
1. Líchigo
Si buscas la palabra en la Real Academia Española, dirá “la palabra líchigo no está registrada en el Diccionario”. Sin embargo, ¿quién no ha tenido un amigo tacaño? Ese que cuando hacemos la “vaca” para la comida o cervezas, se hace el loco y no quiere poner plata pero si quiere comer. Pues este, es conocido como el líchigo en Colombia. Nota de color: la palabra parece no tener versión en femenino 馃槈
2. Gorrero
De la misma familia de lichigos, tenemos a los gorreros. Se trata de personas que normalmente siempre están pretendiendo hacer que los otros paguen por ellos, que abusan de la confianza de los demás.
Hay una primera diferencia entre líchigos y gorreros: por ejemplo, si un grupo hace la vaca para comprar algo, el líchigo contribuye pero luego de un rato de rogarle, o si todos colocan 20 pesos, él pone 5. El gorrero, en cambio, definitivamente no pone nada.
La segunda diferencia con “líchigo” es que “gorrero” sí existe para la RAE (“persona que vive o come a costa ajena”), aunque el primer significado es “persona que tiene por oficio hacer o vender gorras o gorros”. ¿Será que algún hacedor de gorras se hizo mala fama viviendo a costa de los demás?
3. Gonorrea
Sí, es una enfermedad de transmisión sexual. Pero en Colombia también se usa comúnmente para decirle a alguien que actua de manera desagradable. Por ejemplo, de una persona (que se ha comportado mal contigo), dirías “ese man es una gonorrea”.
Matador’s Newsletter
Subscribe for exclusive city guides, travel videos, trip giveaways and more!
By Signing Up, I agree to the Terms and Privacy Policy
You’ve been signed up!
Follow us on social media.
FacebookInstagram
4. Zunga
En portugués brasilero, se emplea “zunga” para referirse a la tanga masculina. En la lengua africana del Kongo, “zunga” significa dar un rodeo o desviarse. En quimbundo, lengua de Angola, “assungar” significa “empujar”. En Colombia, hay dos singificados. Por un lado, se le dice “zunga” a una persona sucia o sucio, como alguien que no se ha bañado o que tiene un olor desagradable. Por el otro, en Colombia, es una palabra para referirse a una mujer que disfruta su sexualidad abiertamente y sin tapujos. Es decir, en el pasado y aún ahora para algunas personas, llamar “zunga” a alguien es insultarla, tratándola de prostituta que no cobra, haciendo uso de una mirada moral sobre una persona “promiscua”. Actualmente, algunas mujeres feministas están re-apropiándose del término. Por ejemplo, el colectivo llamado “Zunga” se encarga de estudiar y transgredir los cánones de representación del cuerpo femenino.
5. Huevón
Se traduce como “tonto”. Se usa para describir a aquella persona de la que todos se aprovechan o aquella que no aprovecha las oportunidades. Si quieres agrandar tu insulto, puedes decir “gran huevón”. Esta palabra ya se usa en otros países de América Latina, pero bien podría extenderse por fuera del idioma castellano.
6. Lámpara
Una persona que se luce demasiado, que se las da de mucho… Eso es una persona lámpara, que tiene como sinónimo “creído/a”. ¿Quién no tiene un amigo líchigo, uno un poco gonorrea, otro algo huevón, y también uno que es lámpara? El lámpara puede, además, ser o no boleta…
7. Boleta
Nada parecido a un tiquete de entrada. Acá nos referimos así para nombrar a esa persona que actúa o viste de manera excéntrica. Por ejemplo, alcanza con usar una de las siguientes prendas (que la persona de la imagen decidió combinar en un mix explosivo):
A post shared by Antiqu’e (@itsantique) on Aug 13, 2018 at 1:06am PDT
8. Gordo
Para que la palabra tenga efecto debe ir acompañado antes del verbo “caer”, con la finalidad de indicar que alguien no es de tu agrado o “te cae mal”. De esta manera terminas diciendo o escuchando “me cae gordo”.
9. Garbimba
Algo así como de “malas costumbres”, amigo de lo ajeno… aunque en otras ocasiones también se puede referir a un hombre no muy listo.
10. Caído del zarzo
El zarzo es un árbol donde habitan muchas aves. Cuando de repente cae del nido alguna inmadura que aún no está lista para volar ni valerse por sí misma, esa analogía da origen de esta expresión. Por tanto, caído del zarzo significa que es una persona tonta, ingenua y/o inmadura. Por ejemplo: “Neville Longbottom, de la película Harry Potter, a veces es como caído del zarzo”.
11. Guiso
Además de ser el condimento de las comidas (en Colombia por lo menos), también se relaciona con una persona mal educada o con pocos modales. Sin embargo, dependiendo del contexto, también se puede escuchar decir “que traje tan guiso llevas puesto”, es decir, usarlo como calificativo positivo.
12. Cachón
¿Has escuchado sobre poner los cachos? Seguramente sí, en el contexto de una situación de infidelidad. “Cachón” sería quien recibe los cuernos, a quién su pareja le está siendo infiel.
13. Sapo
Un sapo es alguien bastante entrometido, así que si te metes donde no te han llamado eres un sapo. La mala fama de los latinoamericanos indica que todos somos un poco “sapos”, que nos gusta el chisme. ¿Crees que sea verdad? Esta autora dice que «ser entrometidos» es de hecho un buen defecto de los colombianos.
14. Bombril
Según Mónica Corredor, los colombianos…
«Somos un poco “Bombril”, es decir, duramos tanto en la casa de los papás como la esponjilla. La verdad es que, en muchos casos, lo único que nos saca de la casa de nuestros padres es el matrimonio. Y es tan importante la familia, que en ocasiones ni siquiera eso logra el milagro. Una vez casados, es probable que vivan todos juntos con mamá o papá. Cuestión de compañía o comodidad, cada uno lo sabrá, pero más que un estereotipo es la pura verdad».
15. Perro
Este es tipo de hombre al que le gusta andar con varias mujeres al tiempo, un verdadero “mujeriego”. ¿Cuántos de estos conoces? ¿o acaso eres uno de ellos? 馃槈
Insultos más populares de Colombia
Jerga popular colombiana
Por: Colombia Mágica
Imágen recreativa con sentido de humor
En la jerga popular colombiana, en cuestiones de enfrentamientos y disputas es muy común usar palabras de alto calibre con el único propósito de ofender y humillar al adversario. Muchas veces no es necesario llegar a los golpes o al ataque físico, si se puede usar un arma más letal como la lengua… si, ese músculo que nos permite degustar los más deliciosos y variados sabores, en nuestra idiosincrasia, también es culpable de ayudar a pronunciar los insultos más ofensivos que aquí les recreamos con sus peculiares significados.
Publicación con carácter informativo, cultural y de entretenimiento. En Colombia Mágica no fomentamos la discriminación o el menosprecio hacia las personas.
Publicidad
Ofensas populares usadas en Colombia:
El significado de cada palabra se aplica por igual a a todos los sexos. (hombres, mujeres, otros géneros).
- Arrastrado: Persona pobre sin ningún futuro y llena de privaciones económicas.
- Atolondrado: Persona que no tiene prudencia ni precaución en su diario vivir.
- Atulampado: Lo mismo que sonso, tonto, bobo, pendejo, apocado, dormido, lento. Persona fácil de engañar o convencer.
- Baboso: Persona intensa, cansona, que fastidia mucho.
- Balurdo: Persona ridícula, de mala pinta o facha.
- Bazofia: Persona o cosa de la peor calidad, alguien despreciable o desagradable.
- Bobalicón: alguien bobo, demasiado ingenuo.
- Bobo: Persona ingenua que no entiende nada ni tiene malicia, poco inteligente.
- Cachón – Cachona: Persona a la que la pareja (esposa/o - novia/o) le es infiel, o le ponen los cachos.
- Cacorro: Similar a homosexual, pero con carácter de insulto.
- Calienta huevos: Mujer que alborota a los hombres y al final no sale con nada.
- Cara e monda: Dicho popular para asociar a alguien con el miembro masculino.
- Care Chimba: Lo mismo que cara e mondá.
- Cochino: Persona sucia, desarreglada, de malos hábitos, morboso.
- Corroncho: Término muy utilizado para referirse despectivamente a una persona ordinaria, sin cultura, sin modales ni educación.
- Coscorria: Persona cretina, despreciable, traicionera, ruin, de poco valor social.
- Culipronta: Se dice de la mujer que se entrega con gran facilidad y rapidez a cualquier persona con intenciones meramente sexuales.
- Flojo: Persona perezosa, sin voluntad para el trabajo ni las actividades físicas.
- Fufa: Mujer de la vida alegre.
- Fufurufa: Mujer de la vida alegre.
- Garbimba: Persona de mala calaña, de costumbres toscas.
- Garnupia: Persona que no sirve para nada, una escoria para la sociedad.
- Gonorrea: Persona mala, dañada, sin escrúpulos, de lo más malo que existe.
- Gonorriento: Igual que gonorrea.
- Guache: Persona grosera, violenta, de bajo estrato social.
- Guaricha: Mujer que ejerce la prostitución.
- Guisa / guiso: Mujerzuela.
- Gurrupleta: Persona muy despreciable que actúa con maldad.
- Hijueput*: Se le dice a alguien para ofender haciendo referencia a que es hijo de una put*.
Publicidad
- Hueva, weva o Gueba: Persona tonta, boba, idiota.
- Huevón o Guevón: Persona boba, lenta que se deja joder o molestar de los demás.
- Idiota: De poca inteligencia, torpe.
- Imbécil: Lo mismo que idiota.
- Insornia: Persona ordinaria, fastidiosa, de mal gusto, que nadie la quiere a su lado.
- Jetón: Persona de boca grande, o que habla mucho, que desespera al hablar.
- Lambón: Persona que tiene que estar alabando a otra persona para agradarle o solicitarle un favor.
- Lengua viperina: Este término se usa para hacer referencia a una persona que siempre está hablando mal de las demás personas y hacen mucho daño con todo lo que expresan, generalmente siempre con muy mala intención. El término 芦viperina禄 se asocia a las víboras venenosas, al chisme, las calumnias y el engaño.
- Lerdo: Persona lenta, de poca actividad.
- Loca: Algo similar a gay u homosexual.
- Loba: Mujer atrapa hombres, que quiere tener algo con todos al tiempo.
- Malparido: Persona que actúa con mala intención y de mala fe.
- Mamerto: Persona sin habilidades y de poca inteligencia.
- Maricón: Afeminado, homosexual, bobo.
- Mediocre: Ignorante, persona sin personalidad, de mala calidad.
Menso: Tonto, de poca inteligencia.
Publicidad
- Morronga: Mujer que aparenta ser lo que no es. Algo así como hipócrita o solapada.
- Mosca muerta: Persona que se quiere hacer pasar por alguien bueno, o en quien se pude confiar.
- Muérgano: Persona desagradecida, inútil, que no sirve para nada.
- Ñero: Persona sucia, mal hablada, mal vestido y con poca cultura.
- Patirrajado – patirrajao: Persona de clase baja, sin educación.
- Peliteñido: Forma despectiva de llamar a una mujer rubia (que se ha tinturado el cabello de rubio).
- Pendejo: Persona tonta, cobarde, alguien de quien se aprovechan.
- Percanta: Persona con características desagradables.
- Perra: Mujer aficionada al sexo, zorra, loba.
- Perro: Hombre infiel que se la pasa con una y con otra. (con una y con otra mujer).
- Petardo: Persona estúpida, Tonta, Que comete errores.
- Prepago: Que cambia servicios sexuales por dinero.
- Pichurria: Persona u objeto que no vale nada, algo insignificante.
- Pirobo: Persona que no sirve para nada.
- Put*: Mujer que se dedica a los oficios sexuales por dinero o placer.
- Re put*: Lo mismo que put*… pero con más énfasis, o doblemente put*…
- Sapo: Persona chismosa que todo lo cuenta.
- Sapo Hijueput*: Persona que cuenta todo lo que ve y causa problema por los chismes.
- Tontarron: Lo mismo que tonto pero con mas énfasis.
- Vago: Persona perezosa, apática, sin predisposición para realizar actividades.
- Zorra: Lo mismo que zunga o put*…
- Zunga: Lo mismo que put*, zorra y perra.
- Zuripanta: Mujer despreocupada y de vida alegre, y excesivamente libertina.
Escríbelo mal.
Hay una diferencia entre “Colombia” y “Columbia”. No viví adentro de una marca de ropa de aventura, viví en América del Sur. Es un insulto para todos los colombianos que uses la “u” en vez de la “o” al nombrar a su país. Un amigo colombiano le escribió enojado al consulado de Francia para pedirles que el link “Columbia” de su página web sea cambiado. A pesar de que lo cambiaron, temo que nunca entenderán el gran agravio que su error representó.
Cada colombiano te puede contar por lo menos una historia sobre algún “auténtico” menú o evento “cultural” en la que su país no estaba escrito correctamente.
Pregunta si tienen cocaína.
Si, es cierto, hay una gran cantidad de cocaína producida en Colombia. Pero la mayor parte se vende y se consume fuera de este país. Cada colombiano ha pasado por la situación de que le pregunten si trae cocaína encima. Sin embargo, en los seis meses que pasé allí jamás vi siquiera un gramo de perico (apodo local para la droga).
Muéstrate apurado.
Los colombianos creen que estar apurado es una mala actitud. Si, ve a tus reuniones; si, llena tu agenda de cosas para hacer; si, la vida pasa volando. Pero no te comportes como si siempre tuvieses que estar en otro lugar. A los colombianos les gusta tomarse su tiempo. La vida diaria tiene un ritmo lento, aunque a nativos de otras culturas esto les puede parecer una pérdida de tiempo. Los colombianos no se apurarán: creen en la calidad y en que el tiempo no es un problema. Mostrar que estás apurado es un insulto para los que te rodean: ¿es que acaso las personas que están aquí y ahora contigo son menos importantes que aquellas con las que te reunirás después?
Siempre tienes tiempo de detenerte y decir “hola”; es mucho más ofensivo pasar por al lado de alguien sin saludarlo porque estás apurado que llegar tarde.
Di que amas los tacos y que tienes un sombrero en casa.
A muchas personas que no son de la región les encanta generalizar sobre los países de habla hispana. Aunque jamás he escuchado decir que Nueva Zelanda, Irlanda y Canadá comparten la misma cultura, literalmente he escuchado decir que “México, Colombia y España son básicamente lo mismo”.
Los colombianos están orgullosos de su cultura y es degradante asignarles la de alguien más.
Di que “no”.
Los colombianos aprenden desde pequeños a lidiar con cosas que no quieren hacer. Una vez, cuando me negué a bailar con alguien en un evento cultural, un amigo me dijo –horrorizado- que simplemente “¡no debes decir que no!”. Para los colombianos no vale la pena herir los sentimientos de alguien solamente porque no tienes ganas de hacer algo. Son entrenados, desde su nacimiento, a remarla en circunstancias no deseadas.
No es que aceptan grandes cosas como matrimonios o la compra de una casa si no lo desean, pero para pequeñas cosas que no hacen daño, los colombianos siguen la corriente. La única vez que escuchaba a algunos colombianos decir que “no” era cuando les preguntaba si un evento o reunión iba a tomar un largo tiempo (cosa que sí terminaba sucediendo de todas maneras).
Comienza una conversación sobre Pablo Escobar.
Muchos colombianos no quieren ser asociados con alguien que es considerado una deshora para su país. Hablar de él es complicado. Como extranjero, no puedes ignorar el daño que el lord de la droga ha causado, pero tampoco estás seguro sobre cómo sacar el tema. Necesitas una suerte de balance zen en el que sabes sobre él pero no lo mencionas. El dolor que Escobar generó en Colombia, la violencia que ocasionó y la cantidad de personas inocentes que se vieron directamente afectadas son todos recuerdos trágicos y aún muy frescos.
Cuando mencioné, sin darle mayor trascendencia, que estuve cerca de la supuesta casa de fin de semana de Escobar, debí escuchar un sermón sobre por qué él no es una atracción turística, que es un hijo de puta, y que nadie, nunca, debería rendirle ninguna clase de tributo.
Tampoco digas “si, entiendo”. Quizás hayas leído sobre el tema. Quizás hayas visto fotos. Quizás recuerdes notas periodísticas al respecto. Pero a menos que hayas estado ahí, con miedo constante tanto de salir como de quedarte en tu casa, no lo “entiendes”.
Espera “exclusividad” de tus amistades.
En muchas culturas, cuando invitas a alguien a una fiesta o a un evento, solo viene esa persona. Para los colombianos, no solamente debes invitar a quien quieres que venga, sino que también debes tener en cuenta que traerán a la gente que ellos quieran invitar. Siempre habrá algún amigo que trae a la pesada de la novia, o una chica que aparece rodeada de su enjambre usual de gente. No es fácil. Los colombianos no son exclusivos, así que si los invitas, también estarás invitando por default a la gente que ellos quieren tener alrededor.
Los colombianos también tienden a auto-invitarse a tus planes. Es una cultura que valora lo comunitario, así que es grosero excluir al otro. La inclusión es una marca registrada de los colombianos, y dejar afuera a alguien es uno de los más grandes insultos que puede hacerse. Simplemente no se les cruza por la cabeza que quieras viajar o salir a correr solo.
Habla de Colombia como si fuera un país tercermundista.
No lo es. Es un país recientemente desarrollado o, en otras palabras, una economía en vías de desarrollo. Bogotá es una de las capitales más importantes de América del Sur, y Colombia tiene tanto teléfonos celulares como refrigeradores. ¿Hay áreas aún no “desarrolladas”? Si. Pero no le quites importancia a una región que no es lo que tú considerarías “avanzada”.
Colombia posee una gran biodiversidad y gran parte de ella está protegida. Es intencional que los árboles y los animales aún vivan en sus hábitats naturales. Lo que tú llamas “desarrollado” quizás sea, para otras personas, “dañado” o “arruinado”. Puedes vivir en una playa y dormir en una hamaca, o puedes vivir en un moderno departamento urbano, todo dentro de la misma Colombia. Así que no preguntes si la gente se transporta en mula al trabajo o si usan al café como moneda de pago.
Admite que no bailas.
Sí que bailas. Los colombianos no tienen miedo de moverse y expresarse. Si dices que no bailas, te lo advierto: le has dado la mejor excusa a cada colombiano que te cruces en ese lugar para probarte que sí, que de hecho puedes bailar: “¿Cómo que no bailas? ¡Venga!”. Mientras que para los foráneos puede ser intimidante estar en una fiesta en la que todos se mueven agraciadamente, los colombianos simplemente se dan cuenta que si todos los demás están bailando atraerás más atención si eres el único que no lo hace.
Si realmente no puedes bailar, tienes algunas pocas opciones. Puedes pasar una gran parte de tu tiempo en el baño, tomar y mantener tu copa llena (el tema es que si se trata de aguardiente, te aseguro que terminarás bailando), o pretender que has visto a un famoso e ir detrás de él: ¡No puede ser! ¿Ese era Juanes? La otra opción es participar de actividades que no involucren la danza, como las reuniones de negocio y las maratones.
Niégate a ayudar.
Los colombianos te harán grandes favores. Llamarán a sus contactos y buscarán darte una solución a tus problemas incluso si no sacan ningún provecho personal. Una vez me quedé afuera de mi departamento, y un amigo de mi roommate se ofreció a que un amigo suyo fuera hasta su casa, buscara la llave extra y cruzara la ciudad en auto para traérnosla. Me avergonzaría pedirle este tipo de cosas a mi mejor amigo en Estados Unidos, ¡imagínate cómo me sentí cuando le pidieron favores a gente que ni conozco para mi beneficio!
Los colombianos ofrecerán su ayuda y la de otros sin pensarlo dos veces. No esperan una retribución económica –para ellos esto es lo normal. Pero sí esperan que les devuelvas el favor cuando necesiten una mano. Así que desinteresadamente te ayudarán a mudarte, pero quizás un día te pidan que sus parientes que están de visita se queden en tu nuevo y espacioso departamento.
Llámalos con una versión agringada de su nombre.
Para los colombianos sus nombres son sagrados. Son comprensivos si no los pronuncias bien, ya que no todos pueden hacer sonar la “r” como corresponde en español, pero por lo menos haz el intento y no uses la versión en inglés.
No le digas “Andrew” a un Andrés, “Anthony” a Antonio o “Alexandra” a Alejandra. Ni siquiera intentes con la variante anglosajona de la pronunciación de su nombre, como /lora/ para Laura.
Si te interesa leer este artículo en inglés, haz clic aquí.