
Si le preguntamos a los hombres ¿quién lleva los pantalones en tu relación? Lo mas seguro es que respondan que ellos, aunque en pleno siglo XXI los roles no son iguales como hace 20 o 30 años. Ahora muchas mujeres son las que llevan las riendas, incluso cuando un hombre cumple los caprichos de su pareja o hace lo que ella quiere para evitar peleas, generalmente se les dice «mandilón».
Si no estás seguro quién manda en tu relación, aquí te decimos 10 señales de si eres o no un mandilón.
1. Ella conoce todas tus contraseñas de correo electrónico, Facebook, Twitter, etc (aquí debes de saber que una cosa es no ocultarse nada y otra cosa es tener privacidad).
2. Tus amigos ya no son tus amigos sino los amigos de ella
Esto puede ser de dos maneras, que tú hayas desplazado a tus amigos por tu pareja y tuviste que conseguir otros amigos (que en sí son amigos de tu novia) o que tu novia se lleva tan bien con tus amigos que parecen más amigos de ella que tuyos.
3. Justin Bieber, Alejandro Fernández y Luis Miguel ya no te parecen tan malos (o cualquiera de sus gustos musicales que tú antes no soportabas).
4. Ella decide sobre tu agenda
Ya tenías planes con tus amigos, habías quedado de ira ver el juego, pero mágicamente ella te dice que tiene entradas para el cine, para que vayan a ver esa peli que odias… Tú dices que no, pero al final iras porque ella te convenció.
5. Te dice «Cosita» o «gordito» en público y no te molesta
A ella le deja de importar si te habla por tu nombre, y solo te llama por un diminutivo, y el colmo es que no protestas porque ya es costumbre.
6. Tienes que pedirle permiso para tomarte una cerveza
Como ella ya sabe que lo tuyo lo tuyo es el alcohol, te tiene muy checado al momento de querer tomar una cerveza
7. Tu novia adoptó un perro que, según te dice, es hijo de los dos
No tiene que ser un perro, puede ser un gato o incluso un peluche y no solo dice que es su hijo, quiere que lo trates como uno
8. Tienen una cuenta de e-mail juntos, o de Facebook
El problema ya no es que ella sepa el password de tu correo sino que ya ni siquiera tienes correo para ti solo. Ahora todo es de los dos.
9. Ya tus amigos no te llaman
Claro, cansados de que siempre les digas que ya hiciste planes con ella, mejor te apartan. Además, es probable que cuando salgas con ellos digas que vas con tu novia.
10. Siempre te hace pagar las cuentas
Eso de que el hombre paga todo ya no funciona así. Lo justo es que a veces pagues tú y a veces ella, y que así la cosa sea tan espontánea como equitativa.
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En México, un mandilón es un hombre que, por sumisión histórica o mero ánimo masoquista, se somete enteramente a los designios de su mujer. El mandilón va por la vida con el delantal bien amarradito, haciendo las labores de casa, bajando la cabeza cuando se le regaña y cuidando siempre no ofender a su cónyuge, la “dueña de sus quincenas”, extensión freudiana de su “madrecita chula”. En México abundan los mandilones y los hay de todos tipos. Casi todos, en el fondo, asumen su mandilonería con más gusto que resignación. La reverencia por la figura femenina es, después de todo, parte de la mexicanidad. Sin embargo, ser mandilón cuando se es Juan Mengano es una cosa; serlo cuando se llevan las riendas de un país es otra completamente. A nadie le importa si a Mengano le imponen la agenda familiar o si, para tomar cualquier decisión, le pregunta antes a la señora. La debilidad del mandilón común y corriente es, por momentos, entrañable. La debilidad –real o percibida– en un jefe de estado es harina de otro costal. México perdió un sexenio completo gracias a la histórica mandilonería de don Vicente Fox, que hizo de “la señora Martha” una segunda versión de doña Mercedes Quesada, matriarca de la familia Fox, célebre por el constante ninguneo al que sometía a su pobre hijo. Como su suegra antes que ella, la señora Martha trataba a su esposo como a un niño pequeño. Fox, eterno nostálgico del calor materno, no sólo aceptaba ese trato en público; lo presumía. El resultado predecible fue la difusión de una imagen de debilidad casi absoluta que, a final de cuentas, dio al traste con cualquier atisbo de agenda política productiva en México.
Ahora, Francia cuenta con su propia versión del mandilón mexicano. Nicolás Sarkozy, el político de mano dura y convicciones firmes, electo para llevar a cabo la más ambiciosa agenda de reformas imaginable en la historia moderna de su país, ha sido reducido a un chamaquito incontinente y encaprichado. Después de separarse de mala forma de su primera esposa, Sarkozy decidió que era un buen momento para enamorar a Carla Bruni, una modelo y cantante italianofrancesa que está a un pasito de caer en el territorio estético reservado para Lyn May. Sarkozy se llevó a Bruni de paseo por el Nilo y, frente a los paparazzi, declaró que la relación era “cosa seria”. Lo que nadie podía sospechar es que, contagiado por la fertilidad de Osiris, Sarkozy se iba a comer el croissant antes del recreo. El aparente embarazo de Bruni y la “íntima ceremonia” en la que el presidente parece haberse casado con la modelo han terminado por dar al traste con la popularidad de Sarkozy: en menos de un año, el presidente de Francia ha perdido casi 20 puntos en los sondeos de popularidad y confianza entre sus compatriotas. No es asunto menor. Francia pasa por una crisis de productividad de gran magnitud. Para superarla, el único camino es poner en práctica reformas de complicadísima aplicación. Para eso fue electo Sarkozy. Ahora, el affaire Bruni le ha restado autoridad y, con ello, campo de maniobra política. Es una pena. Ni la fragmentada izquierda ni la intransigente derecha francesa representan ninguna esperanza para el país. Sarkozy, heterogéneo y valiente, prometía ser mucho más que un esclavo de la folie de l’amour.
– León Krauze
En muchos países la mentalidad machista se encuentra muy arraigada en el conjunto de la sociedad. Como consecuencia de esta mentalidad, está mal visto que un hombre se deje influir o dominar por su pareja, su hermana o su madre. Cuando esto ocurre el hombre puede ser etiquetado como mandilón. Se trata de un término despectivo con el que se transmite falta de carácter, sumisión y actitud pusilánime.
En cuanto al origen del término, es el aumentativo de mandil (en México un mandil es un delantal, una prenda que tradicionalmente han utilizado las mujeres y que para la mentalidad machista no debería ser usada por los hombres).
Distinguiendo sinónimos
Mandilón es un término que no se usa en el lenguaje formal, pues es una palabra muy coloquial entre los mexicanos (en México faldillero es una palabra sinónima de mandilón) En otros países donde se habla español hay vocablos que tienen el mismo significado. En España los hombres «sometidos» por una mujer se conocen como calzonazos, en Bolivia son mandarinas, pollerudos o domingos y en Chile se usa la palabra macabeo.
Todas estas denominaciones se emplean cuando el hombre hace las tareas del hogar, cuando realiza una actividad que no es propia de un auténtico macho o cuando se deja dominar por una mujer.
El varón domado
En las últimas décadas las mujeres se han equiparado a los hombres en todo tipo de ámbitos, desde el mundo laboral, el deporte o la investigación. En la vida en pareja cada vez es más habitual que el hombre y la mujer compartan las responsabilidades del hogar.
Si bien esta tendencia va en aumento, un sector de la población masculina considera que el varón está siendo domesticado por el feminismo. Cuando prevalecen estos esquemas mentales es muy corriente el uso de la palabra mandilón o los términos equivalentes.
Como es lógico, en los ambientes típicamente masculinos el «varón domado» intenta pasar desapercibido e incluso se esconde para evitar mofas y descalificaciones.
Otros curiosos mexicanismos
El pueblo mexicano es especialmente creativo a la hora de inventar palabras y expresiones. Así, un fierro es un arma blanca, fayuca es el contrabando de mercancías, una persona desarreglada es fodonga, alguien que molesta es un fregón, un fresa es un individuo que pretende ser de la alta sociedad, un garrolero es un hombre con malas intenciones, una situación complicada es un gacho, un joto es un homosexual, un menso es un tonto y alguien con mal gusto es un naco.
Foto Fotolia: Alfons Ven
Autor: Javier Navarro.
Trabajo publicado en: Feb., 2019.
Datos para citar en modelo APAX
Navarro, J. (febrero, 2019). Definición de Mandilón. Definición ABC. Desde https://www.definicionabc.com/social/mandilon.php
Navarro, J. (febrero, 2019). Definición de Mandilón. Definición ABC. Desde https://www.definicionabc.com/social/mandilon.php
: Javier Navarro.Trabajo publicado en: Feb., 2019.
Primero especifiquemos cual es la definición de la palabra mandilón, hombre demasiado amable con su pareja, afectuoso, portador orgulloso de un delantal, complaciente al hacer lo que sea con tal de ver feliz y contenta a su pareja… que lo mangonea su vieja pues.
Pero entonces, ¿cómo puedo saber si soy mandilon?
La primera señal de que eres un mandilón es que no te ves como tal a pesar de que todos tus amigos te critican, tus compañeros de trabajo te señalan y tu familia se ríe de tus ridiculeces.
La primera señal deunesno te vestal a pesar detodos tus amigos te critican, tus compañeros de trabajo te señalantu familiaríe de tus ridiculeces.
De la siguiente manera, ¿cómo saber si un hombre es mandilon?
- Tienes todas sus contraseñas. Tu chico es un mandilón si ha decidido darte todas sus contraseñas con tal de tenerte contenta. …
- Sus amigos parecen más amigos tuyos. …
- ¿Cómo quieres que me vista, amor? …
- Él no lleva el control del dinero. …
- Sabe que es tu “gordito” …
- Siempre busca tu aprobación.
Aunque, ¿cómo se dice mandilon en Chile?
Macabeo también es un nombre propio. Conociendo la historia bíblica, uno pensaría que se usaría para referirse a alguien heroico y fuerte como un martillo, pero en Chile se usa para referirse a un hombre «mandilón«, o sea, uno que está dominado por su esposa.
Macabeo también es un nombre propio. Conociendo la historia bíblica, uno pensaríausaría para referirse a alguien heroico y fuerteun martillo, pero enusa para referirse a un hombre «», o sea, unoestá dominado por su esposa.