
La homeotermia es el proceso mediante el cual determinados animales denominados homeotermos mantienen su temperatura corporal dentro de unos límites, independientemente de la temperatura ambiental. El proceso consume energía química procedente de los alimentos ya que estos organismos tienen mecanismos para producir calor en ambientes fríos o para ceder calor en ambientes cálidos, conocidos en su conjunto como termorregulación. Estos mecanismos están situados en el hipotálamo, la piel, el aparato respiratorio, etc.
Los mamíferos y las aves son los dos grandes grupos con el mecanismo termorregulador. Gracias al autoabastecimiento de calor, algunos animales homeotermos pueden sobrevivir en condiciones de frío muy adversas como es el caso de los pingüinos.
Lo contrario a la homeotermia, es la poiquilotermia, cuando los animales no disponen de mecanismos químicos para regular su temperatura corporal. Un ejemplo de esto lo tenemos en los reptiles, que pasan largas horas al sol para conseguir la temperatura necesaria para que su metabolismo funcione. Como los poiquilotermos no gastan energía al no producir calor, pueden estar largos periodos sin alimentarse. Por ejemplo, una serpiente puede estar meses sin comer, mientras que un mamífero necesita alimentarse diariamente, salvo que esté en estado de hibernación.
Tradicionalmente, a los seres homeotermos se les denominaba animales de sangre caliente por oposición a los de sangre fría, pero hay consenso entre los científicos para desaconsejar esta nomenclatura, en razón de su vaguedad, ya que los tipos de temperatura corporal no pueden encasillarse simplemente en una u otra categoría, sino que hay un amplio espectro de mecanismos mediante los cuales el cuerpo mantiene estable la temperatura, siendo los ideales de sangre fría y sangre caliente los extremos de dicha gama.
A su vez no debe confundirse la clasificación de un organismo como homeotermo o poiquilotermo con la clasificación entre endotermo o ectotermo, ya que la primera hace referencia a la capacidad de mantener la temperatura constante y la segunda a la procedencia de la fuente de calor (ambiente o metabolismo); a su vez hay casos de especies homeotermas y ectotermas como algunos peces abisales y también de poiquilotermas y endotermas como colibríes, murciélagos y otros mamíferos hibernantes.
En el caso de los humanos, la variación de la temperatura no pasa más allá de los 0,6 °C, aún sometidos a temperaturas altas (60 °C) o relativamente bajas (12 °C).
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Los animales llevan millones de años de evolución desarrollando según la especie diversos mecanismos que optimicen su vida en los hábitats donde se encuentran. De esta manera, los distintos grupos taxonómicos requieren de estos procesos para alimentarse, reproducirse o regular su temperatura, porque de lo contrario morirían rápidamente. En relación a este último punto, en la naturaleza nos encontramos que la temperatura corporal puede mantenerse estable o variar, y, según esto ocurra, existe la clasificación de animales homeotermos o poiquilotermos. Sigue leyendo este artículo de ExpertoAnimal y conoce a qué se refieren estos conceptos.
Características de los animales homeotermos
¿Qué son los animales homeotermos? El término «homeo» proviene del griego y significa «igual» o «parecido», por lo que al hablar de animales homeotermos se hace referencia a aquellos que mantienen una temperatura corporal relativamente constante. Esto es gracias a los procesos fisiológicos internos, de manera que, aunque la temperatura del ambiente varíe, internamente se mantiene constante desde el punto de vista térmico. Tradicionalmente, los homeotermos han sido llamados «animales de sangre caliente», aunque desde el punto de vista biológico no es del todo apropiado.
Sin embargo, hablar de absolutismos en la naturaleza es muy difícil, ya que la dinámica de la misma está llena de relativismos. Así, por ejemplo, nos encontramos que, aunque muchos animales son homeotermos y tienen una temperatura corporal más o menos estable, en ciertos momentos pueden hacer que su temperatura corporal disminuya de manera considerable. Esto ocurre en los mamíferos que hibernan, los cuales viven en hábitats donde las temperaturas del ambiente bajan drásticamente, por lo que reducen su metabolismo al mínimo y, por ende, la temperatura corporal también desciende. De esta manera, nos encontramos con un animal homeotermo que temporalmente cambia su estado térmico.
Un ejemplo concreto de lo anterior lo tenemos en la ardilla de tierra ártica (Urocitellus parryii). Debido a que en invierno las temperaturas descienden tanto que el alimento escasea por completo, esta especie hiberna de manera obligatoria, por lo que su metabolismo disminuye al máximo, así como su temperatura, con el fin de poder resistir los meses que no hay alimento. Cuando sale de ese estado, sube nuevamente su temperatura corporal. Hablamos con más detalle de esto en este artículo: «¿Las ardillas hibernan?».
Características de los animales poiquilotermos
Vistos los homeotermos, ¿qué son los animales poiquilotermos? El término «poiquilo» también proviene del griego y su significado es «variado», por lo que en este caso la poiquilotermia hace alusión a aquellos animales que tienen una temperatura diferente. Esto se debe a que la misma varía en función de las condiciones ambientales y el individuo no puede autorregularse térmicamente. Generalmente, a este tipo de animales se les conoce como de «sangre fría», pero, al igual que en el caso anterior, desde el punto de vista biológico es una expresión poco concreta y no apropiada para referirse a este tipo de animales.
De esta manera, un animal poiquilotermo está expuesto a las condiciones de la temperatura del ambiente donde vive y, debido a que su organismo no le otorga la capacidad de regulación térmica, depende de fuentes externas para hacerlo, como por ejemplo tomar el sol, pegarse al suelo o una roca que esté caliente. Algo importante a tener en cuenta es que estos animales también producen calor, pero no la retienen como los homeotermos.
A pesar de que un animal poiquilotermo normalmente no puede vivir en un hábitat con una temperatura extrema, tiene una importante ventaja sobre los homeotermos, y es que a diferencia de ellos puede pasar más tiempo sin alimentarse porque para mantener su calor no depende de los procesos metabólicos. Además, los homeotermos no toleran muy bien los cambios internos de temperatura, mientras que los poiquilotermos sí, aunque como ya sabemos hay sus excepciones.
Diferencia entre animales homeotermos y poiquilotermos
La principal diferencia entre animales homeotermos y poiquilotermos la encontramos en la regulación de la temperatura corporal. Así pues, los primeros mantienen relativamente la temperatura interna de su cuerpo, a pesar de que la externa varíe, mientras que los segundos no son capaces de regularse térmicamente por sí mismos, de manera que si la temperatura del hábitat cambia, la suya también y deben buscar mecanismos en el ambiente para regular su temperatura.
Para ver de una forma más clara esta diferencia entre animales homeotermos y poiquilotermos, conozcamos algunos ejemplos concretos:
- Un lobo ártico (Canis lupus arctos) que puede estar en zonas con temperaturas heladas gracias a sus mecanismos metabólicos y, en este caso, la dotación del pelaje, logra mantener relativamente estable la temperatura de su cuerpo.
- Una lagartija puede tener una actividad óptima en un rango de temperatura sobre los 30 y hasta los 38 ºC, pero si esta desciende es común verla tomando el sol o acostada sobre una roca que esté caliente para calentarse, puesto que no puede autorregularse.
Por otro lado, los animales homeotermos, como tienen una tasa metabólica más alta, es decir, elevada, requieren de un mayor consumo de alimentos para poder transformarlos y obtener energía, por lo que sus periodos sin comer son más limitados, a diferencia de los poiquilotermos, que pueden pasar periodos más prolongados sin consumir alimentos.
Ejemplos de animales homeotermos y poiquilotermos
Una vez vistas las características generales y sus principales diferencias, onozcamos a continuación ejemplos de animales homeotermos y poiquilotermos:
Ejemplos de animales homeotermos
Empezando por los homeotermos, algunos de los ejemplos más representativos son:
- Loro harinoso amazónico (Amazona farinosa)
- Ratón doméstico (Mus musculus)
- Búfalo americano (Bison bison)
- Chimpancé (Pan troglodytes)
- Pingüino emperador (Aptenodytes forsteri)
- Zorro ártico (Vulpes lagopus)
Ejemplos de animales poiquilotermos
En cuanto a los poiquilotermos, encontramos ejemplos como los siguientes:
- Iguana marina (Amblyrhynchus cristatus)
- Monstruo de Gila (Heloderma suspectum)
- Cocodrilo americano (Crocodylus acutus)
- Hormiga bala (Paraponera clavata)
- Grillo verde (Tettigonia viridissima)
- Medusa luna (Aurelia aurita)
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Bibliografía
- Arenas, M. (2015). All you need is biology. Disponible en: https://allyouneedisbiology.wordpress.com/2015/09/19/animales-sangre-caliente-fria/
- Hickman, C.; Roberts, L.; Parson A. (2000). Principios integrales de zoología. McGraw Hill Interamericana: España.
El proceso que controla la temperatura corporal en animales se denomina termorregulación. Tradicionalmente se han clasificado a los animales como homeotermos (con temperatura corporal constante) o poiquilotermos (con temperatura corporal variable). Sin embargo, estos términos no son precisos para muchos animales; por ejemplo, algunos mamíferos (típicamente homeotermos), pueden tener temperaturas corporales no estables. En la actualidad, las clasificaciones térmicas de los animales se basan en la fuente del calor corporal. De esta forma, se distinguen animales ectotermos, si el calor proviene en su mayor parte del medio ambiente, o endotermos, si se origina a partir de la actividad metabólica. Esta clasificación se puede aplicar con mayor precisión a la mayoría de los animales, aunque en realidad existen muchos animales cuyas características térmicas se sitúan en algún lugar entre los dos extremos.