
El balcon de Mateo
Es posible que nunca hayas escuchado lo del “youtube naranja” y “youtube azul“, pero si tienes una hija o un hijo mayor de 12 años -o incluso de menos- existen muchas posibilidades de que ya sepa perfectamente de qué va esto.
Para salir de toda duda, preguntamos a dos referentes en educación sexual: Ruth Arriero y Bárbara Sáenz, sexólogas de Serise Sexología.
“Fue a comienzos de año, en un taller con 6º de Primaria, que un chico le dijo a otro: eso seguro que lo has visto en youtube naranja. Tanto Ruth como yo era la primera vez que lo escuchábamos y le preguntamos a qué se refería; nos dijo que eran vídeos de sexo”.
Después de ese primer episodio, y al mismo tiempo que ellas investigaban qué era aquello, llegaron más evidencias de que se estaba extendiendo como la espuma: “Hay que ver cómo le das al youtube naranja. Y tú al azul”, bromeaban.
¿Y entonces qué es youtube naranja y youtube azul?
En contra de lo que pudiera parecer, no son canales de la popular plataforma de vídeo, ni siquiera tienen relación con ella: “youtube naranja y youtube azul son etiquetas que se usan en TikTok para conducir a chicos y chicas a otras plataformas de contenido pornográfico. Concretamente a Pornhub (cuyo logotipo es de color naranja -de ahí el Youtube Naranja) y a XNXX (con logo azul – Youtube azul)”.
“Los chavales se topan en TikTok con un video cortito que no es de contenido pornográfico propiamente dicho, pero sí muy sugerente (poca ropa, posturas, gestos, canciones con mensajes…). Al ser etiquetado con youtube naranja o youtube azul, se les está comunicando que ese vídeo continúa en las plataformas referidas y el nombre de usuario que deben buscar para encontrarlo, ya que normalmente es el mismo en unas y otras”.
En definitiva, esta especie de código en clave es la forma de saltarse la censura que aplica TikTok, cuyos algoritmos censuran en base a palabras, pero no a estas etiquetas. Esto no significa que TikTok cuente con contenido pornográfico, sino que estas etiquetas son otra puerta más de entrada.
El porno no es el problema
Evidentemente, ambas etiquetas dejarán de usarse en poco tiempo. Antes ya existieron las populares ‘#s3x0′ o ‘#noporn’ y después también vendrán otras. Por eso, el problema no es la existencia de pornografía, sino la edad a la que se accede y los problemas que acarrea en la vida adulta.
“Tik Tok es la red social más usada por menores de entre 11 y 12 años, y como a priori parece inofensiva la miran sin supervisión. Estamos hablando de niños y niñas cuya capacidad cognitiva está aún desarrollándose y no tienen una realidad con la que comparar”, añade Ruth.
“Esto es como ver una película de ciencia ficción: al tener una vida real con la que compararla, tenemos claro que lo que vemos en la pantalla es irreal. Pero esto no ocurre con la pornografía a la que llegan sin tener una experiencia previa”.
Esto significa que críos de 9, 10 u 11 años, que a veces ni siquiera tienen claro cómo se tienen bebés, están accediendo por mera curiosidad a vídeos pornográficos de todo tipo -fetiches, filias, prácticas de estrangulación, BDSM…-, indica Bárbara, y luego se enfrentarán a su vida sexual real con esa ‘mochila’.
Educación, disponibilidad, filtros…
Ante este panorama, nos preguntamos qué pueden hacer las familias. “Lo de poner filtros parentales está bien y, por supuesto, hay que hacerlo, pero siempre habrá un primo mayor, una amiga o el acceso desde una consola con internet que no se ha controlado, por tanto, eso no basta”.
También, añaden, hay que estar vigilantes y pendientes de dónde se están moviendo, pero no desde una actitud policíaca. “Si les estamos oyendo hablar de un youtuber concreto, vamos a sentarnos juntos a ver sus vídeos, aunque sintamos que es un tostón o que solo dice tonterías, no vamos a juzgar, sino a intentar conversar y a crear debate”.
“Principalmente, apuntan, hay que mostrarse disponibles. La familia debe ser siempre la principal referencia a la sientan que siempre pueden acudir”.
Bárbara Sáenz y Ruth Arriero, Serise Sexología.
En internet prácticamente no hay información acerca de YouTube naranja o YouTube azul. Excepto por canciones o vídeos políticos, estas dos gamas cromáticas de la aplicación parecen inofensivas. Pero YouTube azul y YouTube naranja son un código usado en etiquetas de vídeos de TikTok para dirigir principalmente a menores, a webs pornográficas cuyo logo coincide con estos dos colores. Todos lo saben pero no se hace nada. Así es como la primera vez que se accede a contenido pornográfico, según datos oficiales, es a los 8 años.
TikTok es la red social más utilizada por los menores de 20 años y en España tuvo su gran despegue durante la pandemia. De acuerdo con un nuevo estudio sobre hábitos digitales en la infancia realizado por Qustodio en niños y niñas de 4 a 15 años, estos pasan un promedio de 80 minutos por día en TikTok, cifra que aumentó, entre mayo de 2019 y febrero de 2020 un 150% en España, uno de los países analizados. En total se preguntó a más de 60.000 familias . Y entre los resultados pudo verse la influencia de TikTok en varios aspectos: esta aplicación también impulsó el crecimiento en el uso de aplicaciones sociales para menores en un 100% en 2019 y un 200% en 2020, según el informe.
¿Cuan menores? El año pasado el The New York Times publicó datos filtrados que señalaban que un tercio de los usuarios estadounidenses tenían 14 años o menos. Si tenemos en cuenta que en aquel país la red social tiene 130 millones de usuarios, estamos hablando de al menos 40 millones de cuentas cuyos usuarios tienen 14 o menos. Algo debe haber de cierto cuando en Italia TikTok eliminó más de 7 millones de cuentas que no confirmaron que eran mayores de 13 años .
En los papeles TikTok parece intentar hacer las cosas bien. Los usuarios entre 13 y 15 años tienen su cuenta configurada como privada de forma predeterminada, lo que les prohíbe la mensajería privada y solo permite que sus amigos comenten sus videos. Solo los usuarios mayores de 16 años pueden grabar videos en vivo o usar la función de mensajería privada.
El problema es si bien las normas de TikTok (al igual que las de casi todas las redes sociales) prohíben que los usuarios compartan contenido ilegal o inapropiado dentro de la aplicación, los videos no se controlan ni examinan por humanos, solo se utilizan algoritmos digitales. Para YouTube, Facebook, Instagram y Twitter el algoritmo es apenas un primer filtro, luego llega el cerebro humano. Esto significa que parte del contenido inapropiado se escapará inevitablemente por las grietas y llegará a las pantallas de los usuarios. Millones de ellos menores de 13 años, la edad mínima para usar TikTok.
La consecuencia de esto no solo es que hay menores que ven contenido que no comprenden en absoluto sino que sufren acoso por ello. De acuerdo con el libro The Manual of the Social Media, hay niñas y niños de entre 13 y 8 años que han sufrido acoso sexual y pedido de fotos íntimas en TikTok.
Y entonces llegan YouTube azul y YouTube naranja, dos formas diferentes de llevar a un mismo tipo de contenido. “Sí, YouTube azul se refiere a una página que se llama XNXX y el naranja a Pornub – nos explica el perito judicial informático Pablo Duchement –. TikTok es, con diferencia, la red mayoritaria que peor y menos modera. Deja muchísimo de ese trabajo en manos de algoritmos (que ya de por sí son fáciles de engañar) y que, además, son bastante deficientes. Contrasta esto con lo enormemente precisos que son los que usan para hacer nuestros perfiles de seguimiento. Políticas ambiguas, mecanismos malos y un lucrativo público malintencionado que se beneficia de esto, podría ser la explicación de que no existan incentivos para detenerlo”.
El mecanismo es sencillo: en una cuenta se publica un vídeo insinuante y se menciona, con etiquetas, texto o palabras: “¿Has visto el resto de mi contenido en YouTube naranja?” Dan su nombre de usuario y allí reciben las visitas de menores curiosos pero no preparados. O quizás los menores de 16 sean también quienes suben el contenido. “Aparte del contenido sexualizado – añade Duchement –destaca como nocivo para menores la inmensa cantidad de vídeos haciendo apología de la pornografía amateur: “con esto se gana dinero”, “no me importa que me llamen XXXX por hacerlo” o “gracias a esto no tuve que estudiar”. TikTok no es para niños”.
A lo largo de más de una década Duchement se ha especializado en ciberacoso infantil y en llevar a tribunales a lo menos civilizado de nuestra sociedad: adultos que abusan de menores en las redes o en persona. Es autor del libro Te espero a la salida, un manual para padres frente al acoso escolar. Por eso sabe de los peligros de redes sociales tan fáciles de engañar, pero ¿hay solución?
“Por supuesto – confirma Duchement –. De hecho, hay países que han “bloqueado” el acceso a TikTok. En la UE, Italia es un referente, pues impidió el acceso a la red menos de una semana después de la muerte de una menor por seguir un desafío que se proponía en TikTok. Se puede hacer. Incluso se puede hacer de manera urgente”.
El problema es que en un mes youtube naranja se llamará Viva Naranjito o Zumo de Naranja, pero con el mismo objetivo… ¿Existe algún filtro para bloquear palabras claves? Duchement lo tiene claro. “Para los increíbles algoritmos de identificación de preferencias y generación de perfiles individuales de seguimiento de TikTok, sería muy fácil localizar estas claves, identificar los vídeos e incluso expulsar a quienes insisten en esto. Pueden”.
Lógicamente demandar a TikTok es inviable, para padres y madres, ¿cuál es la solución? Debería haber más opciones que educación, tanto desde quien ve el contenido como de quien lo sube pensando que es una forma fácil de ganar mucho dinero…
“A este respecto – concluye Duchement –, consideró fundamental la educación, pero prioritaria la intervención. #TikTokNoEsParaNiños, y los padres deberían impedir su acceso a menores. El gobierno también tiene la posibilidad de actuar con responsabilidad, como hizo el de Italia, pero mucho me temo que, en lugar de ser aplaudido por nuestra sociedad, sería penalizado en las urnas. Así que no actúan”. Hasta que eso ocurra al menos no pensemos en alguna canción con aguda voz cuando escuchemos a nuestro hijo o hija hablar de YouTube azul o naranja. Sino en algo mucho más grave.