
La idea de dedicatoria se emplea respecto a aquello que implica o tiene dedicación: el acto y el resultado de dedicar. Este verbo, por su parte, alude a consagrar una cosa a una divinidad o a destinar o dirigir algo a alguien.
El uso más habitual del concepto de dedicatoria refiere a la nota que una persona dirige a otra para ofrendarle una obra o algún tipo de obsequio. En los libros, las dedicatorias suelen incluirse al comienzo.
Por ejemplo: “Como regalo de aniversario, mi esposo me regaló un hermoso ramo de rosas con una dedicatoria muy cariñosa”, “El escritor incluyó al médico que le salvó la vida en la dedicatoria de su nueva novela”, “Antes de interpretar la canción, el artista realizó una dedicatoria a las víctimas de la inundación”.
Una dedicatoria permite ofrecer o dirigir un libro a uno o más individuos. Por lo general, los escritores incluyen una dedicatoria que queda impresa entre las primeras páginas de la obra: puede estar dirigida a familiares, amigos, editores, personas que lo hayan ayudado en el proceso de escritura, etc. También es común que los autores escriban una dedicatoria a mano cuando regalan uno de sus libros o cuando algún lector se acerca a ellos con un ejemplar.
Muchas veces, un sujeto que le obsequia un libro a otro se lo dedica. En este caso, la dedicatoria no es una creación del autor, sino de quien adquiere la obra para obsequiarla. Una mujer puede comprar un libro de Stephen King para regalárselo a su hijo, escribiendo la siguiente dedicatoria en la primera página: “Mi amado hijo, deseo que pases un muy feliz cumpleaños. Ojalá disfrutes esta novela de tu autor favorito. Te quiere, tu mamá”.
Si bien no se ha determinado quién fue la primera persona en elaborar una dedicatoria en la historia de la humanidad, es posible encontrar estas pequeñas notas en muchos libros clásicos. Por citar un ejemplo, Mecenas (el noble romano destacado por haber impulsado las artes y haber sido protector de talentosos poetas jóvenes) recibió varias dedicatorias de Virgilio y Horacio, dos de sus más reconocidos protegidos.
También podemos leer la dedicatoria que el poeta y filósofo Tito Lucrecio Caro regaló a Memio, uno de sus amigos, en la única obra que se le adjudica: «Sobre la naturaleza de las cosas«, en la cual habla en defensa de la filosofía de Epicuro y de los conceptos de la física atomista de Leucipo y Demócrito. En el manuscrito ilustrado conocido como cronógrafo del 354, existe una curiosa dedicatoria acompañada de un llamativo dibujo que muestra a dos ángeles sosteniendo un cartel en el cual se encuentra el mensaje mismo.
A lo largo de la Edad Media y el Renacimiento continuó esta costumbre de los autores, que consistía en elaborar una dedicatoria para sus benefactores, a modo de agradecimiento por haberles brindado tanto apoyo. En el siglo XX, en ciertos círculos intelectuales ajenos al ámbito académico, la dedicatoria llegó a ser considerada un género literario menor.
Dado que existe un sinfín de ejemplos en los cuales los autores de obras literarias utilizaron la dedicatoria para conseguir favores o con el objetivo de aumentar sus ventas, el prestigio de este tipo de notas de agradecimiento decayó violentamente en los últimos tiempos. Se sabe que muchos escritores incluyeron en sus libros halagos excesivos a reyes y políticos de una forma innegablemente interesada, y este tipo de actitudes (o de tácticas, si se quiere) llevó a muchos otros a evitar la dedicatoria por completo.
El escritor francés Antoine Furetière señaló en una oportunidad que las dedicatorias habían sido inventadas por los mendigos, con el propósito de conseguir limosna a cambio de elogios, y esto nos lleva a pensar en lo delgada que puede ser la línea entre la sinceridad y el interés.
Te explicamos qué es una dedicatoria, su origen y cómo se clasifica. Además, cuáles son sus características generales y algunos ejemplos.
¿Qué es una Dedicatoria?
Una dedicatoria es una nota o texto breve que encabeza una obra de algún tipo: artística, investigativa, científica o académica, que la dirige u ofrece a una persona o varias, cuya significación afectiva es considerable para el autor.
En otras palabras, es un reconocimiento o gratitud que el autor de la obra extiende a una persona, lugar o grupo de gente que le resultan especiales y que, por lo general, tienen algo que ver con su historia personal o con la historia de la realización de la obra en cuestión.
Así, un autor puede dedicar su obra a la vida, a Dios, a la patria, a su madre, a su padre, a su pareja, al pueblo, a su mejor amigo, a la persona que lo apoyó, a un ser querido que no está para recibirla pero que hubiese querido, a un antiguo maestro que le enseñó los primeros pasos del oficio, etc.
Las dedicatorias suelen ser brevísimas, en prosa, literales o metafóricas, dependiendo del gusto del autor. Algunas forman parte del texto de la obra y otras son añadidas a mano sobre ella (en el caso de las obras impresas), aprovechando por lo general las páginas blancas de cortesía al inicio de un libro o un manuscrito.
Ver además: Autobiografía.
Origen de la dedicatoria
Es imposible saber quién inventó la dedicatoria como tal, pero se sabe que desde tiempos antiguos se la empleaba como una forma de obsequiar la obra a un amigo o, en todo caso, de agradecer al mecenas el mantenimiento del poeta mientras escribía la obra: tal es el caso de los poetas latinos Horacio y Virgilio, por ejemplo.
Esta última práctica puede verse a lo largo del medioevo y el Renacimiento, pero ya en la modernidad se empleó de manera distinta, para agradecer la cooperación o el apoyo de quienes acompañaron al autor o incluso para decir que la obra tuvo que ver con alguien o con algo expresamente, con su influencia, con su naturaleza, etc.
Dedicatorias de libros
Las dedicatorias de los libros suelen ir al inicio, antes de que comience el texto de la obra, ya sea de ficción, de investigación, periodismo o ciencias. Esta dedicatoria puede ser más o menos elaborada, desde un simple “Para xxx” hasta un par de líneas que justifiquen la dedicatoria: “Para xxx, por creer en mí incluso cuando yo no lo hice”.
Las dedicatorias de libros por lo general van en una hoja blanca simple, sin ningún acompañamiento ni numeración. En el caso de los cuentos o poemas, en cambio, la dedicatoria suele ir bajo el título del mismo, para no confundirse con las de los demás del libro.
Dedicatorias de tesis
Las tesis de grado y otros trabajos académicos de envergadura como investigaciones, monografías y demás, también suelen llevar dedicatorias.
Estas, como en los libros, suelen ir antes del contenido formal del trabajo, entre las páginas preliminares: dedicatoria, agradecimientos, índice de contenido, epígrafes. Las dedicatorias de las tesis no son diferentes a las de los libros.
Dedicatorias de películas
Muchos filmes tienen dedicatorias. Lo curioso de esto es que no figuran al principio, como en el resto de los formatos, sino que aparecen al final, cuando el filme ha recién terminado, como colofón o cierre de la obra.
A diferencia del resto de la película, surgen en pantalla como texto simple, sin voz lectora ni animación ninguna, sobre un recuadro vacío (negro o blanco) o algún fondo fijo.
Dedicatorias de canciones
En el caso de las obras musicales, la dedicatoria no puede apuntarse en ninguna parte, ya que la obra se percibe en su ejecución y, aunque en la partitura (el texto musical escrito) se encuentre una dedicatoria explicitada, el público que escuche la canción no podrá leerla.
Es por eso que muchas veces la dedicatoria de una canción termina siendo el título de la misma, como en la sonata de Beethoven “Para Elisa” o en “Canción brava para un pueblo manso” del cantante popular venezolano Alí Primera.
Dedicatorias de amor
Las dedicatorias de amor son un cruce entre la dedicatoria y el poema de amor, ya que tienen como fin expresarle a la persona que “recibe” la obra todo el amor que el autor siente por ellas.
Deben manejarse con cuidado, sin embargo, ya que podrían salirse de tono con el resto de la obra y afearla, por lo que se recomienda que sean breves. Sin embargo, suelen tener un lenguaje un poco poético. Por ejemplo:
- “Para xxx, cuya compañía ha sido una luz en mis noches oscuras”
- “Dedico esta obra a xxx, aunque es poca cosa a cambio del amor que me ha brindado”
- “A xxx, por los besos y las caricias que todavía nos debemos”
Dedicatorias a Dios
Es común que las obras que tomaron mucho esfuerzo, sobre todo las obras académicas de grado o de fin de curso, se dediquen a Dios como una forma de agradecer la oportunidad vital de culminarlas con éxito. Esto es muy común, claro, en personas creyentes.
Las dedicatorias a Dios no se diferencian en nada de las dedicatorias a un cónyuge o amigo, pero por lo general tienen un tono más bíblico y enfático, por ejemplo:
- “A Dios, creador de todas las cosas, por guiar mis pasos con éxito”
- “Para Dios, más que a nadie, por haberme dado la fuerza cuando no la tenía”
- “Dedico esta obra a Dios, padre y señor, por nunca haberme desamparado”
Dedicatorias y agradecimientos
Las dedicatorias y los agradecimientos no son la misma cosa. Por lo general la dedicatoria es simple y breve, y evidencia un nexo emocional con la persona que la recibe, a veces “en clave” o de manera poco explícita para el común de las personas.
En cambio, los agradecimientos de una obra son literalmente eso: una serie de agradecimientos explícitos a quienes merecen reconocimiento por su participación, apoyo o acompañamiento durante la hechura de la obra.
Los agradecimientos pueden ser extensos, incluso superar una página, y suelen dejar bien en claro por qué razón se agradece, por ejemplo: “A xxx, por su lectura atenta y generosa del borrador de esa obra”.
Cómo hacer una dedicatoria
Una dedicatoria se hace muy fácilmente: se decide qué persona, lugar o conjunto de personas merecen la obra, es decir, debería “recibirla” como si de un regalo se tratara, algo que le va a resultar muy significativo.
Entonces, dependiendo del formato de la obra (para ello pueden verse los puntos anteriores) se coloca al principio o final de la obra una línea que exprese esa dedicatoria: “Para xxx” o “Para mi compañero inolvidable, xxx”.
Sea cual sea el caso, es importante que la dedicatoria sea comprensible, que tenga el nombre correcto del que la recibe (o un apodo, o un nombre secreto, si la dedicatoria es “en clave”) y que no tenga errores ortográficos ni gramaticales.
Ejemplos de dedicatorias
Algunos ejemplos de dedicatorias famosas de escritores:
- “A Enrique Jardiel Poncela, mi mayor enemigo, con la adhesión, la simpatía y el afecto de Enrique Jardiel Poncela”. .. hubo alguna vez once mil vírgenes de Enrique Jardiel Poncela.
- “Dedico este libro a mis enemigos, que tanto me han ayudado en mi carrera”. La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela.
- “Esta es una obra de ficción, y no está dedicada a nadie”. Cartero de Charles Bukowski
- “A mi esposa Marganit, y a mis hijos Ella Rose y Daniel Adam, sin quienes este libro se habría terminado dos años antes”. Una introducción a la topología algebraica, Joseph J. Rothman
Referencias
- “Dedicatoria” en Wikipedia.
- “20 dedicatorias de libros simplemente brillantes” en Cultura Inquieta.
- “Ejemplos de dedicatorias para tesis” en AprenderLyX.
- “Las diez dedicatorias más memorables de la historia del libro” en El País (España).