
¿Por qué tendemos a idealizar a algunas personas? ¿Qué causa este tipo de comportamientos y pensamientos? Descubre por qué idealizamos a los demás y qué hacer ante ello.
29 MAY 2023
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Son muchas las ocasiones en las que nos podemos encontrar a nosotros mismos poniendo a una persona en un pedestal. Idealizar a los demás se trata de un comportamiento que, a pesar de que puede ser común, en realidad acaba siendo dañino tanto para nosotros como para nuestras relaciones. Pero, ¿por qué tenemos esta tendencia a idealizar a los demás?
¿Qué significa idealizar a alguien?
Idealizar a una persona implica asignar características demasiado positivas, ignorando todos los aspectos negativos. Por lo que, al idealizar a alguien, tendemos a exagerar todo lo positivo, e incluso podemos llegar a considerar a estas personas como perfectas. De hecho, al idealizar también nos desvaloramos a nosotros en contra a la persona que idealizamos.
¿Por qué tendemos a idealizar a las personas?
Aunque a veces todos podemos idealizar a una persona, la realidad cuando lo hacemos puede significar lo siguiente:
- Baja autoestima: En algunos casos, el motivo de la idealización puede ser que tenemos una baja autoestima. Cuando nos subestimamos a nosotros mismos, tenemos la tendencia a sobrestimar las características de los demás, especialmente aquellas cualidades que creemos que nos faltan. Como resultado, podemos empezar a ver a esa persona como alguien muy especial o incluso perfecto.
- Estamos empezando una relación amorosa: Cuando empezamos en una relación de pareja, es muy común que idealicemos a nuestra pareja en las primeras etapas. Esto es debido a que las áreas más racionales de nuestro cerebro se ‘apagan’ cuando estamos ante una persona que nos atrae, lo que hace que perdamos nuestra capacidad crítica y solo veamos lo positivo en una relación.
- Necesidad de encajar: A veces, podemos idealizar a una persona para poder validar nuestras propias creencias, valores o elecciones y así sentirnos más conectados o integrarnos en un grupo. Es decir, vemos solo lo positivo de una persona debido a que nos proporciona una sensación de comodidad y estabilidad.
- Fantasía: Idealizar a alguien nos permite escapar de los aspectos mundanos de nuestra vida diaria y disfrutar de una versión más emocionante y romántica de la realidad. Al imaginar a alguien como impecable o más grande, podemos escapar brevemente de nuestras inseguridades y defectos y disfrutar de una versión más ‘interesante’ de nuestra vida.
- Miedo a la intimidad: También podemos idealizar a los demás para evitar enseñar nuestra vulnerabilidad. Es decir, idealizar a alguien puede tratarse de un mecanismo de defensa que nos permite mantener cierta distancia emocional y evitar la incomodidad de conectar verdaderamente con otra persona de una manera más profunda y auténtica.
- Influencia de las redes sociales: En la actualidad, estamos constantemente bombardeados con imágenes e historias que presentan a personas de la manera más perfecta posible. Por lo que, las redes sociales también pueden alimentar la idealización y sobre todo, alentarnos a compararnos con los demás.
¿Cómo saber si estoy idealizando a una persona?
Algunos de los signos que pueden indicar que estás idealizando a una persona son los siguientes:
- Ignoras o no asumes sus defectos: Al idealizar, solo nos fijamos en lo positivo de una persona, lo que implica ignorar la parte más ‘real’ de ella.
- Te sientes intimidado por la persona: Al colocar a una persona en un pedestal, es difícil que nos veamos como su igual, por lo que puede hacer que nos sintamos intimidados por esta.
- Expectativas irrazonables: Idealizar a una persona hará que te decepcione a la mínima. El motivo es que estamos creando una idea errónea de esta persona, que, muy posiblemente, acabará causando una decepción.
- Dependencia emocional: Idealizar a alguien puede acabar causando que sientas cierta dependencia emocional hacia esta persona. El motivo es que puedes acabar relacionando tu autoestima y felicidad a sus acciones y opiniones.
- Pasas por alto tus propias necesidades: Es muy posible que, si idealizamos a una persona, acabemos mostrándonos más complacientes a sus peticiones. Esto puede acabar haciendo que descuidemos nuestras propias necesidades y deseos con tal de complacer o impresionar a la persona.
- Ignoras tus sentimientos o límites: Idealizar a una persona también puede llevarnos a olvidar nuestros pensamientos, sentimientos o límites. Es decir, que acabemos no respetándonos a nosotros mismos.
Si crees que estás proyectando tus deseos, expectativas o fantasías sobre una persona, esto puede indicar que estás idealizando a una persona.
¿Cómo dejar de idealizar a alguien?
Para poder evitar este tipo de comportamientos que puede acabar perjudicando nuestra autoestima y nuestras relaciones con los demás, es importante tener en cuenta lo siguiente:
- Cultiva la autoconciencia: El primer paso para dejar de idealizar a alguien es reconocer cuándo lo estamos haciendo. Por lo que, debes tener más conciencia de tus acciones, palabras y pensamientos. Sobre todo, intenta estar más presente y atento cuando la persona que estás idealizando está cerca de ti o estás pensando en ella.
- Acepta tu vulnerabilidad: Una de las principales razones por las que podemos idealizar a alguien es para evitar enfrentar nuestras propias vulnerabilidades. Al ser más conscientes de que nadie es perfecto, incluidos nosotros mismos, podemos estar más abiertos a crear un espacio para tener conexiones más genuinas y auténticas.
- Aprende a establecer límites: En muchos casos, cuando idealizamos a una persona, tendemos a intentarlo complacer. Por lo que, ante estos casos, es esencial que aprendamos a establecer límites más saludables. Es decir, priorizar nuestras necesidades, deseo y bienestar y sobre todo, aprender a decir que ‘no’ cuando estamos enfrentando situaciones que no son de nuestro interés.
- Limita la exposición a las redes sociales: Las redes sociales pueden acabar exacerbando nuestra tendencia a idealizar a los demás al presentar versiones cuidadosamente seleccionadas y filtradas de sus vidas. Para evitar esto, considera reducir la cantidad de tiempo que pasas en las redes sociales o deja de seguir cuentas que desencadenen en sentimientos de envidia o idealización.
- Céntrate en tu propio crecimiento personal: En lugar de poner el foco de tu atención en la persona a quien idealizas, intenta centrarte en ti mismo y tu propia superación personal. Debes redirigir tu energía hacia tu propio crecimiento, es decir, para mejorarte y poder crear la vida que deseas.
- Acude a terapia: Si sientes que tiendes a idealizar los demás, esto puede ser algún signo de que estás pasando por un mal momento o tienes algún problema que debes solucionar. Por lo que, en estos casos, puede ser recomendable acudir a un psicólogo/a profesional.
Aunque idealizar a alguien puede ser un comportamiento natural y normalizado, cuando esto se vuelve parte de tu rutina, es muy probable que acabe afectándote tanto a ti como tus relaciones y amistades. En estos casos, debemos entender la razón por la que idealizamos a los demás, aprender a reconocer las señales y tomar las medidas necesarias para volver a tener conexiones más sanas y auténticas.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
Muchas veces, conocemos a una persona e inmediatamente sentimos que reúne todas las cualidades, gloriosas virtudes, que pueden hacer que nuestra vida sea absolutamente feliz. Y si bien, esa persona puede tener características que nos gusten y logremos compatibilizar con el tiempo, nunca debemos perder de vista que las bases de la pareja se construyen y alimentan en el día a día y no una sola vez y para siempre. Comúnmente, creemos haber encontrado a «nuestra media naranja» y si de mitades hablamos, a rigor de verdad más vale estar completos y ser una «naranja entera» capaz de acompañar a otro, también completo, en un camino a recorrer juntos.
En este artículo de PsicologíaOnline, hablamos sobre el concepto de enamoramiento idealizado y mostramos técnicas efectivas para poder dejar de idealizar a alguien.
Concepto de enamoramiento idealizado
Esta sensación que a veces ocurre, responde a lo que llamamos «idealización» y es un proceso psíquico en virtud del cual se llevan a la perfección las cualidades y el valor del objeto. Habla este autor de la idealización en el enamoramiento y dice: «… el objeto es tratado como el propio yo del sujeto y que en el enamoramiento pasa al objeto una parte considerable de libido narcisista. En algunas formas de la elección amorosa llega incluso a evidenciarse que el objeto sirve para substituir un ideal propio y no alcanzado del Yo.» (Freud, 1921).
Los cuentos de príncipes y princesas nos muestran una vida sin sobresaltos donde todo es maravilloso y perfecto, pero la realidad es que muchas veces las vicisitudes de la vida nos hacen trastabillar en aquello que creíamos un soporte perfecto y la desilusión es muy grande, cuando, las cosas se terminan. Receta mágica para una vida sin sobresaltos emocionales no existe, solo el diálogo permanente, un «contrato tácito» aún cuando haya situaciones que nos molesten, permitirá que en este ida y vuelta, escuchemos lo que el otro necesita de nosotros y podamos transmitir lo que nos aqueja.
Este «contrato» es un diálogo no hablado en el que se exponen nuestros deseos, carencias, necesidades, exigencias y abarcan todos los aspectos imaginables de la vida en pareja. Comúnmente, sucede que ninguno se percata de que sus esfuerzos por complacer a la persona amada, se basan en la certeza de que el otro es, siente y piensa las cosas como uno mismo.
Por qué idealizamos a las personas
Si nos retrotraemos a la infancia donde se logran la identidad, el autoconcepto, los modelos de amor, las maneras de ser hombre y mujer, así como los dictados en la familia, los padres, son los representantes de lo social en aquel entonces de nuestra temprana vida. Con ellos, nos enfrentamos al amor incondicional, también al cariño condicionado, y ahogar nuestros más anhelados deseos infantiles de exclusividad, pertenencia, ser solo para ellos y nada más.
Cuando esos conflictos y anhelos infantiles no se resuelven de una manera adecuada, vamos por la vida buscando parejas que nos resuelvan las carencias más intimas depositadas en el alma. Queremos entonces ser únicos en la vida de la pareja, que nos adivinen nuestras necesidades como cuando éramos niños, que con tal solo llorar, la madre responde a la demanda. También esperamos que todas las situaciones estén resueltas, buscando a un proveedor poderoso y cuando esto no se logra, nos sentimos muy desamparados.
Qué hacer para dejar de idealizar a alguien
Debido a lo anterior, muchas veces, esperamos reacciones, actitudes de los demás, visto desde nuestra óptica, como «necesarias» de un modo particular. Sin embargo, ahí donde reside la diferencia que nos caracteriza de ese «otro», es dónde debemos entender que cada uno hace lo que está a su alcance y como puede. Es por esto, que aceptar al otro distinto es la clave para poder dialogar de otra manera, descubriendo que esa persona que tiene muchas cosas que nos gustan y atraen, también posee una serie de rasgos que a veces pueden hacer que entremos en cortocircuito en nuestra relación, porque, nosotros mismos contamos también con un bagaje de virtudes y defectos.
Si no logramos mantener esta escucha y diálogo, manteniendo solo este estado idealizado, hace que cuando esa persona cae del pedestal que ocupaba, el dolor y la frustración que puede sentir la persona que la consideraba perfecta pueden ser muy grandes y puede tener un fuerte sentimiento de que esta persona nos ha fallado. Simple, y no tan sencillo, es el trabajo de todos los días de construir estas bases sólidas en la pareja, a través del diálogo, poder expresarnos con libertad, y sobre todo dejar ser al otro y ser nosotros mismos.
Por esas razones que el otro nos eligió y nosotros lo hicimos de igual manera es que la renuncia no debe estar en nuestros ideales en post de sostener una pareja. Solo, manteniendo nuestros espacios y compartiendo las alegrías y penas con el otro, seremos más libres de elegirnos todos los días.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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