Coma vocativa

Cuando aparece un vocativo después de palabras como gracias, felicidades, hola, adiós o bienvenido, se escribe siempre entre comas: «Gracias, maestro», en vez de «Gracias maestro».

En los medios de comunicación es habitual encontrar frases en las que el vocativo no está entre comas: «Felicidades campeones» o «Adiós libro de papel; sé bienvenido libro electrónico», donde campeones, libro de papel y libro electrónico son vocativos.

En este sentido, la Ortografía de la lengua española señala que vocativo es «la palabra o grupo de palabras que se refieren al interlocutor y se emplean para llamarlo o dirigirse a él de forma explícita». Además, respecto a la puntuación, señala que «se escriben siempre entre comas, incluso cuando los enunciados son muy breves, como en estructuras del tipo No, señor; Sí, mujer».

Así pues, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir «Felicidades, campeones» y «Adiós, libro de papel; sé bienvenido, libro electrónico».

Esto mismo afecta, por cierto, a los encabezamientos de cartas o mensajes electrónicos, en los que lo apropiado es escribir «Hola, Ana:», «Buenos días, compañeros:», en lugar de «Hola Ana:» o «Buenos días compañeros:», pues Ana y compañeros son en estos casos vocativos.

Distintas serían frases como «Felicidades a los campeones» y «Adiós al libro de papel, hola al libro electrónico», en las que el hablante no se dirige directamente a los campeones ni al libro, sino que los menciona en tercera persona. En ellas, estas mismas palabras dejan de ser vocativos y, por tanto, no se escriben entre comas.

 

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La coma del vocativo, o coma vocativa, es uno de los errores más frecuentes cometidos al escribir. Podríamos decir que es la otra cara de la moneda de la coma asesina o criminal.

Hoy vamos a aprender qué es el vocativo y por qué hay que separarlo con comas.

Tomemos de ejemplo la siguiente noticia, cuyo titular es:

La madre de una víctima del Arena: «Sr. Viñals es usted un hijo de puta».

Sin entrar en apreciaciones personales, vemos que tenemos un error. Efectivamente, «Sr. Viñals» debería haber ido separado del resto de la oración mediante una coma.

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¿Por qué? Veámoslo…

¿Sujeto o vocativo?

En primer lugar, tendríamos que aclarar de qué estamos tratando. Más de uno tendrá la tentación de decir que «Sr. Viñals» es el sujeto de la oración y, como dijimos en su momento, el sujeto no se separa de su verbo (salvo casos concretos). Desde este momento podemos asegurar que no es el sujeto, que es «usted».

¿Atributo, pues? Tampoco: el atributo es «un hijo de puta».

¿Qué es, entonces, «Sr. Viñals»? Los más tradicionales lo llamarán «vocativo», mientras que otros le dirán «apóstrofe», «apelación», etc. En cualquier caso, no merece la pena profundizar en un conflicto meramente terminológico.

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¿Qué es el vocativo?

Para aprender un poco más al respecto, consultemos lo que dice la Sintaxis del latín clásico respecto al vocativo:

La definición y naturaleza de este caso han sido objeto de discusión desde los gramáticos antiguos. En general, se acepta que su contenido es el de apelación (propio para llamar o recabar la atención de una persona, para realizar una invocación, etc.) […]. Desde una postura estructural […] se considera el vocativo como el nombre en el plano de la actuación (funciones impresiva y expresiva del lenguaje), de manera que cumple así un papel similar al del imperativo en la órbita verbal.

[…] Parece claro que el vocativo no presenta problemas para su identificación formal como caso: la presencia de una marca especial de entonación ha hecho innecesaria una diferenciación morfológica.

¿Y por qué es necesaria la coma del vocativo?

El último párrafo citado habla, claro está, de la morfosintaxis latina; en cualquier caso, podemos aprovechar esa explicación. Efectivamente, la presencia de una marca especial de entonación ⁠—⁠es decir, que cuando hablamos hay un tonillo característico⁠—⁠ se representa en el plano escrito mediante una coma, en cualquier lengua.

También marca la coma el hecho de que esté fuera de la sintaxis oracional, aunque esto parece algo más avanzado.

Recapitulando, podemos concluir que el vocativo se separa siempre mediante comas, tanto de lo que va antes como de lo que va después. Citando a Cicerón, podemos poner estos célebres ejemplos:

¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?

Catilina, ¿hasta cuándo abusarás de nuestra paciencia?

¿Hasta cuándo abusarás de nuestra paciencia, Catilina?

Como ves, la coma del vocativo no es ningún capricho y, de hecho, puede salvar vidas, pues no es lo mismo «vamos a comer niños» que «vamos a comer, niños».

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Últimas palabras y conclusión

La coma vocativa es totalmente obligatoria e inexcusable. De hecho, diría que es una buena línea divisoria entre los que tienen un buen dominio de la sintaxis y la puntuación y los que no.

El conflicto está en que a veces es un poco difícil distinguir el vocativo del sujeto. Como el sujeto (casi) nunca se separa con comas, entonces tenemos dos sintagmas similares pero con reglas totalmente opuestas.

Por tanto, es buena idea dominar los básicos de la sintaxis española. Puedes empezar ahora mismo con la teoría de introducción a la sintaxis y la información sobre el sujeto:

Teoría y práctica sobre el sujeto

Cuando en un escrito se da una orden, se conmina o se llama la atención de una persona o cosa personificada, hay que usar una coma antes o después de estos elementos gramaticales, que se denominan vocativos.

Bien. Después de esta explicación podemos identificar con facilidad los vocativos en los siguientes ejemplos: Estimado estudiante, reflexione en la clase de hoy. Hasta la próxima semana, amigos. Los vocativos son «estimado estudiante» y «amigos».

Cuando el vocativo está en medio de la frase va entre dos comas, así: Usen, jóvenes, los signos de puntuación. Gracias, maestro, por su entrega. Vocativos: «jóvenes» y «maestro».

Si el vocativo antecede a una frase interrogativa o exclamativa, debe escribirse fuera de los signos; pero si está al final, va dentro de ellos: Mundo, ¿hasta dónde quieres ir? Jóvenes, ¡de ustedes es el futuro! ¿Hasta dónde quieres ir, mundo? ¡De ustedes es el futuro, jóvenes! Vocativos: «mundo» y «jóvenes».

Hay que considerar que, dependiendo del contexto, la omisión de esta coma puede cambiar el sentido del mensaje: en lugar de llamar la atención del interlocutor para que haga algo, ocasiona que este se convierta en sujeto y ejecute directamente la acción del verbo, así: María Elena lava los platos. María Elena, lava los platos. En la primera oración se informa que María Elena siempre lava los platos; en la segunda se le pide u ordena a María Elena que se encargue de esa tarea. (Actualizado de La esquina del idioma del 11 de agosto del 2013).

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Cuando el vocativo forma parte de un enunciado, incluso cuando este es muy breve, se escribe una coma antes o después del elemento gramatical.

Jesús Raymundo

@DoctorTilde

Un vocativo es la palabra o el grupo de palabras (sustantivos, grupos nominales o pronombres personales) que se usan para llamar o dirigirse al interlocutor (persona o cosa personificada) de manera explícita, según la Ortografía de la lengua española. Se aíslan entre comas: Gracias, papá; Felicidades, amigos; Hola, Juan; Adiós, Perú; Bienvenido, maestro. Los vocativos son papá, amigos, Juan, Perú y maestro.

En los casos de ¡Bienvenido Francisco!, ¡Habla causa! y ¡Habla broster!, lo correcto es aislar los vocativos entre comas: ¡Bienvenido, Francisco!, ¡Habla, causa! y ¡Habla, broster! En la oralidad, los vocativos son resaltados por una curva en la entonación descendente y por pronunciarse, muchas veces, entre pausas.

El Popular, portada (20-6-2017)

El mensaje es diferente cuando el hablante no se dirige de manera directa, sino que lo menciona en tercera persona: Gracias a papá, Felicidades a mis amigos, Hola a Juan, Adiós al Perú, Bienvenida al maestro. Como se observa, estas palabras dejan de ser vocativos y, por eso, no es necesario el uso de la coma.

El sentido de una frase puede cambiar si se omite la coma. En Pepe, escribe rápido, se le pide a Pepe que realice la acción muy deprisa. En cambio, en Pepe escribe rápido, se comunica que la cualidad del personaje es escribir a gran velocidad. No se usa la coma cuando el grupo nominal o el pronombre se interpreta como sujeto.

¿Qué ocurre si el vocativo se ubica en medio de la frase? Se escribe entre dos comas: Gracias, mamá, por tanto amor. Si el vocativo va antes de una pregunta o exclamación, se escribe fuera de los signos: Amigos, ¿han revisado mi correo electrónico? e Hijo, ¡cuánto te quiero! En cambio, si se menciona al final, se ubica dentro: ¿Han revisado mi correo electrónico, amigos? y ¡Cuánto te quiero, hijo!

Los vocativos se escriben entre comas, incluso cuando los enunciados son muy breves.

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