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Validación es la acción y efecto de validar (convertir algo en válido, darle fuerza o firmeza). El adjetivo válido, por otra parte, hace referencia a aquello que tiene un peso legal o que es rígido y subsistente.
Por ejemplo: “Hemos intentado comprobar la autenticidad del producto, pero lo cierto es que no pasó el proceso de validación”, “El dueño ya realizó la validación del proyecto, el cual será desarrollado en los próximos meses”, “El programa no superó el proceso de validación y, por lo tanto, dejó de funcionar”.
Validación de software
En el ámbito de la creación de software, se conoce como pruebas de validación al proceso de revisión al que se somete un programa informático para comprobar que cumple con sus especificaciones. El mismo, que suele tener lugar al final de la etapa de desarrollo, se realiza principalmente con la intención de confirmar que la aplicación permita llevar a cabo las tareas que sus potenciales usuarios esperan de ella.
Las pruebas de validación también se llevan a cabo para determinar si la licencia de un software es legal o si se trata de una falsificación (una copia pirata). Algunas versiones del sistema operativo Windows realizan estas pruebas de validación de manera automática (sin que el usuario lo requiera). Cuando sucede que el proceso no es superado, el propio sistema avisa al usuario que podría ser víctima de una falsificación.
Puede servirte: Proceso informático
Métodos usados en la química
Tomando como ejemplo el campo de la química analítica, que estudia la composición de los materiales a través de pruebas de laboratorio, se sabe que es posible utilizar un método de validación para un analito determinado (el elemento de interés de una muestra), valiéndose de una cierta instrumentación, de la muestra en cuestión y realizando un tratamiento específico de los datos, y que dicho método puede aplicarse en diversos laboratorios con resultados equivalentes, siempre que cumplan con los mismos requisitos de equipamiento y personal.
Existen diferentes métodos de validación, que deben ser utilizados luego de la etapa de desarrollo y optimización:
* Método ciego: haciendo uso de muestras de concentración conocida de un compuesto en particular, los analistas pueden determinar si cumplen con una serie específica de requisitos. Si bien este método depende en gran parte de quienes lo llevan a cabo, se trata de una práctica de poca complejidad, que demanda poco tiempo y que garantiza la imparcialidad de sus participantes. Se pueden distinguir tres modalidades:
+ cero ciego: sólo interviene una persona;
+ simple ciego: lo realizan dos analistas;
+ doble ciego: participan tres profesionales, dividiéndose el trabajo de una manera muy específica. El primer analista se encarga de preparar las muestras y realiza, junto con el segundo, los análisis pertinentes. El último tiene la tarea de comparar los resultados sin saber a quién pertenece cada uno.
* Validación con materiales de referencia: se apoya en un estándar de materiales o en una muestra que haya sido autentificada y los resultados que con ellos se hayan obtenido; la condición es que exista una absoluta coincidencia luego de la validación. Cabe mencionar que dichos materiales son distribuidos por diversos laboratorios.
* Comparación ínter-laboratorios: se trata del método más utilizado, tanto para la validación de un método como para la elaboración de materiales de referencia. Acarrea, sin embargo, una considerable inversión económica y temporal.
* Comparación con un método aceptado: similar a los últimos dos, consiste en contrastar los resultados obtenidos por dos validaciones en particular, usando cualquiera de las tres modalidades del método ciego.
Ver también: Optimización
Validación en la estadística
La validación cruzada, por último, es una práctica estadística.
Este procedimiento consiste en fragmentar una muestra de datos en subconjuntos para analizar uno de ellos y, luego, validar dicho análisis con el resto de los subconjuntos.
Sigue en: Análisis
Cuando prepara sus propios impuestos y presenta electrónicamente, tiene que firmar y validar su declaración de impuestos electrónica, tecleando su ingreso bruto ajustado (AGI, por sus siglas en inglés) del año anterior, o su PIN Auto Seleccionado que eligió el año anterior.
Por lo general, el software tributario ingresa automáticamente esta información para clientes que vuelven a utilizarlo. Si es la primera vez que usted utiliza un software, tal vez tenga que ingresar esta información usted mismo.
Hay varios métodos para encontrar su AGI del año anterior:
Método preferido
Siempre debe guardar una copia de su declaración de impuestos.
- En su declaración de impuestos de 2021, su AGI se encuentra en la línea 11 del Formulario 1040 (SP).
- Para aquellos que esperan que se tramite su declaración de impuestos de 2021, ingrese $0 (cero dólares) para el AGI del año pasado para asegurarse de que el IRS acepte la declaración de impuestos de 2022 para su tramitación.
- Si usted utilizó un preparador remunerado el año pasado, puede obtener una copia de su declaración del año pasado de ese preparador.
- Si utiliza el mismo software de preparación de impuestos que utilizó el año pasado, ese software probablemente tiene su declaración de impuestos del año anterior disponible para su acceso.
- Si no utiliza el mismo software de preparación de impuestos como el año pasado, tal vez pueda acceder al software que utilizó el año anterior y ver una copia electrónica de su declaración de impuestos del año anterior.
-
Si es la primera vez que presenta impuestos y es mayor de 16 años de edad, ingrese cero como su AGI.
- Si usted tiene un Número de Identificación Personal para la Protección de la Identidad (IP PIN, por sus siglas en inglés) (por medio de un Aviso CP01A o la herramienta Obtenga un IP PIN), debe ingresarlo cuando se lo indique su software. Servirá para verificar su identidad en vez de su AGI del año anterior o el PIN Auto Seleccionado del año anterior. Puede elegir entrar al programa del IP PIN a través de la herramienta en línea.
Métodos alternativos
Si no tiene una copia de su declaración de impuestos, puede obtener su AGI de una de las herramientas de autoayuda del IRS:
- Utilice su Cuenta en línea. Utilice esta herramienta para ver su AGI de inmediato en la pestaña titulada “
Tax Records
” (Registros tributarios). Si no tiene un nombre de usuario o cuenta ID.me existente del IRS, tenga preparada su identificación con foto.
- Utilice Obtener Transcripción por Correo. Puede solicitar una transcripción por correo llamando a nuestro servicio telefónico automatizado de transcripciones al 800-908-9946. Por favor permita de cinco a 10 días para la entrega.
¿Qué es la validación emocional y cómo sacar provecho de ella?
La validación emocional es un proceso de aprendizaje, entendimiento y expresión de la aceptación de la experiencia emocional de otro individuo o de uno mismo (autovalidación emocional). Lo contrario de la validación emocional es la “invalidación emocional”, que se refiere al rechazo, la ignorancia o el juicio de la experiencia emocional de otra persona.
La validación emoción mejora las relaciones interpersonales ya que la otra persona se siente comprendida, reconocida, y favorece el aumento de la verbalización de lo que el otro piensa y siente, pues éste se siente escuchado. Esto provoca un incremento de la confianza entre los dos y establece la base para crear una buena relación.
Aceptación, empatía y expresión de la validación emocional
La aceptación es una opción que se nos presenta a la hora de resolver conflictos, sobre todo en las relaciones interpersonales. Como parte de ésta, la validación emocional es una forma de comunicar la aceptación hacia los demás (o hacia nosotros mismos), pero no significa que estemos de acuerdo o que compartamos los pensamientos de la otra persona. Validar es aceptar y dar por válido aquello que otra persona está sintiendo tanto si estamos de acuerdo o no con su punto de vista o sus sentimientos. Por tanto, la validación emocional es empatía y aceptación hacia otro individuo.
Por otro lado, pese a que es habitual juzgar o criticar lo que otras personas piensan si no estamos de acuerdo con ellos, en muchas ocasiones no mostramos que estamos en desacuerdo. Esto no es validación emocional, ya la validación emocional ofrece oportunidades para la expresión emocional. La validación no es solamente aceptar las emociones, sino que esta aceptación se debe comunicar a la otra persona.
Aprender a validar las emociones de manera correcta puede requerir práctica. Validar una emoción consiste en hacer explícita la emoción que creemos que tiene la persona (por ejemplo, ¿esto te hace sentir…?) e implica que la otra persona se sienta entendida, valorada y aceptada. A continuación te presentamos algunos consejos para mejorar la validación emocional.
- Estar presente
Existen muchas maneras de estar presente, pero en mundo en que vivimos no siempre lo estamos. Estar en atención plena (o conciencia plena) es el primer paso para la validación emocional. Algunas estrategias para conseguirlo son: coger de la mano a la persona que nos habla y atender a lo que dice, o emplear la escucha activa. - Escuchar y reflexionar
La reflexión objetiva se refiere a realizar un resumen objetivo de lo que la otra persona te ha dicho. Pero no cualquier resumen es válido, sino que tras la escucha activa (prestando atención a sus reacciones y emociones), la reflexión te permite aprender y entender de manera más profunda al ver las situaciones desde diferentes lentes. Las preguntas desafiantes incluso te ayudarán cuestionarte tus propias creencias sobre el mundo. Pero para realizar una reflexión objetiva, es necesario tener conocimiento sobre Inteligencia Emocional, ya que puede ayudarte a entender, etiquetar y regular las emociones, y a separar estas últimas de los pensamientos y de las imposiciones culturales. - Entender la reacción de otras personas
En muchas ocasiones nos dejamos llevar por la intensidad de las emociones y no nos paramos a pensar en la causa en la reacción de otras personas. Es básico entender lo que el otro puede estar sintiendo o pensando. La habilidad de cada individuo respecto a la inteligencia emocional es diferente, pero ésta se puede aprender. Pese a que no podemos leer la mente, podemos intentar averiguar que ha llevado a la otra persona a actuar de esa manera. Para entender la reacción de otra persona puedes animarle a hablar por medio de preguntas cuidadosamente seleccionadas, y expresiones que le permitan saber que entiendes cómo se siente y que estás dispuesto a escucharlo hablar de ello. Por ejemplo, “creo que te has sentido ofendido por el comentario que acabo de hacer”. - Entender la situación
Es importante tener conocimiento sobre la cultura y el contexto del otro. Por tanto, leer las emociones implica que con pocos elementos se puede formular una hipótesis sobre su reacción emocional. Esta hipótesis debe ser comunicada a la otra persona para que pueda expresarnos si estamos en lo cierto. Por ejemplo, con una persona que ha sido mordida por un perro, podríamos decir “debido a lo que te pasó con un perro hace unos años, entiendo que no quieras que mi perro se acerque a ti”. - Normalizar las emociones
Entender las reacciones emocionales como algo normal ayuda a todo el mundo. Para una persona emocionalmente sensible saber que la mayoría de las personas se pueden sentir igual en la misma situación es beneficioso. Por ejemplo, “entiendo que puedas estar ansioso o nervioso. Hablar cara al público puede ser una situación difícil la primera vez”. - Tener una mente abierta a la experiencia emocional del otro
La aceptación y la mente abierta hacia la experiencia emocional del otro va a ser positiva para cualquier relación interpersonal. Independientemente de la emoción que la otra persona esté sintiendo, es su emoción y hay que respetarla. Es importante hacer lugar a todas las emociones, ya todas tienen un sentido.
Qué es validar
Ocho principios de la validación de productos
“Las mejores ideas no valen nada hasta que son validadas”
Design a Better Business.
“person pouring purple liquid on clear glass container” by Louis Reed on Unsplash
Validar es saber con mayor certeza que se está desarrollando algo que funcionará. Es ir reduciendo el riesgo al fracaso mediante la confrontación de un artefacto -que representa una idea o supuesto- frente a una muestra del contexto en el que se espera que funcione. Es decir, mediante una prueba que a veces toma la forma de experimento.
En general el proceso de validación consiste en: construir, probar, aprender, iterar.
¿Por qué validamos?
La razón por la que se validan las ideas es reducir el riego de un fracaso mayor. Es enfrentar con un mecanismo menos costoso que ir a ciegas hacia la ejecución. En pocas palabras, se prueba antes de ejecutar.
Dentro del proceso del Design Thinking, la validación es la etapa denominada “probar”; dentro de Lean Startup, es el experimento que lleva a mediciones con las que se aprende. En ambos casos el proceso es iterativo y un fracaso supone cambios en la idea también llamados iteraciones o pivotes.
¿Qué validamos?
Tres elementos por validar, ver: Change by Design de Tim Brown.
Básicamente hay tres elementos que se deben validar: la aceptación del cliente, la factibilidad técnica de realizar la idea y la viabilidad económica desde el punto de vista del negocio. En general, los supuestos de un modelo de negocio caen en una de estas tres categorías.
Para un negocio, el supuesto principal es que los clientes tendrán interés en resolver la necesidad o problema que busca responder la propuesta de valor. Si se logra comprobar que la idea no responde a algo buscado por los clientes, no tiene relevancia si ésta es técnicamente factible. Por ello, el primer elemento a comprobar es la receptibilidad del segmento del mercado.
¿Validar sin producto?
Lo anterior indica que se debería empezar a probar si los clientes realmente tienen ciertas necesidades o problemas sin siquiera plantearles una solución a los mismos. Si se prueba con una representación de la solución, en realidad se está probando el producto. Si los clientes lo rechazan no se sabe a ciencia cierta si estos están rechazando ese producto en particular o si no tienen esa necesidad o problema.
En otras palabras, es posible que la necesidad sea real pero los clientes rechacen el producto como forma de satisfacerla. Hay algunas formas de medir el interés a partir de comportamientos como: simulacros de venta, preventas, crowdfunding y analítica de comportamientos en la web: seguimiento de vínculos, landing pages y testeos A/B.
¿Por qué no simplemente preguntar a los clientes?
En principio, en las aproximaciones inspiradas en el diseño, se considera que una cosa es lo que los clientes dicen y otra cosa lo que hacen. Una de las razones, que soportan esta postura es que las personas tienden a ser malas prediciendo sus propios comportamientos futuros, por ello se prefiere analizar un comportamiento real presente, o incluso uno pasado que tomar por ciertas las afirmaciones de los clientes acerca de supuestos del futuro. Eric Ries comenta su caso, en Lean Startup:
“Los consumidores no nos podían decir qué querían; las mayoría, al fin y al cabo, jamás había oído hablar de avatares en 3D. En cambio, podían darnos la respuesta a través de sus acciones o inacciones a medida que intentábamos mejorar el producto” Eric Ries. Lean Startup
“white horse standing on white sand” by Thomas Peham on Unsplash
Precisamente otra dificultad de las personas a la hora de expresar sus necesidades específicas es que les queda difícil comunicarlas, sobre todo cuando el nuevo producto se trata de espacios de innovación que no son muy familiares a los clientes, o incluso cuando se trata de sus necesidades emocionales. Esto se expresa de manera simbólica en la frase atribuida a Henry Ford: “Si hubiese preguntado a la gente qué quería, hubiera construido un caballo más veloz”.
En cuanto a elementos emocionales o estéticos del producto se refiere, sucede lo mismo. También en este caso son más relevantes las reacciones que las opiniones, un método de validación de elementos formales y emocionales debería estar en capacidad de percibir la reacción del público objetivo, no solo sus opiniones. Esto se refiere a la deseabilidad.
El papel de los prototipos en la validación
El prototipo es el artefacto mediante el cual se generan interacciones de la propuesta con los clientes objetivo. Un prototipo, como la representación de la propuesta de valor, es un elemento clave a la hora de confrontar la idea con los clientes o de generar un experimento. Los procesos de prueba llevan a un aprendizaje que a su vez se ve reflejado en cambios en la propuesta.
8 Principios asociados a la validación
1. Estar dispuesto a sacrificar a las ideas: Un exceso de apego a una idea puede llevar al fracaso “Las start ups que están enamoradas de su idea y no quieren cambiar de curso tienen una tasa de éxito dramáticamente baja” Design a Better Busines.
2. Dar prioridad a la evidencia antes que a las opiniones: una cosa es lo que opinan las personas, otra cosa su comportamiento. Además en muchos casos los clientes tienen dificultades para expresar los pormenores de sus necesidades. Evidencia son datos y reacciones.
Imágenes clásicas de ejemplo de prototipo tosco y refinado de IDEO
3. Buscar probar de la manera más barata posible: no tiene sentido un despliegue muy alto de recursos si se puede probar con menos.
4. Probar antes y refinar después: evitar la tentación de elaborar demasiado los aspectos técnicos antes de probar los supuestos. Evite gastar recursos en desarrollo de productos que no les interesan a los clientes.
5. Tener capacidad de no perder la visión: no se trata de carecer de visión empresarial y de actuar solo a merced de las pruebas, en palabras de Eric Ries “nuestro trabajo es encontrar una síntesis entre nuestra visión y lo que nuestros clientes aceptarían”.
6. Iterar la alternativa para hacerla posible: llámense cambios, actualizaciones, iteraciones o pivotes, el objetivo es hacer posible la propuesta. Una sola prueba puede llevar también a un falso negativo.
7. Los datos están en los clientes y grupos de interés, no dentro de la oficina: despéguese de las paredes de su organización, solo en el campo puede encontrar los que los clientes quieren.
8. Los planes e ideas refinadas pueden llevar a una ilusión de certidumbre: La planeación es apropiada como herramienta de ejecución y proyección en problemas conocidos pero no es muy efectiva en entornos de incertidumbre. “El problema de la mayoría de los planes de negocio no es que no sigan principios estratégicos sólidos, sino que los hechos en los que se basan son erróneos” Eric Ries.