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El carismático ministro de Economía de una Argentina en crisis le disputa la candidatura presidencial a un dirigente de los movimientos sociales cercano al papa Francisco. El conciliador alcalde de Buenos Aires quiere imponerse a una exministra de Seguridad de mano dura. Y como fenómeno novedoso, un libertario antisistema con discurso ultraderechista promete acabar con «la casta política».Estos cinco personajes, además de un par de aspirantes de la diminuta izquierda, definirán en las elecciones primarias del domingo a los candidatos para las presidenciales del 22 de octubre en Argentina.- Massa, la habilidad política -Abogado de 51 años, Sergio Massa asumió el ministerio de Economía hace un año, en uno de los peores momentos de la prolongada crisis argentina. Sonriente y elegante, posee la habilidad de presentar las dificultades como logros, al menos entre sus adeptos.»Vino a poner orden en el ministerio. Fue una tarea titánica», dijo a la AFP el dirigente peronista Jorge Ferraresi. Pese a que la inflación (115% interanual) y la pobreza (40%) están en picos históricos, la vicepresidenta, Cristina Kirchner, lo elogia: «Sergio, te hiciste cargo en un momento muy difícil, muy complejo. No arrugaste, fuiste para adelante y eso siempre es bueno», dijo la dirigente de la coalición oficialista Unión por la Patria.Hombre de ambiciones, Massa ha hecho y deshecho alianzas políticas. Creó en 2013 el Frente Renovador, un partido de centro como alternativa a Kirchner, a quien había acompañado como jefe de gabinete entre 2008 y 2009.»Tiene una fortaleza: es una persona muy cercana al círculo del poder en la política, los medios y los empresarios», lo describió la politóloga Paola Zubán.Hijo de inmigrantes italianos, Massa creció en la periferia de Buenos Aires. Está casado y tiene dos hijos.- Grabois, la fe y los movimientos sociales -Figura de los movimientos sociales, con su postulación Juan Grabois desafía la unidad del peronismo en torno a Massa.Abogado, sociólogo, docente, escritor, editor y pianista aficionado, este hombre de 40 años, cercano al papa Francisco, quiere representar a los sectores más a la izquierda dentro de Unión por la Patria.Aunque los sondeos no le dan ni por asomo la posibilidad de conseguir la candidatura oficialista, este proceso electoral lo lanzó a la política partidista, tras dos décadas entregado a la organización de la economía popular.- Rodríguez Larreta, la moderación -Moderado, de carácter metódico y orador renuente, el derechista Horacio Rodríguez Larreta se presenta como un «hacedor». Economista de 57 años, es cofundador con el expresidente Mauricio Macri del partido Propuesta Republicana (PRO) y representa el ala más dialoguista de la alianza opositora Juntos por el Cambio. Antes integró diversos gobiernos, incluyendo los de Carlos Menem (1989-1999), un peronista liberal, y de Fernando de la Rúa (1999-2001).Su figura creció a la sombra de Macri, de quien fue jefe de gabinete en la alcaldía. Pero se desmarcó paulatinamente hasta que en febrero formalizó su aspiración presidencial sin esperar la decisión del exmandatario.Cuenta que siempre soñó con ser presidente: «A los 6 años ya lo decía en la escuela», ha declarado, aunque reconoce que «desde chico me decían que no tenía carisma, que no tenía carácter. La vengo ‘remando’ (trabajando) desde hace años».Creció en un hogar en el que estaba presente la política. Su padre, llamado Horacio al igual que él, participó en el gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962). En 1977 fue secuestrado por la dictadura y liberado 10 días después.Rodríguez Larreta está separado y tiene dos hijas.- Bullrich, la mano dura -De 67 años e involucrada en la política desde la adolescencia, cuando militó en la Juventud Peronista en los turbulentos años 1970, en plena actividad de la guerrilla Montoneros, Patricia Bullrich se ofrece como la mano dura sin medias tintas para un país en crisis. «Es todo o es nada», clama en sus mensajes publicitarios.La historia de su familia se enlaza con la de Argentina. Su bisabuelo Honorio Pueyrredón fue un destacado dirigente radical (socialdemócrata), los Bullrich tuvieron la más importante casa de subastas de ganado en Buenos Aires en el siglo XIX. Su cuñado Rodolfo Galimberti fue un importante líder de Montoneros. Y su prima Fabiana Cantilo es una figura destacada del rock nacional.Fue ministra de Seguridad en el gobierno de Macri (2015-2019) y ministra de Trabajo en el de Fernando de la Rúa (1999-2001). Actual presidenta del partido PRO, ha cultivado una imagen de mujer decidida e intransigente.»La caracteriza el coraje, la decisión y la firmeza. Tiene una gran capacidad de evaluación política» dijo a la AFP Fernando Iglesias, dirigente muy cercano a ella.Bullrich tiene un hijo, Francisco Langieri, nacido en 1979 cuando regresó a Argentina luego de algunos años en el exilio con su entonces compañero Marcelo «Pancho» Langieri. Su esposo actual es el abogado Guillermo Yanco.- Milei, contra la casta -«La casta tiene miedo». «¡Viva la libertad, carajo!», clama el economista Javier Milei, de 52 años, un diputado libertario y ultraderechista que ha sacudido el escenario político argentino.Con propuestas que van desde eliminar el Banco Central hasta permitir la libre venta de órganos humanos, Milei es seguido en sus actos de campaña principalmente por jóvenes varones hastiados o indignados con lo que él define como la «casta política».El amor por sus perros mastines y la muy estrecha relación con su hermana Karina conforman, según sus propias declaraciones, su círculo afectivo más inmediato. En las legislativas de 2021, su primera elección, su partido la Libertad Avanza fue la tercera fuerza más votada en la ciudad de Buenos Aires, con 17%.Pero en las últimas semanas, su figura se vio empañada por denuncias de excolaboradores, según las cuales exigía pagos en dólares para inscribir candidaturas a los comicios presidenciales y parlamentarios de octubre.bur-nn/sa/ls/ltl
Una vez que se han dado cuenta que la más reciente telenovela de Salvador Mejía no fue del agrado del público, ahora el equipo que la realiza tiene la tarea de justificar lo que a la audiencia le parece que está mal. Y para muestra un botón: recientemente han incorporado una escena extra, de esas llamadas hijuelas, para explicarnos que el “niño Emiliano” finalmente no es hijo de Salma (Patsy), solamente de Jorge, y ella desde que se casó en segunda nupcias con el personaje de Juan Ferrara, lo adoptó con mucho amor.
Es evidente que esa escena entre los personajes de Ferrara y Patsy no estaba originalmente en el libreto, porque está dirigida en otro tono y los actores repiten los diálogos, como si no estuvieran convencidos de lo que están diciendo. Y es que como reza el título de este melodrama, es imperdonable que después de casi sesenta capítulos quieran justificar que se equivocaron al elegir a los actores y pusieron a dos de la misma edad a hacer de madre e hijo. Por si fuera poco, al cincuentón de Sendel le dicen mi niño, el niño, Emi… pues qué es eso. ¿Nadie se dio cuenta del absurdo? Que aunque así estuviera escrito y pretendieran respetar el libreto, al aire se iba a ver ridículo. No hay que ser sabio para darse cuenta que la elección de Sergio Sendel en el papel de Emiliano, no era la indicada. A principios de año, se hicieron las pruebas para elegir a los actores, y el papel de Emiliano originalmente se lo ofrecieron a Jean Carlos Canela, quien con 27 años recién cumplidos y cara de buena gente, hubiera encajado perfectamente en la psicología del hijo de Juan Ferrara, y muchas cosas que hace y dice ese personaje hubieran tenido sentido. En lugar de Sendel mejor hubieran elegido a Sebastián Zurita y habría sido más creíble que su mamá en la ficción es Patsy. Tampoco es creíble que el personaje de Gretell Valdés sea menor que el de Ana Brenda Contreras.
A los errores de casting se suman los desaciertos del libreto. ¿No me diga que la escena de Alicia Machado cantando en la iglesia para animar a los mineros enfermos estuvo bien? ¿Por qué ese personaje se quitó el saco y se contoneaba cual teibolera? ¿Qué sigue que cante y baile como el personaje de Ninel Conde en Fuego en la Sangre? Y otra detalle que no han cuidado en cuento a contenidos se refiere es la constante referencia a asuntos médicos. Al personaje de Iván Sánchez lo acuchillan, hay que suturarle la herida y hacerle una transfusión de sangre. Los mineros se intoxicaron con cianuro. El personaje de Gretell Valdés está enfermo del corazón. Y para acabarla de amolar, la protagonista cree que su esposo puede tener alguna enfermedad mental. ¿A nadie la cayó el veinte de la saturación de contenidos clínicos?
Don Valentín Pimstein en su decálogo de la telenovela decía que lo médico y lo legal, mata el melodrama. Me extraña que Salvador Mejía siendo su alumno, se haya olvidado de esas sabias enseñanzas. Con lo que hasta ahora he visto en Lo imperdonable, me queda claro que tanto el productor Salvador Mejía, como la escritora Ximena Suárez no tuvieron tiempo para hacer bien las cosas. Él suma ya cinco novelas sin conocer el éxito desde la ya comentada Fuego en la Sangre, que aunque criticada por muchos, tenía un gran rating que la hacía estar más allá del bien y del mal. Y en el caso de la señora Suárez, después del inmenso tropezón que significó en su carrera La Malquerida, ahora otra vez no puede remontar el vuelo. De ser cierto que ella se va a encargar de los libretos de la siguiente telenovela del señor José Alberto Castro, esperemos que tenga tiempo de hacer un examen de conciencia de qué es lo que le ha venido fallando últimamente, para que pueda reverdecer sus laureles y alcanzar el éxito que tuvo con Teresa y La que no podía amar.
The vip question of the day is: El Niño Emiliano looks how old in his iPhone selfie? A) old b) antique c) ancient relic #LoImperdonableUS
— Alex (@Alexbashestv) Mayo 29, 2015