
Árbol de las manitas, Manita, Mano de dragón, Mano de león, Mano de mico, Palo de mecate, Palo de tayuyo, Macpalxóchitl, Mapilxóchitl, Mecapalxóchitl, Cacpalxóchitl, Camxóchitl, Canaco, Canahue, Papasúchil, Teyacua (Quattrocchi, 2012; Wieresma and León, 2012; Berdonces, 2009; White, 2002; Sánchez-Monge, 2001; Linares et al., 1999; Martínez, 1994; Argueta, 1994; Schoenhals, 1988).
¿Donde se encuentra?
Este árbol es nativo del sureste de México y Guatemala (Quattrocchi, 2012; Mabberley, 2008; Johnson, 1999; Argueta, 1994; Martínez, 1994).
Parte(s) de la planta utilizada(s):
rincipalmente las flores, aunque las hojas y la corteza del árbol también se emplean ocasionalmente (Argueta and Zolla, 2014; Berdonces, 2009).
¿Cómo se usa?
En México y partes de Centroamérica, las flores se agregan al agua caliente (decocción) para preparar un té que se toma con fines medicinales, incluyendo el tratamiento de la diarrea (Velázquez et al., 2012). La decocción también puede aplicarse externamente como lavado (Martínez, 1989).
¿Para qué se usa?
Las flores se han usado en la medicina tradicional mexicana por varios siglos, especialmente en combinación con varias otras plantas medicinales, para el tratamiento de varios problemas de salud. Estos incluyen nerviosismo, epilepsia, dolores de cabeza, insomnio, depresión, mareos, como anodino (contra el dolor), inflamación, ulceras, inflamación de los ojos, piles y como estimulante para problemas del corazón (Argueta and Zolla, 2014; Jiménez, 2012; Mendoza-Castelán and Lugo-Pérez, 2011; Quattrocchi, 2012; Berdonces, 2009; Mabberley, 2008; Adame and Adame, 2000; Johnson, 1999; Linares et al., 1999; Argueta, 1994). Externamente, la decocción de las flores se usa como lavado para tratar aflicciones de la región púbica y como cataplasma para tratar las hemorroides o almorranas (Linares et al., 1994, 1999; Martínez, 1989).
Mendoza-Castelán y Lugo-Pérez (2011) mencionan que la planta posee un efecto anti-colinérgico. Adicionalmente, los alcaloides y glucósidos contenidos en las flores poseen una acción sinérgica combinada que tiene un efecto similar al digital, que estimula al corazón. Sin embargo, no se conocen estudios clínicos que hayan sido publicados confirmando su efectividad para el tratamiento de problemas cardiovasculares.
Algunos estudios científicos sobre extractos obtenidos de las flores que confirman su uso potencial para el tratamiento de ciertas enfermedades gastrointestinales, incluyendo diarrea y la disentería (Calzada et al., 2010; Velázquez et al., 2006). Velázquez et al. (2009) llevaron a cabo un estudio para evaluar la actividad anti-secretora de un extracto metanólico de las flores y de sus compuestos flavonoides contra la secreción intestinal inducid por la toxina del cólera, en un modelo animal (haza del yeyuno en ratas). Uno de los flavonoides presentes en las flores, la epicatequina, demostró poseer la más poderosa actividad anti-secretoria con una potencia muy similar al fármaco loperamida, utilizado como control. This finding partially supports the traditional use of the plant against dysentery and diarrhea.
Estudios científicos han demostrado que algunos extractos obtenidos de las flores poseen actividades tanto antibacterianas como anti-protozoarias, las cuales son útiles para el tratamiento de enfermedades gastrointestinales infecciosas (Calzada et al., 2006; Alanís et al., 2005).
Velázquez et al. (2012) llevaron a cabo estudios tanto computacionales, como in vitro e in vivo para evaluar la actividad anti-secretora de un compuesto flavonoide (epicatequina) aislado de un extracto crudo obtenido de las flores. Los resultados de este estudio, incluyendo los efectos del compuesto vegetal sobre toxinas bacterianas producidas por Vibrio cholera y Escherichia coli, demostraron el potencial que posee la epicatequina como un novedoso compuesto anti-secretorio. Estos resultados parecen respaldar el uso de la flor de manita en la medicina tradicional para el tratamiento de problemas gastrointestinales, incluyendo la diarrea.
La flor de la manita recibe un uso frecuente y antiguo en el centro y sur de México para curar malestares del corazón, en estados como Guanajuato, Michoacán, Oaxaca y Chiapas, en donde el tratamiento más recomendado consiste en hervir la flor de este árbol con la de magnolia y de tila; aunque en algunas regiones se mezcla con otras plantas como floripondio, damiana, pasionaria y flor de azahar, la infusión se bebe en la mañana y otra en la noche.
NOMBRE CIENTÍFICO: Chiranthodendron pentadactylon Larreat
FAMILIA: Sterculiaceae
En estados como Hidalgo, la flor de la manita también es usada como planta medicinal para tratar afecciones del corazón y para otros aspectos afines como regular la presión.
Además se utiliza para el dolor de cabeza, mareos y postparto. Para calmar los nervios se recomienda prepararla como té, con hojas de magnolia, toronjil, hinojo, hierbabuena y flor de azahar, y tomarse como agua de uso. Se localiza, además, en Guerrero, Puebla y Estado de México.
Arbol frondoso de 10 a 15 m de altura, con hojas grandes y sus bordes terminados en punta. La flor de la manita es solitaria y de color rojo, muy parecida a una mano extendida y los frutos tienen forma capsular. Es originaria de México, donde habita en climas cálido, semicálido y templado. Crece como planta silvestre y se encuentra en el bosque mesófilo de montaña.
México Desconocido
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Como árbol de las manitas se conoce a la única especie del género monotípico Chiranthodendron, Chiranthodendron pentadactylon,[2] originaria de México y Guatemala. Su nombre (tanto el vernáculo como el científico) proviene de la peculiar forma de la flor, que muestran cinco pétalos dactiliformes; los botánicos de la expedición de Martín de Sessé, que fueron los primeros en describirlo, lo tomaron del náhuatl macpalxochicuahuitl o mācpalxōchitl,[3] con el mismo significado.
Descripción
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La flor de la manita, conocida también como mecapalxochitl o mano de león.El árbol de las manitas es de tamaño mediano, y puede alcanzar hasta 30 metros de altura. El fuste es recto, recubierto de corteza muy lisa de color pardo grisáceo; en las ramificaciones de la copa muestra pubescencias amarronadas. Su follaje es perenne; las hojas, grandes y ligeramente lobuladas, son de color verde oscuro en el envés y pardorrojizas en el revés. Penden de pecíolos de entre 8 y 10 centímetros de largo.
Entre fines de primavera y mediados del verano tiene lugar la floración; las flores, sumamente distintivas, tiene forma de tulipán de color rojo intenso, con marcas más claras en las puntas que asemejan uñas. Los largos estambres que asoman de ella completan la apariencia de una garra o una piña con forma de rata.
Los frutos son cápsulas leñosas, pentalobuladas y dehiscentes, de alrededor de 12 cm de largo. Contienen pequeñas semillas ovoides, de color negruzco, con un carúnculo amarillo. La polinización se realiza por aves o murciélagos
Cultivo y usos
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El árbol de las manitas es marcadamente fitófilo. Resiste bien las bajas temperaturas (hasta 5°C) y la sequía; es susceptible a la verticiliosis causada por el hongo Verticillium dahliae.
Las raíces superficiales lo hacen poco apto para usos decorativos, pero los aztecas utilizaban la decocción de hojas y semillas como febrífugo, analgésico y antiinflamatorio. Su uso farmacológico en época moderna está aún en fase de investigación.
El árbol de las manitas se ha hibridado exitosamente con el estrechamente relacionado Fremontodendron californicum, dando lugar al x Chiranthofremontia lenzii.
En muchas regiones de Guatemala y México, se utiliza la hoja de este árbol para tamales de maíz como envoltorio, especialmente para festividades y ocasiones especiales, su uso es más común en las comunidades indígenas del país.
En la Ciudad de Toluca de Lerdo, Estado de México existe un ejemplar centenario, encontrado en las fuentes a parir de 1869 y ubicado en el Cerro de Huitzilan en un predio particular que se puede apreciar desde el exterior. Ha sido la maravilla de propios y extraños por permanecer a lo largo de los años en un clima frío-templado. El árbol ha dado varios ejemplares de los cuales se encuentran: uno en la casa del expresidente municipal Felipe Chávez, uno en la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad Autónoma del Estado de México, otro en una casa particular en Valle de Bravo y el último rastreado en el Estado de California en los Estados Unidos de América (como obsequio de la hermandad: ciudad de Toluca, México-ciudad de West Covina, California) . El ejemplar del jardín botánico «El Cosmovitral» se secó por no estar en la intemperie. El árbol de las manitas es el segundo símbolo natural de la ciudad seguido del Volcán Xinantecatl o Nevado de Toluca. Ha dado el nombre a una de las delegaciones del municipio formada por el antiguo pueblo de Nuestra Señora de los Ángeles Huitzilan (actualmente conocida como Colonia Doctores), la colonia Niños Héroes, Lomas Altas y Zopilocalco (norte y sur). La familia dueña del árbol se dedica a comerciar la flor, pues desde la tradición prehispánica se utiliza en infusiones para enfermedades del corazón o infecciones en el cérvix, este último remedio encontrado en el Códice De la Cruz Badiano. [4]
Bibliografía
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- Breedlove, D. E. 1986. Flora de Chiapas. Listados Floríst. México 4: i–v, 1–246.
- Molina R., A. 1975. Enumeración de las plantas de Honduras. Ceiba 19(1): 1–118.
- Standley, P. C. & J. A. Steyermark 1949. Sterculiaceae. In Standley, P.C. & Steyermark, J.A. (Eds), Flora of Guatemala – Part VI. Fieldiana, Bot. 24(6): 403–428.
Referencias
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Enlaces externos
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