
ORGÍA
La palabra orgía viene del griego ὄργια (orgia = ritos, misterios) y comparte la raíz indoeuropea *werg- (trabajo), con palabras como órgano y ergonómico.
Según, Charlie Sheen, actor y experto en estas materias, se necesitan por lo menos seis personas para considerarse una orgía:
- Masturbación.
- Entre pareja.
- Ménage-à-trois.
- Dos parejas columpiando (swinging), de swinger (parejas que intercambian amantes).
- Dos parejas columpiando y un mirón.
- Orgía.
De todos modos el sentido de orgía como acto o celebración de desenfreno sexual en grupo es moderno y se debe a la mala interpretación de tales rituales antiguos con la descalificación por parte del ambiente cristiano posterior de cualquier cosa que resultara sospechosa de estar vinculada al sexo, que dentro del cristianismo, salvo si se practica dentro de un matrimonio religioso y para la reproducción, es considerado uno de los pecados capitales (los más importantes) ya desde la teorización de estos de S. Cipriano en el s. III d.C. Pero aun así el cristianismo más antiguo ni convirtió en negativa esta palabra, ni utilizó jamás la palabra orgía con el valor de fiesta de desenfreno sexual y eso es mucho más moderno y resultado de ambientes cristianos mucho más tardíos. En el mundo antiguo la palabra orgía, vinculada en efecto a las bacanales pero también a otros rituales religiosos, no tiene nada que ver con el sexo. Se refiere al estado de entusiasmo o frenesí religioso de ciertos cultos en que los cultores entraban en una especie de trance místico. Por ejemplo, las bacanales nacen en Grecia y en principio, como en el caso de las primeras bacanales romanas, eran sólo para mujeres (más tarde se admitió a los hombres). Se caracterizaban sobre todo por las frenéticas danzas de las ménades o bacantes en honor del dios, alentadas por el vino, provistas de sus tirsos adornados, y en principio se hacían en los bosques o claros de los bosques, cosa que los romanos veían mal, sobre todo porque no entendían que las matronas decentes se reunieran para entregarse a tales danzas frenéticas y sensuales. Pero entre los romanos la palabra orgia sólo significó «misterio religioso» o «ritual de culto mistérico». Tanto es así que incluso en latín medieval la palabra orgia es empleada dentro del cristianismo para referirse a los misterios de fe de la fe cristiana y sin ningún valor negativo (ver al respecto Du Cange).
El primer autor que hace una consideración del ritual orgiástico como claramente vinculado a la lujuria o propiciador de la lascivia por sus danzas y su música es un autor cristiano medieval del s. XIII, llamado Conrado de Mure en su obra Fabularius. A partir de consideraciones de este género son las lenguas modernas las que van a desarrollar esa acepción de orgía como una especie de encuentro sexual conjunto de puro desenfreno, valor que jamás tuvo en griego ni en el latín de cualquier época.
Si alguien celebraba en la antigüedad un banquete con exceso de vino y posibles actos sexuales posteriores, eso ni era orgía ni bacanal, no confundamos, sencillamente era una fiesta privada desenfrenada, como muchos han hecho en diferentes momentos de toda la historia hasta hoy en día.
– Gracias: Helena
Curiosidades
A continuación brindaré la impresión que me ha causado la lectura del libro de historia más antiguo existente. Se trata del libro escrito por Herodoto
Herodoto de Halicarnaso vivió entre el año -484 a -424, fue contemporáneo de Pericles y nos legó el primer relato documental, lo más imparcial posible, de la existencia humana de hace 2.500 años. Se destacó por poner por escrito todo aquello que resultara de interés a cualquier ser humano curioso, inteligente e indagador. La composición de su obra demandó investigación, y esa palabra corresponde al significado original de la palabra Historia (istorih), tal cual resulta introducido en el prefacio de su obra. (He aquí la razón de porqué otros libros más antiguos considerados por muchos como históricos en realidad no lo son). Con el tiempo se dieron en llamar «Los nueve libros de la historia» o simplemente «Historias».
Cifras de Herodoto
En distintos lugares de su obra, Herodoto presenta cifras para graficar en detalle diferentes asuntos, como tamaño de los monumentos, distancias geográficas, velocidades de marcha, etc. Resultan muy útiles para conocer el valor equivalente de las medidas antiguas, como muchos otros aspectos relacionados con distintas facetas de la obra, tales como la dedicación y esmero en los datos, seriedad en las investigaciones, peculiaridades antiguas, etc. A continuación presento las más interesantes.
Primeramente incluyo información externa sobre uso de medidas antiguas con sus equivalentes.
Medidas griegas
1.2.4 Civilización Griega: Hacia el 750 a.C. empieza a gestarse la época clásica de la cultura griega. Su máximo esplendor es en el s. V a.C. ver: http://departamentos.unican.es/digteg/ingegraf/cd/ponencias/
Tabla 5 – Unidades Griegas. (Reinach, 1880)
Dedo 1/16 de pie
Cóndilo 1/8 de pie
Palma 1/4 de pie
Pie ático u olímpico (error: pone 0,368) 0,308 m
Codo 1,5 pies
Paso 2,5 pies
Braza u Orgia 6 pies 1,85 m
Pletro 100 orgias (no es posible, debe ser 10 orgias o brazas = 18,5 m EK) Estadio olímpico 6 pletros (1/8 de Milla romana) 184,97 m
Teniendo en cuenta esto al ser 1 orgia = 6 pies puede ser que de hay venga su etimología y su uso paso a ser otro.
– Gracias: aracoi
La cita sobre Heródoto no tiene nada que ver con la palabra orgía, ni fue el primitivo valor y uso de orgía que luego derivó a ser otro. La transcripción de Heródoto, «orgia» (sin acento) es otra cosa.
Una cosa es la palabra griega ὄργια (fiestas báquicas, no orgía en el sentido moderno) derivada de ὄργή y otra cosa es la palabra griega ὄργυια («orgyia») que no tiene nada que ver ni es igual aunque se parezca un poco y que designa a una medida de longitud que llamamos braza y que más o menos se correspondía con la longitud de los dos brazos extendidos de una punta de la mano a otra.
-Gracias: Helena
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Última actualización: Lunes, Enero 30 19:17 PST 2023
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Para la actividad sexual en grupo, véase Orgía
Un orgion (ὄργιον, órgion o más usualmente, en plural ὄργια, orgia, órgia), en la religión de la Antigua Grecia, era un rito o forma de adoración extática característica de algunos cultos mistéricos.[1] El órgión, en particular, era una ceremonia de culto a Dioniso (o Zagreo), celebrada extensamente en Arcadia, donde se daban bailes enmascarados ‘desenfrenados’ a la luz de las antorchas y el sacrificio de animales mediante cortes erráticos que evocaban el propio descuartizamiento y sufrimiento del dios a manos de los Titanes.[2][3] Pausanias atribuye a Onomácrito los órgia para Dioniso explicando el papel de los Titanes en el desmembramiento y sufrimiento de Dioniso.[4]
El arte y la literatura griega, así como algunos textos patrísticos, indican que los órgia implicaban también la manipulación de serpientes.[5]
Los orgia pueden haber sido manifestaciones de culto anteriores a los propios misterios formales, como lo sugieren los ritos violentamente extáticos descritos en mitos griegos como los celebrados por Attis en honor de Cibeles que quedan reflejados en la voluntaria autocastración de sus sacerdotes, los Galli, en el período histórico. Los orgia tanto del culto dionisíaco como del culto a Cibeles pretenden derribar las barreras entre los celebrantes y la divinidad, entre lo terrenal y lo divino, por los que a través de un estado de exaltación mística se acerquen a su divinidad:[6]
Los iniciados de las orgia órfica y báquica practicaron costumbres funerarias distintivas (ver Totenpass) expresivas de sus creencias en un Más Allá. Por ejemplo, estaba prohibido que los muertos llevasen lana.[7]
Se han encontrado ofrendas en tumbas que aluden a la esperanza báquica del Más Allá, con representaciones dionisíacas y emblemas de los orgia dionisíacos del tipo de kymbala (címbalos), krótala (crótalos), hojas de hiedra, kíste o kálathos.[8]
En la Antigua Grecia, además de los cultos y celebraciones estatales, existían otros como los orgia, que eran protagonizados por pequeños grupos, colegios o asociaciones cultuales. A los miembros de estos grupos se les denominaba orgeônes, y sus actividades estaban reguladas por ley. El culto de la diosa tracia Bendis fue organizado en Atenas por sus orgeônes ya en el período Arcaico.[9]
La participación de las mujeres en los orgia, que en algunas manifestaciones eran exclusivas de mujeres, a veces llevaba a especulaciones lascivas e intentos de suprimir estos ritos. En 186 a. C., el senado romano intentó prohibir la religión dionisíaca (Senatus consultum de Bacchanalibus) por subversiva tanto moral como políticamente.[10]
Para Isidoro de Sevilla, el equivalente en latín de orgia era caerimoniae (‘ceremonias’ en español), ritos arcanos de la religión de la Antigua Roma que habían sido preservados por los diversos colegios de sacerdotes.[11]
Véase también
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Referencias
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