Pajaro toh

Los aventureros expertos conocen muchos secretos para encontrar cenotes en las selvas de la Península de Yucatán. Muchas veces son guiados por su propio instinto o por los silbidos de los aluxes, pero muchas otras veces recurren al “tuuut tuut” del Pájaro Toh. Este pájaro se sabe que sólo habita en lugares cercanos a cavernas y cenotes y tiene una cola muy singular que mueve como péndulo y un plumaje brilloso que refleja los rayos del sol.

 

LA LEYENDA

Cuenta la leyenda, que alguna vez fue un ave sumamente presumida y orgullosa. No hacía el mínimo esfuerzo por cazar su propio alimento, pues el Pájaro Toh era una de las especies reales.

 

Era admirado por otras aves por su larga, delicada y brillante cola de muchos colores, que lo hacían verse tan hermoso como el mismo Rey Kukul. Eso lo volvió orgulloso y arrogante.

 

No trabajaba, se reunía con otros pájaros reales en las profundidades de la selva y pasaba todo el día contando historias. Toh pedía a sus compañeros que le buscaran comida, para no maltratar sus hermosas plumas de la cola.

 

Una tarde, aparecieron nubes negras en el cielo anunciando una tormenta. Se convocó a una reunión de emergencia de las aves para protegerse, asignando a cada una su tarea específica.

 

El pájaro carpintero, el tucán, los pericos y guacamayos se dedicaron a cortar ramas para construir refugio; la chachalaca y el pavo del monte llevaron ramas más pesadas. Los pájaros pequeños como los cuervos, se encargaron de juntar pastos y plantas para cubrir el refugio.

 

Pero el Pájaro TOH se negó a realizar cualquier trabajo, alejando que era de la realiza, no un obrero. Pero las demás aves lo suplicaron y el indignado pájaro tomó su lugar entre los constructores del refugio.

 

Pronto se sintió cansado y espero a que nadie lo viera para escaparse del trabajo y esconderse en las grietas de una pared de piedra. Se acurrucó y se dispuso a dormir. Sin embargo, no se dio cuenta que su cola colgaba fuera de su refugio, sobre un camino donde los trabajadores pasaban con su carga.

 

Pasó tiempo y el Pájaro Toh despertó y escuchó pájaros cantar. La tormenta había terminado y las aves se regocijaban por la buena suerte de no haber sufrido mayores daños. El Pájaro Toh voló hacia el refugio y junto con los pájaros reales, volaron a su lugar favorito para posarse entre la selva. Como siempre, el Toh se colocó en el lugar más alto del grupo para que pudieran admirar su hermosa cola.

 

Pero uno de los compañeros empezó a reír, señalando la cola de Toh. Poco a poco, todas las demás aves hicieron lo mismo, diciéndole “¡Tu cola está arruinada, seguramente la dañaste cuando trabajaste tanto como dices!”

 

El Toh se miró y vio sólo dos largas varas desnudas colgando. Horrorizado, se dio cuenta de lo que había ocurrido mientras dormía. El engreído pájaro reconoció su culpa, pero no podía soportar que sus amigos supieran la verdad. Su orgullo pudo más que él y se alejó volando hacia la parte más inaccesible de la selva. Ahí cavó un hoyo y se metió.

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Hasta el día de hoy, el Pájaro TOH permanece como recluso en la selva, evita a las otras aves y hace su casa en agujeros de las cuevas.

El momoto cejiazul[1]​ (Eumomota superciliosa) es una especie de ave coraciforme de la familia Momotidae. Habita en Centroamérica desde la península de Yucatán hasta Panamá. Esta ave es también observada en América del Sur. En Colombia se le conoce como Barranquero. Es común y no se considera amenazado de extinción.

Esta ave de singular belleza y policromo plumaje es conocida como torogoz en El Salvador (donde fue declarada ave nacional en noviembre de 1999)[2]​ y guardabarranco en Nicaragua (declarada ave nacional mediante el decreto 1891 del 27 de septiembre de 1971 con ratificación legislativa en junio de 2012).[3]​ Si bien en ambos decretos legislativos se refiere expresamente a Eumomota superciliosa (con diferentes nombres vernáculos), en el caso nicaragüense los ornitólogos Howell y Webb (1995) describieron características del plumaje similares a las de Momotus momota, con base a observaciones de especímenes de ese país que habían sido clasificados como E. superciliosa.[4]​

Descripción

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Esta es un ave relativamente pequeña, del tamaño de un puño dede la lucia, en promedio mide 34 cm de largo y pesa unos 65 gramos. Tiene el cuerpo mayoritariamente verde con la espalda y el vientre rojizo y además presenta diversas tonalidades de verde, celeste tornasol, blanco, amarillo, anaranjado y negro.

Posee una raya azul pálido sobre el ojo, asemejando un antifaz y en la garganta una marca vertical negra con un margen azul. Las plumas de vuelo y la superficie superior de la cola también son azules.

Un rasgo muy llamativo y característico es que de su cola sobresalen dos largas plumas con el raquis desnudo y largo y pluma ancha al final, simulando dos raquetas grandes, como las de muchos otros momotos, pero los astiles son más largos. Muchas veces, sobre todo cuando están alarmados, mueve su cola como un péndulo de un lado a otro, de allí su apodo yucateco «pájaro reloj». Es comúnmente conocido en Yucatán como «pájaro toh».[5]​

El grito es un graznido nasal, «cwawcaca» o «cwaanhoho», algunas veces se repite y se puede oír de lejos.

Hábitat y distribución

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Ejemplar en Costa Rica

Vive en hábitats bastante abiertos, como bordes de selvas, bosques ribereños y matorrales. Es más conspicuo que los demás momotos y frecuentemente se posa en alambres y cercas, se agacha en mallas o cables telefónicos, moviendo su cola de un lado al otro. Ahí busca presas como insectos y pequeños reptiles, alimentándose también de frutas.

En Nicaragua se les encuentra principalmente en las áreas boscosas de la costa del Pacífico, especialmente en los departamentos de Granada, Masaya, Carazo, Rivas y Managua.al igual que en la provincia de Yucatán.

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Reproducción

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Construye su nido en áreas calizas o dentro de la tierra, haciendo un hueco ubicado al lado de un camino, un río o quebrada. Pone de 3 a 5 huevos blancos depositados directamente sobre el suelo en una madriguera en una loma o a veces en una pedrera, donde son incubados. Se reproducen entre mayo y junio.

Subespecies

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Se reconocen siete subespecies de Eumomota superciliosa:[6]​

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El guardabarranco apareció en el anverso y reverso de los billetes de 5,000 córdobas nicaragüenses, serie G, de 1985.[7]​[8]​ También aparece en el reverso de los billetes de 200 córdobas, serie A, de 2007.[9]​

Referencias

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Bibliografía

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  • Steve, N., Howell, G. & Webb, S. 1994. A Guide to the Birds of Mexico and Northern Central America (Una guía a las aves de México y del norte de Centroamérica). Oxford University Press. ISBN 0-19-854012-4

Enlaces externos

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La bella leyenda del pájaro Toh

4 minutos

La leyenda del pájaro Toh es una historia que los antiguos mayas repitieron de generación en generación, para enseñarles a los jóvenes la importancia de mantener la humildad y ser solidarios con quienes nos rodean.

La bella leyenda del pájaro TohLa bella leyenda del pájaro TohGema Sánchez CuevasGema Sánchez CuevasGema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 05 julio, 2022

La leyenda del pájaro Toh es una antigua historia de origen Maya, más exactamente de la Península de Yucatán. Según dicen que los aventureros que se adentran en las selvas de esas regiones son guiados por el pájaro Toh para encontrar cenotes, es decir, estanques naturales ubicados en cavernas.

El pájaro Toh es un ave solitaria , que siempre está cerca de cuevas y sitios oscuros. Lo más característico de ella es su canto quejoso y su singular cola. Esta tiene un plumaje brillante que reluce con los rayos del sol. Esa cola se mueve como un péndulo y no es parecida a la de las demás aves de la región.

“La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano”.

-San Agustín-

Cuenta la leyenda del pájaro Toh que hace muchísimos años, esta ave formaba parte de la realeza natural. En aquel entonces tenía una larguísima cola de colores espectaculares. Era tan bella, que por eso mismo se le consideraba un ave superior. Todos los animales admiraban su bello plumaje y la trataban con especial deferencia.

Comienza la leyenda del pájaro Toh

Según la leyenda del pájaro Toh, tan bella y admirada era esta ave que se volvió sumamente presuntuosa y banal. Decía que no podía trabajar , porque temía que su bella cola se estropeara. Así que los demás pájaros tenían que conseguirle la comida y el agua. También elaborar sus nidos y preparar el sitio donde iba a dormir.

El pájaro Toh no hacía prácticamente nada. Se levantaba tarde y luego se iba al jardín real, donde estaban las aves más bellas de toda la selva. Allí todas se ponían a conversar banalidades y a reír de tonterías. Así pasaban todos los días de sus vidas.

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Por lo demás, el pájaro Toh era un ave extremadamente caprichosa . No se conformaba con cualquier alimento, sino que siempre quería lo mejor. Aunque los demás pájaros se esforzaban por complacerla, nunca parecía estar a gusto con nada.

Grupo de pájarosGrupo de pájarosGrupo de pájaros

Una extraña tormenta

Una noche cualquiera, el búho, que era el más sabio de todos, dijo que se avecinaba una aterradora tormenta. De buena fuente sabía que tormentas así solo había cada 50 años. Era algo inimaginable. Truenos, rayos y centellas caerían sobre toda la selva. Era necesario que construyeran un refugio para sobrevivir.

Inmediatamente todos los pájaros se pusieron a trabajar. El pájaro carpintero, los guacamayos, los pericos y el tucán empezaron a cortar ramas para hacer un refugio. Los pájaros más grandes, como el pavo de monte y otros, llevaron las ramas más pesadas. Los pájaros pequeños, como los cuervos y las codornices juntaron pastos y pequeñas plantas para colaborar en la construcción.

Dice la leyenda del pájaro Toh que las nubes se veían cada vez más negras. Sin embargo, el pájaro Toh seguía como si nada estuviera ocurriendo. Solo estaba esperando a que los otros terminaran de construir el refugio para resguardarse en él. Sin embargo, los demás no daban abasto. Así que esta vez sí le recriminaron esa actitud. Molestos le pidieron que también ayudara.

Termina la historia y comienza la leyenda

El pájaro Toh se molestó por la exigencia de sus compañeros. Sin embargo, temiendo que lo dejaran sin lugar en el refugio, se unió a los constructores. Pasaron apenas unos cuantos minutos y se fatigó. Tenía mucha pereza de trabajar como un obrero. Esto no estaba hecho para él. Así que aprovechó un descuido de los demás y se escondió en una cueva.

Una vez estuvo dentro de la cueva, se recostó y se quedó dormido. Ni siquiera notó en qué momento comenzó la tormenta. Cayeron rayos y centellas, pero eso no lo despertó. Los pocos minutos en los que había trabajado lo dejaron exhausto. Lo malo es que la cueva era muy pequeña y toda su hermosa cola quedó colgando por fuera del lugar, pero eso no le importó. La tormenta duró todo un día y una noche, pero al día siguiente apareció el sol. Los demás pájaros salieron de su refugio y el pájaro Toh de su cueva.

Pájaros volando juntosPájaros volando juntosPájaros volando juntos

Cuenta la leyenda del pájaro Toh que este pensó que todo seguiría igual. Tan pronto vio que la lluvia había cesado, se fue de nuevo al jardín real para seguir su rutina diaria. Sin embargo, cuando llegó todos comenzaron a reírse de él. Poco quedaba de aquella cola majestuosa, que la tormenta había destrozado por completo.

Avergonzado, el pájaro Toh volvió a la cueva y no volvió a salir de allí. El castigo para su soberbia y su egoísmo fue tener que vivir solo, en un sitio apartado y trabajar por siempre para guiar a los exploradores.

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