
El presidente lanzó la pregunta en un video en el que explicó por qué aumentaron los precios del combustible
Después de una semana de protestas por el aumento al precio de la gasolina en México, el presidente Enrique Peña Nieto dio un mensaje a la población al respecto en un video publicado en YouTube el pasado 5 de enero. En él explica que el incremento respondió a la subida de los precios de la gasolina a nivel internacional y que no aumentarlo resultaría en afectaciones más graves a la economía nacional. También dijo que su Gobierno implementaría medidas de austeridad como recortes a gastos y salarios a funcionarios.
Durante su mensaje preguntó: “¿Qué hubieran hecho ustedes?”. En Twitter esta pregunta se convirtió en un hashtag con el que decenas de mexicanos sugirieron algunos cambios y medidas para que el Gobierno obtenga más recursos económicos.
La mayoría propuso hacer recortes a los salarios y beneficios de los altos funcionarios (y expresidentes) del Gobierno.
Combatir la corrupción y el desvío de recursos, como sucedió en los casos de Javier Duarte y Guillermo Padrés es otra de las sugerencias.
Otros crearon listas de los gastos del Gobierno que ellos eliminarían, como el avión presidencial y el presupuesto para la publicidad oficial y campañas políticas.
Invertir en refinerías en México para no depender de la gasolina importada fue otra propuesta común entre los tuiteros.
Algunos simplemente bromearon sobre el mensaje de Luis Videgaray sobre su nuevo cargo como Secretario de Relaciones Exteriores. En un evento oficial, el funcionario dijo al cuerpo diplomático de la Secretaría. : «No soy un diplomático…vengo a aprender de ustedes».
– ¿Qué hubieran hecho ustedes?
– No sé. Yo vine a aprender.— Mafer Rodríguez (@Marifeeer) 6 de enero de 2017
Hay que juntar los dos episodios para que todo haga sentido:
«¿Qué hubieran hecho ustedes? Yo vine a aprender»#QueHubieranHechoUstedes
— Arne aus den Ruthen (@arnemx) 6 de enero de 2017
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Definitivamente perdió significado para la mayoría de los mexicanos la frase Feliz Año, cuando el gobierno de Enrique Peña Nieto anunció el incremento en los precios de las gasolinas, el diésel y las tarifas eléctricas lo que suscitó, al empezar el año, protestas en diversas entidades del país, algunas de las cuales se convirtieron en actos de saqueo y vandalismo, aparentemente promovido desde las redes sociales, que en esta crisis mantienen abiertos los canales de comunicación entre la sociedad lo que ha obligado a los otros medios –prensa, radio y televisión- a replicar los contenidos que se divulgan vía internet.
El descontento social y la violencia, en casi todo el territorio nacional, motivaron que el presidente Peña Nieto en su mensaje a la nación, con motivo del Año Nuevo, justificara los incrementos en las gasolinas, calificando la medida como inevitable. Argumentó que se debía a los precios internacionales del petróleo, no a su reforma energética, que era para continuar con el manejo responsable de las finanzas y la economía nacional, afirmó que de no tomar esta determinación se hubieran tenido que afectar diferentes programas sociales y remató su discurso con la pregunta ¿Qué hubieran hecho ustedes? que desató, en breve, reacciones diversas en las redes sociales que, por medio de “memes”, se burlaron de él.
La pregunta del presidente Peña Nieto ha sido respondida desde diferentes ángulos, tanto políticos, como económicos y financieros, expresados por expertos que en su mayoría coincide en que era inevitable la elevación de precios pero se podría haber “amortiguado” su impacto social y político si se hubieran adoptado algunas medidas en beneficio de los grupos populares, que se verán afectados en su economía familiar, ante la insuficiencia del salario mínimo.
Durante dos semanas se han manifestado grupos que en todo el país se oponen a los nuevos precios de las gasolinas y lo hacen con el argumento que dicta la experiencia, en el sentido de que se desatarán incrementos en los precios de las mercancías y materias primas, transportadas por carretera, lo que incrementará los costos para este sector que, como se sabe, los trasladará al siguiente nivel, hasta llegar al consumidor final, aunque no se justifique operacionalmente el incremento, es decir, la medida presidencial fue interpretada de inmediato como inflacionaria y como un atentado a la economía popular.
La pregunta de Enrique Peña Nieto ¿Qué hubieran hecho ustedes? enojó a muchos mexicanos que la interpretaron como un signo de incapacidad para gobernar, como un vacío de poder y presagiaron la soledad presidencial adelantada, que acompaña el final de los sexenios en México, cuando inicia la sucesión presidencial.
Algunos consideran que el descontento en las manifestaciones, en los saqueos a empresas comerciales y el vandalismo que lo acompaña, no es casual ni mucho menos espontáneo, sino que es promovido por grupos y partidos políticos que buscan beneficiarse de la crisis al desprestigiar al Gobierno federal, por tanto al PRI, pensando en el horizonte político de las elecciones de 2017 y las federales de 2018.
El contexto en el que se dio la determinación de elevar los precios de las gasolinas es adverso para el grupo gobernante que no ha sabido o querido ir a fondo en el combate a la corrupción, lo que ha divulgado la imagen de tolerancia o complicidad en este problema debido a la presencia pública de individuos que, después de haber defraudado a pueblos enteros, como Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo, se mantienen libres y gozan de impunidad a pesar de haber sido denunciados con meses y hasta años de anticipación.
La respuesta a la pregunta de Peña Nieto, la han dado diferentes grupos en el país, unos en sus manifestaciones otros en los medios de comunicación en donde la posibilidad de plantear las propuestas es más amplia, como en la prensa escrita, donde le han dicho que tendría que haber explicado anticipadamente a los grupos sociales y empresariales lo que iba a hacer, para recibir sugerencias y atenuar los efectos entre los grupos más desprotegidos, también le han dicho que podría haber eliminado el subsidio de forma gradual y, en términos políticos, no seguir responsabilizando a gobiernos anteriores cuando su gobierno entró al quinto año.
Sobre la forma en la que se dieron a conocer los nuevos precios de las gasolinas, le han respondido a Peña Nieto que se podrían haber presentado diversas medidas para compensar a la gente los costos que deberá asumir, pues no es suficiente el recorte a los gastos a nivel federal, estatal y municipal, algunos de los cuales molestan a la gente, como son los bonos extras que recibe la burocracia y el Poder Legislativo, así como el alquiler de autos, teléfonos móviles, computadoras portátiles y demás, que son renovados cada año. Se podrían reducir los miles de millones de pesos que reciben los partidos y el Instituto Nacional Electoral, a cambio de una democracia que es violada por los políticos y sus organizaciones.
Son muchas las respuestas a la pregunta de Peña Nieto y perceptiblemente todas coinciden es su enojo contra el presidente porque no hubo previsión y su “Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar” llega tarde y es insuficiente, lo que pone en evidencia la soberbia con la que se conduce el grupo gobernante.
¿Qué hubieran hecho ustedes?
La frase que se ha vuelto meme político.
Montserrat Morató
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Jan 8, 2017
3 min read
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Imagen de Matador, tomada de la red.
Hace mucho tiempo que había intentado por todos los medios evadirme de la responsabilidad que implica escribir un artículo político; no por falta de opinión, ignorancia o porque me sienta deslindada de lo que ocurre en mi nación; sino porque simplemente jamás se le da gusto a nadie y, en un país como el que habito, resulta contraproducente brindar una opinión personal sin que eso te acarreé negativas consecuencias; sin embargo, después de todo lo acontecido (no sólo el año pasado, sino en lo que va del sexenio de EPN), es imposible mantenerse en silencio.
Dejo de lado la sapiencia, la crítica ilustrada, la información colectada, los cientos de análisis leídos, las tesis; los escritos que he pasado leyendo y releyendo; olvido los artículos que no he publicado y los descartados por polémicos a lo largo del tiempo, para colocarme sin tapujos delante de mi desangrado país. Escribo desde un escritorio plagado de lágrimas, cansancio y desilusión; como hija de una historia de luchas en una patria que aún no acaba de forjarse ni unificarse a pesar de los 206 años de “independencia” que ostenta. En estos momentos sólo pienso como parte del pueblo llano al que pertenezco.
Como muchos de mis compatriotas vivo al día, hago más de una chambita para sacar plata y me encuentro ante el dilema del drama cotidiano del eterno no me alcanza. El gasolinazo me aterroriza, por la incertidumbre financiera que representa para mi ya precaria condición económica.
El alza en el costo del combustible implica el encarecimiento de la canasta básica por el simple hecho del transporte de productos y los argumentos presentados por el ejecutivo distan mucho de mostrarse comprensivos con las preocupaciones de más de 61 millones de pobres que habitan la nación; ante la mirada inquisidora de los ciudadanos, el presidente lanzó un discurso nutrido de datos que en nada satisfacía la ansiedad nacional; en un tono de padre regañón, mal comprendido; donde nos daba a entender que es culpa nuestra el no estar informados de los grandes acontecimientos y sacrificios que padece él para “mantenernos contentos”; terminó su discurso con la ya trillada frase “¿Qué hubieran hecho ustedes?” donde resonaba a reto más que a inclusión.
La frase caló en un México cansado de la corrupción impune donde existe un Duarte libre, una Gordillo perdonada, un Deschamps impoluto, un Salinas con pensión millonaria, un Fox con botitas de charol, una Gaviota golpeada por su marido feliz en la prensa rosa, un Videgaray que llega al puesto a aprender (creyendo que con una frase de forzada humildad reconquistará corazones), un Carstens defraudado que renuncia a su cargo por no ser escuchado como huyendo de improviso, una Carmen Salinas plurinominal, un Slim con el 6% (o más) del PBI, más de 61 millones de almas viendo en el “paraíso” (en cueros y sin comer) y donde se pretende seguir viviendo bajo el eterno lema de: “el que no chinga no avanza” abanderando los desmanes y saqueos que estamos viviendo en diferentes estados (los cuales creemos son orquestados por la misma maquinaria del poder en la estrategia del pánico para dominar masas), sumándose a la interminable lista de desaparecidos, presos políticos, muertos sembrados que van desde los conocidos Colosio y Clouthier hasta los 43 de Ayotzinapa pasando por los cientos de cuerpos sin nombre ni historia que varias organizaciones sociales se encargan de “cosechar” a diario arriesgando el pellejo de cientos de desesperanzados que sólo buscan un trocito de descanso para el alma.
Suena por todos lados el grito de renuncia, el reclamo de un golpe de estado; que no nos atrevemos a dar porque la metafísica nos atrapa entre el pánico a lo desconocido (el qué vendrá después) y el seguir poniendo a más funcionarios con más de lo mismo pero con otro color, nacidos de la misma pocilga donde se aferran a ideas retrogradas o el embeleso constante por el poder al que aspiran y por el que ya han perdido hasta la reputación pero que no proponen ni hacen nada congruente a la voluntad del pueblo.
Señor Presidente, mi respuesta no tiene nada que ver con su pregunta, yo simplemente pienso y sufro ¿qué no hubiera yo hecho de estar en esa silla y qué podríamos hacer mis hermanos de patria para mejorar mi nación más allá de quejarnos y seguirnos chingando o criticando?