctimas de acoso escolar femenino es un hecho, con cada vez más chicas como agresoras. Detectar el bullying psicológico en estas edades es fundamental, y no dejarlo pasar, por mucho que sólo parezcan bromas insultantes y repetidas.
Por otro lado, entre las últimas tendencias de acoso se incluye el bullying homófobo, haciendo referencias malentencionadas a partes íntimas del cuerpo, intimidación, persecución, gestos obscenos…
Por tanto, el bullying psicólogico no es físico, es principalmente verbal y social. No deja marcas físicas, pero sí una baja autoestima, que suele tardar años en recuperarse. Se da sobre todo en la niñez y en la adolescencia, y por eso la formación del profesorado para detectar el bullying es importantísima. Unas simples burlas pueden terminar en amenazas, un simple apodo puede terminar en la difusión de un bulo, una simple gracia puede terminar en una broma insultante…
¿En qué consiste el Bullying psicológico?
El bullying psicológico se puede dar de muchas formas, dependiendo de factores como el entorno en el que ocurra o la relación que tienen las personas implicadas.
Las formas más habituales de bullying psicológico, aunque no las únicas, son:
- Bullying escolar: el acoso escolar psicológico puede ejercerlo una persona o un grupo de personas. Se da, sobre todo, en el entorno escolar, pero puede suceder en otros entornos en los que el agresor y la víctima coincidan. Este tipo de acoso acaba causando que el menor tenga miedo a ir al colegio, empeore su rendimiento escolar, se aísle socialmente de sus compañeros, tenga reacciones violentas (verbales y físicas) con sus seres queridos y que presente síntomas como pérdida de apetito, problemas para dormir y bajo estado de ánimo. Todo ello puede conllevar a situaciones muy complicadas con depresiones e intentos de suicidio.
- Bullying en la pareja: el maltrato psicológico en la pareja suele pasar más desapercibido y, en muchas ocasiones, ni la propia víctima es consciente de que lo está sufriendo. En este tipo de maltrato, el acosador tiene una conducta perversa y destructiva hacia su pareja, normalmente en desigualdad de condiciones. Se trata de una relación asimétrica, donde uno abusa de su poder y trata de anular a la otra persona con manipulación. Las consecuencias de este tipo de maltrato psicológico son muy graves y pueden acabar causando depresión, desestructuración psíquica y ruptura del equilibrio emocional de la víctima.
- Mobbing: el acoso laboral es el que se produce dentro del entorno laboral, como su nombre indica. Las conductas de acoso más habituales en este entorno, además de algunas de las que se han comentado en otros casos, son el menosprecio constante del trabajo hecho por la víctima, pedirle que haga más trabajo del que puede soportar o que haga trabajos que suponen un riesgo para su salud, etc. Como resultado de este acoso, la víctima puede acabar teniendo problemas de salud como estrés, ansiedad, pérdida de autoestima o depresión.
Tratamiento para el bullying psicológico en Sevilla
El tratamiento para el bullying psicológico va a depender de factores como el entorno en el que ocurra, si la víctima es menor o mayor de edad o las personas involucradas, entre otros. En cualquier caso, lo importante es que sepas que hay muchos profesionales, asociaciones y servicios públicos que pueden ayudarte en esta situación.
En nuestra Avannza Psicología en Sevilla, podemos ayudarte a tratar las secuelas del bullying y a recuperar tu calidad de vida. También podemos ayudar a los familiares y al entorno, para que la recuperación de la víctima vaya acompañada del apoyo de sus seres queridos.
Ponte en contacto con nosotros si crees que tú o alguien de tu entorno está sufriendo bullying psicológico e intentaremos ayudarte.
¿Qué es el bullying emocional?
El bullying emocional, también conocido como bullying psicológico, es una de las formas de bullying más complejas y difíciles de detectar, ya que muchas veces tiende a ser manifestado a espaldas de la víctima, dado que su objetivo es menospreciar, humillar y discriminar a una persona o individuo, evitando que se integre a algún grupo y, de esta manera, creando inseguridad y baja autoestima en la víctima.
Características de quien padece del bullying emocional
Muchas veces es difícil detectar el bullying emocional o cualquier tipo de acoso, ya que las víctimas suelen estar amenazadas y estos les ocasiona mucho temor, pero existen indicadores que pueden mostrar una conducta diferente que ha cambiado y, de esta manera, se puede notar tanto en la escuela como en casa, por ejemplo estas víctimas:
- Suelen estar tristes, retraídos y deprimidos.
- Suelen padecer ansiedad e inseguridad.
- No participan en clase y su rendimiento se deteriora.
- No concilian el sueño y si lo hacen suelen tener pesadillas.
- No quieren regresar al lugar donde saben que pueden encontrar a la persona que los hostiga.
- La victima suele tener una personalidad pasiva y tímida.
- Recibe constantes amenazas de parte del agresor para no ser delatado.
- La victima desarrolla miedo, que es evidenciado al ver a su agresor.
- Suelen callar o guardar silencio, es decir, no comentan el problema con nadie.
- Suelen cambiar de estado de ánimo de manera drástica.
Causas del bullying emocional
Tal como se ha mencionado, el bullying de este tipo consiste en una serie de conductas que son abusivas y se expresan en formas de actos, escritos, palabras e incluso gestos que hacen daño a la persona que lo sufre.
Las causas del bullying emocional pueden variar, sin embargo, entre las más comunes se encuentran los sentimientos de envidia y de celos que los acosadores sienten hacia las víctimas.
En otros casos, se trata de que la víctima tiene una característica diferente, tal como la clase social o la raza, y esto genera el bullying emocional.
Es llamativo que entre las causas del bullying emocional también se encuentren los factores ambientales, como cuando la víctima no se deja someter al acoso y este se incrementa por parte del acosador.
Es importante remarcar que el bullying puede tener repercusiones no solo a corto plazo sino también a largo plazo, tal como en la vida adulta, y que las secuelas que puede dejar afectan tremendamente la calidad de vida de la víctima, por lo que es importante reconocer cuáles son las causas directas de esta situación.
Consecuencias del bullying emocional
Debido a que el bullying es una representación amplia de actitudes dirigidas a reducir el autoestima de la víctima aumentando sus miedos e inseguridades, puede traer consigo muchas consecuencias, tales como:
- Baja autoestima.
- Problemas psicológicos.
- Desarrollo de una personalidad insegura.
- Deficiencia en la adquisición de aprendizaje.
Entre las heridas que genera el bullying en el adulto se encuentran las siguientes:
Las víctimas de este tipo de acoso no siempre pueden socializar de forma fácil, por ello en la vida adulta prefieren dedicarse a actividades en solitario, ya que no confían en las personas. Algunos individuos incluso pueden llegar a padecer de fobia social.
Estrés
El estrés es otra constante, pues los niños que han estado sometidos durante largos periodos a este tipo de abuso suelen sufrir un desgaste emocional y no siempre pueden regresar a sentirse libres de estrés cuando son adultos.
Ansiedad generalizada
Es una de las secuelas más comunes que llegan a padecer los adultos que de niños han sido víctima de abuso. Este tipo de ansiedad, además, suele ser difícil de tratar, ya que la persona generalmente aprende a controlarla por medio de sustancias, por lo que se tratan dos problemas al mismo tiempo.
Baja autoestima
Este es otro de los síntomas más comunes en las personas que han sufrido de acoso cuando eran pequeños, pues pueden concluir que son inferiores a los demás, lo cual es una idea errónea, pero aunque el acoso haya terminado, el sentimiento puede persistir y ameritar ayuda psicológica para superarlo.
Depresión
Este es otro de los signos más frecuentes que se pueden evidenciar en las personas que han sufrido abusos cuando pequeños y que puede aparecer incluso en la vida adulta, ya que arrastran con esos sentimientos hasta la etapa de la adultez, es por ello que si un maestro o un padre logra identificar que un niño está siento víctima de bullying o acoso psicológico, tome las medidas pertinentes de inmediato.