
Danza de la lluvia ejecutada en Harar -zona este de Etiopía.
La danza de la lluvia es una danza ceremonial que se ejecuta para invocar a la lluvia.
Numerosas culturas, que van desde el antiguo Egipto hasta ciertas tribus de Indígenas de América, cuentan con diversas interpretaciones de la danza de la lluvia. Aún en el siglo XX son practicadas en zonas de los Volcanes, en un ritual conocido como Paparuda (en rumano) o Perperuna (en lengua eslava).
Los cherokee, una tribu del sureste de Estados Unidos, efectuaban este tipo de danzas para promover la lluvia y para limpiar la tierra de espíritus malignos. La leyenda sostiene que la lluvia provocada por el ritual contiene los espíritus de antiguos jefes tribales que, al caer, se enfrentan a los espíritus malignos en el plano intermedio entre la realidad y el mundo espiritual.[1]
Julia M. Butree, esposa de Ernest Thompson Seton, escribe en su libro sobre las danzas de la lluvia,[2] entre estas describe las danzas de la gente indígena de América, en particular «la danza de la lluvia de los Zuñi».[3]
Durante la ceremonia, los bailarines se adornan con plumas y turquesas que simbolizan el viento y la lluvia respectivamente. Muchas tradiciones de la danza de la lluvia han sido transmitidas a través de tradiciones orales.[4]
Referencias
[
editar
]
La sequía que desde hace cuatro años arrasa en California desespera tanto a la población que bailarines latinoamericanos del grupo Azteca Ketzaliztli salieron hoy a invocar ayuda divina a través de la ancestral danza de la lluvia.
“Nuestros aztecas bailaban esa danza a Tlaloc que es una representación de la lluvia”, dijo a Efe Hilda Contreras, directora de Danza Azteca Cultural Ketzaliztli.
La bailadora de ritmos precolombinos explicó durante la presentación de hoy en el Acuario del Pacifico de Long Beach, California, que “en aquellos tiempos” era igual que hoy en California, que en ocasiones “no llovía”.
Agregó que la sequía provocaba “desesperación de la gente que vivía de lo que cultivaban, del maíz, de todo lo que sembraban y necesitaban la lluvia”.
Tlaloc en la cultura azteca de México es el señor de las tormentas, “una especie de científico”, explicó Contreras, al que las comunidades prehispánicas invocaban con danzas, ofrendas y sacrificios para que modificara el clima, como provocar que cayeran las aguas del cielo en épocas de agostamiento.
“Cada vez que entro a la danza de Tlaloc le pido a Dios, al creador, con todo lo que yo creo en mi alrededor que esta sequía se acabe, que venga la lluvia”, detalló.
La educadora de ritmos aztecas resaltó que hay otras agrupaciones de danzantes de tribus originarias del continente americano que “con fe bailan ritmos para hacer llover” en el suroeste de Estados Unidos para que crezcan los cultivos y detener incendios que proliferan por la sequía.
“Nosotros cuando danzamos estamos rezando, esa es la forma de rezar de nosotros”, aseguró a su vez a Efe José Francia, bailador del grupo Ketzaliztli.
“Es la forma de dar gracias a Dios, al creador, por el agua, por la lluvia, por el fuego, por los animales”, explicó el promotor cultural de raíces mexicanas, quien aseguró que “la base es estar en armonía con la naturaleza”.
Además del bailoteo de lluvias a Tlaloc, el grupo Ketzaliztli, interpreta ante sus audiencias el Atl, nombre en nahuatl de la danza del agua, que se aprovecha también cuando se representa ante la gente para concienciar de no ensuciar ríos y mares porque afecta las especies acuáticas.
“Dentro del agua hay seres vivos que también nos dan vida a nosotros, como son los peces y muchos otros animales”, señaló Francia.
“Hay que hacer conciencia de los animales, de cuidarlos, de tratarlos y ver por ellos”, aconsejó el educador. “¿Si acabamos con ellos y después que comemos?”, se preguntó.
Por su parte, el presidente del Acuario del Pacífico, Jerry Schubel, dijo a Efe que “en el planeta tenemos la misma cantidad de agua que hace millones de años, que se recicla por ciclo hidrológico, lo que ha cambiado es la cantidad de gente que la consumimos”.
“Tenemos que aprender a conservar, compartir y ahorrar el agua, por eso estos esfuerzos por concienciar y dejar claro que en esto estamos todos juntos… son críticamente importantes”, señaló Schubel sobre los aportes educativos de esos grupos culturales.
El Departamento de Recursos Acuíferos de California en la medición más reciente de los reservorios estatales, que se llenan con lluvia y nieve derretida, indica que el nivel de reserva del líquido vital está en 29 por ciento.
La danza de la lluvia es un baile ancestral que ha cruzado fronteras gracias a sus movimientos sensuales y divertidos. ¿Habías pensado alguna vez que puede aprenderse a bailar? ¡Pues sí, se puede! Te contamos cómo. Pero antes, hablemos un poco más sobre este baile tan particular.
Más sobre la danza de la lluvia
Se originó en América por los indios como un baile ceremonial que tiene como objetivo implorar a los dioses por lluvia para asegurarse cosechas exitosas.
Desde civilizaciones antiguas como Egipto ya se hacían bailes similares, aunque no fue sino cuando llegó a las tribus indígenas americanas que se conoció esta ceremonia como una forma de baile. Cada tribu la hace de forma diferente, pero el fin sigue siendo el mismo. Aunque muchos afirman que la lluvia, además de para las cosechas, se pedía para limpiar la Tierra de espíritus malignos.
Cuenta la leyenda que los tribales creían que la lluvia venía acompañada de los espíritus de los jefes de las tribus y que, al caer, se enfrentaban a los espíritus malignos que se hallaban en el limbo.
Una de las características que conforma este baile como algo especial, es la vestimenta que los tribales usan con plumas y turquesas, los cuales representan al viento y la lluvia respectivamente.
Cómo bailar la danza de la lluvia
Ahora que ya sabes más sobre la historia de la danza de la lluvia, seguro que te mueres de ganas por saber cómo bailarla. Aquí tienes los pasos con los que comenzar:
Paso 1
Haz dos líneas paralelas: los hombres en un lado, y las mujeres en otro. Debe haber una distancia entre ambas líneas de un metro veinte aproximadamente.
Paso 2
Adelanta el pie izquierdo. Ambas líneas levantan el mismo pie.
Paso 3
Se levanta el pie derecho mientras se avanza dando pequeños saltos a la vez que se pisa con fuerza. Los hombres pueden hacer más fuerza que las mujeres, mientras que estas pueden mantener un movimiento más femenino.
Paso 4
Repite el paso: paso con el pie izquierdo, el pie derecho en alto y pisar fuerte.
Paso 5
Mientras realizas los pasos anteriores, escucha el ritmo de la música y gira hacia la derecha, luego hacia la izquierda.
Paso 6
Un paso libre en el que los hombres paran, giran y hacen movimientos imitando al viento, mientras las mujeres pueden cantar y corear la canción. Déjate llevar por la música y mueve el cuerpo, brazos y pies a tu aire.
Ya hace tiempo que la danza de la lluvia dejó de ser un acto ceremonial para convertirse en un baile movido y divertido que seguro que en cuanto lo pruebes, te engancha. No dejes pasar la oportunidad de aprender un baile sencillo y divertido. Así de simple es bailar la danza de la lluvia.
Pero para aprender los pasos y movimientos de forma más sencilla, nada mejor que contar con profesionales del baile como los que están en nuestro centro. Pásate por allí y te informaremos de los horarios y de qué profesores tendrás. ¡Viva la lluvia!