
Generalidades
La adolescencia es un tiempo de crecimiento rápido en estatura y peso y de cambios físicos en todo el cuerpo. La mayoría de estos cambios ocurren cerca del momento de la pubertad, la cual, en los Estados Unidos y el Canadá, suele comenzar entre los 9 y los 11 años en el caso de las niñas y entre los 9½ y los 13 años en el caso de la mayoría de los niños varones.
Los botones mamarios —elevación ligera y aumento de tamaño de la zona del pezón— son una de las primeras señales de la pubertad en las niñas. Además, el vello púbico suele comenzar a crecer aproximadamente al mismo tiempo. En los niños, la primera señal de la pubertad es el aumento de tamaño de los testículos, seguido del crecimiento de vello púbico y del alargamiento del pene.
Las niñas suelen crecer rápidamente durante el comienzo de la pubertad. Luego, el crecimiento se hace más lento con el primer período menstrual (menarca), el cual se produce más comúnmente en algún momento entre los 11 y los 14 años de edad. (Puede producirse tan temprano como a los 9 años de edad o tan tarde como a los 15 años de edad). En el caso de los niños varones, el estirón de crecimiento ocurre después del desarrollo de otras señales de la pubertad. Si bien los niños son un poco más bajos que las niñas al comienzo de la adolescencia, suelen terminar siendo más altos que las niñas. Esto sucede porque después de que comienza el crecimiento, los niños crecen a un ritmo más acelerado y por un período de tiempo más prolongado. Las niñas alcanzan su estatura adulta aproximada alrededor de los 16 años de edad, y los niños aproximadamente a los 18 años de edad.
Ha habido una tendencia a largo plazo hacia una pubertad más temprana y a un mayor crecimiento relacionado con una salud y una alimentación mejores. Además, la raza también parece afectar el comienzo de la pubertad. Por ejemplo, las niñas afroamericanas y las mexicano-americanas pueden tener un desarrollo mamario antes que las niñas caucásicas.
El aumento de las hormonas relacionado con la pubertad a menudo estimula el impulso sexual tanto en hombres como en mujeres. Es normal que los miembros de ambos sexos se masturben en privado. Las hormonas también pueden causar episodios de comportamiento difícil, como desafiar a los padres y otras figuras de autoridad.
Las partes del cuerpo puede crecer en forma descoordinada entre sí. Por ejemplo, la nariz, los brazos y las piernas pueden crecer más rápidamente que el resto del cuerpo. Otro desarrollo físico durante la pubertad suele incluir:
- Crecimiento óseo, el cual aumenta la estatura de su hijo.
- Un aumento en el grosor de los huesos craneales. La frente se vuelve más prominente y la mandíbula crece hacia adelante.
- Aumento de peso. El peso de un adolescente casi se duplica durante la adolescencia.
- Cambios en la composición de la grasa corporal. Aumenta la cantidad de grasa corporal en los niños. Y la grasa corporal existente en las niñas se desvía hacia la pelvis, los senos (mamas) y la parte superior de la espalda.
- Un aumento en el tamaño de los órganos. El corazón se duplica en peso, y aumenta el tamaño de los pulmones.
- Crecimiento de vello facial en los niños. El crecimiento del vello suele comenzar en el labio superior, se extiende gradualmente por las mejillas y finalmente a la zona de la barbilla.
La ginecomastia, el desarrollo de tejido mamario, ocurre en muchos varones durante el comienzo y hasta mediados de la pubertad. Suele desaparecer al cabo de 6 meses a 2 años.
¿Hasta qué edad crecen las niñas? ¿Si crece muy deprisa, de mayor se quedará bajita? Y si da el estirón en el último momento, ¿llegará a ser, sin duda, una mujer alta? En los últimos años, diversos estudios han desterrado algunos mitos sobre el crecimiento.
Cada adolescente tiene su propio ritmo, dicen los expertos. Según un estudio llevado a cabo en el hospital Vall d’Hebron, de Barcelona, existen varios patrones de crecimiento puberal o adolescente y no solo uno, como hasta ahora se pensaba.
Además, en la talla final, el proceso de desarrollo y maduración y la edad hasta la que se crece influyen muchos factores.
¿Por qué es más bajita que sus amigas?
La pubertad marca el punto de partida: es la edad del estirón. Y también se hacen evidentes los caracteres sexuales masculinos y femeninos: en ellas se desarrollan los pechos y en ellos, los testículos. En las niñas llega entre los 10 y 11 años; en los niños, entre los 12 y los 13.
Las hormonas sexuales aumentan los niveles en la sangre de la hormona de crecimiento. Son, por tanto, las culpables de esa brusca aceleración. Pero no todos los adolescentes “estiran” al mismo ritmo. Las diferencias son notables: en un grupo de chicas, unas serán casi niñas y otras más altas y desarrolladas. Es lógico y se debe al distinto ritmo de maduración.
Las “maduradoras tempranas”, es decir, las que llegan antes a la pubertad, ya tienen hormonas sexuales trabajando a pleno rendimiento; y crecen. Las “maduradoras tardías” lo harán después. Debes pensar, por tanto, que la talla de tu hija aún está lejos de ser la definitiva. Según el estudio mencionado, al cumplir los 18 todo el grupo de amigas tendrá, de media, la misma altura.
En la pubertad, la diferencia en la talla de las niñas se debe a su distinto ritmo de maduración
Si nosotros somos altos, nuestros hijos también lo serán
Desde luego, la genética manda: el 80% de la talla adulta es atribuible a factores genéticos. Se heredan el potencial de crecimiento y también el ritmo de maduración (más rápido o más lento).
El otro 20%, que no debemos olvidar, es el ambiente en el que crecemos. Una alimentación adecuada, una buena salud e incluso el cariño que reciben nuestros hijos son, según la AEPED, factores capaces de modificar la talla final y el ritmo madurativo que, por genética, les corresponden.
Si quieres saber cuánto crecerá tu hija adolescente no te fijes en lo que mide ahora sino en cómo creció de pequeña. El potencial de crecimiento deja sus pistas en los primeros años de la vida, no en la pubertad. Los niños de familias de talla baja suelen crecer, en la etapa infantil, uno o dos centímetros menos por año que aquellos cuyos padres son altos.
El ritmo de maduración, en cambio, influye menos en la talla final. Y ello porque las diferencias de velocidad de crecimiento entre maduradores rápidos y lentos, como hemos visto, se compensan durante los años siguientes al inicio de la pubertad.
Dejará de crecer cuando tenga la primera regla
No hay que confundir el inicio de la pubertad con la llegada de la regla. El signo que marca en las niñas su entrada en la pubertad es la aparición del botón mamario. Se trata de una elevación mínima del pezón y la areola, que al tacto se siente algo endurecida.
En cambio, la primera menstruación, también llamada menarquia, tiene lugar más tarde: aproximadamente dos años después, entre los 12 y los 14 años. Es cierto: la aparición de la primera regla coincide con el enlentecimiento de la velocidad de crecimiento alcanzada en la pubertad. Aunque unas pocas chicas pueden crecer hasta doce centímetros en los años siguientes, la mayoría ganan tan solo unos seis o siete, casi siempre en el primer y segundo año. ¿Y por qué sucede esto? Porque las hormonas sexuales aumentan muchísimo los niveles de hormona de crecimiento, sí. Pero también, paralelamente, envían a los cartílagos que se encuentran al final de los huesos largos un “mensaje” importante: ha llegado el momento, deben cerrarse. Y cuando se cierran, el proceso se detiene.
Las niñas crecen menos, aunque más deprisa
Lo que acabamos de comentar tiene mucho que ver con este otro mito que habrás oído muchas veces y probablemente también hayas constatado. Es verdad que las niñas llegan más pronto a la pubertad y, por tanto, dan el estirón antes. Ellos, en cambio, hacen más lentamente el mismo recorrido: entran en esa etapa dos años más tarde. Su edad del estirón se sitúa en torno a los 13 años. Y el mensaje de las hormonas sexuales se envía mucho después.
En condiciones normales, la media de edad a la que cesa el crecimiento en las chicas son los 17 años. Para entonces habrán alcanzado la talla definitiva, la que tendrán durante su vida adulta. En los chicos, son los 21.
Ese tiempo más prolongado durante el que ellos continúan creciendo es el causante de los 12,5-13 centímetros de diferencia de talla que existen entre ambos sexos en la edad adulta.
La media de edad a la que cesa el crecimiento en las niñas son los 17 años
¿Y qué pasa con las niñas que maduran temprano? Pues que pertenecen a ese otro grupo al que antes aludíamos, el de las que crecen algo más durante la menarquia. Recordemos que la conclusión del estudio que hemos comentado es que un inicio temprano de la pubertad no altera la talla adulta.
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