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¿Está mal usar abreviaturas como “salu2” en un wasap? Nop. Aunque no estamos seguros de que hoy en día aún se siga diciendo «salu2», la RAE no tiene problemas con el uso de estas expresiones en entornos coloquiales, según recoge en su primer Libro de estilo de la lengua española. Este manual incluye decenas de consejos para escribir correctamente en todos los contextos, y también en redes sociales y WhatsApp.
No es extraño que la Academia se fije en el uso de la lengua a través de estos medios. El libro menciona que «en la mayoría de los escenarios en los que se habla o se escribe actualmente, el público es muy amplio, mucho más que en otros tiempos». En 2016, WhatsApp tenía más de mil millones de usuarios en todo el mundo. Según datos de La sociedad que seremos, libro de Belén Barreiro, más del 96% de estos usuarios entra en la aplicación al menos una vez al día y la mayoría mantiene entre cinco y diez conversaciones diarias.
Según recuerda el Libro de estilo de la RAE, en estos entornos “se producen más variantes, y el control y el seguimiento de normas suele ser más laxo”. En consecuencia, la RAE no vería inconveniente en una conversación como la que sigue. Después del ejemplo, resumimos algunas de las recomendaciones de esta institución.
Como decíamos, en contextos informales, incluidas aplicaciones de mensajería como WhatsApp, Facebook Messenger y Telegram, y siempre que la conversación se entienda y su uso esté justificado, la RAE considera admisible que recurramos a:
– Abreviaciones, generalmente sin puntos y en minúsculas, como “q” por «que», “tqm” por «te quiero mucho» y “salu2” por «saludos». Son de conocimiento general y su uso no representa un problema, según la RAE.
– Recursos expresivos como alargar las vocales. Por ejemplo, en “muchas felicidadeeeees”.
– Omitir sonidos como en “comprao” o en “ven p’acá”.
– Respetar por escrito pronunciaciones desviadas como «par favar», «ni si dibi siltir i li piscini» (no se debe saltar a la piscina) y «Hulio». Chí, son ejemplos de la propia RAE, que recoge el uso irónico, humorístico y a veces íntimo de estas expresiones.
– ¡¡¡Repetir signos!!! ¡¡¡En serio!!! Aunque conviene no superar las tres repeticiones en el caso del signo de exclamación.
– No se recomienda prescindir de las comas en las interjecciones repetidas, como en «jajaja», aunque, según la RAE, «se pueda considerar que las comas invitan a interpretar la risa como sarcástica» (ja, ja, ja).
– Eso sí, la Academia recomienda seguir acentuando las palabras, incluidos los hashtags, y usar las mayúsculas de acuerdo con la ortografía tradicional.
– La puntuación también se debe respetar, incluso aunque se recurra a emojis y emoticonos en medio del texto. La omisión del punto de cierre y del signo de apertura de interrogación y exclamación “se puede considerar válida”, aunque se recomienda en general mantenerlos.
– No es una recomendación de este apartado del libro, pero la RAE recuerda que «el carácter no marcado del masculino hace innecesario el desdoblamiento en la mayor parte de los casos». Eso sí, también añade que usar los dos géneros es normal «como muestra de cortesía» en encabezamientos o en caso de duda. No considera válido el uso de arrobas o de otras letras, como en «chiques» o «chicxs».
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El Total Quality Management (TQM) es un método de gestión de calidad cuyo objetivo principal es que los colaboradores en una compañía aseguren y tomen conciencia de la calidad en cada uno de los sectores de la organización. Se utiliza en distintos rubros, como en las empresas del Gobierno, en las industrias de retail privadas, hasta en la educación.
«Desde el punto de vista de los gerentes de negocios, el TQM se resume como una filosofía de gestión, con la finalidad de lograr el éxito a largo plazo de una compañía a partir de la exitosa satisfacción del cliente». Así lo indica Fernando Casafranca, docente del PADE Internacional en Gerencia de Tecnologías de la Información en ESAN.
Para cumplir con esta meta, todos los miembros de la organización deben trabajar en conjunto. La totalidad de los empleados y el trabajo integrado impulsará los procesos, productos y servicios, además de la cultura en la que laboran. Este método señala que cada colaborador es dueño y responsable de la calidad lograda.
El especialista sostiene que para mejorar la satisfacción del cliente se necesita enfatizar la comunicación acerca de lo que se le entregará a cambio de sus pagos. «De esta manera se evitan malos entendidos y se alinean sus expectativas con el producto ofrecido», señala. Para ello se siguen tres principios:
- Cada trabajo realizado en la empresa debe ser considerado como una pieza clave para la implementación del TQM.
- Se involucran a todos los colaboradores en los procesos de ejecución.
- Requiere el compromiso total de cada uno, sin distinción de rango.
Daniel Chicoma, también docente de ESAN, resalta cinco principios de esta filosofía de gestión de calidad. Estos son la optimización continua, las acciones enfocadas al cliente, una visión estratégica, la mejora continua de cada proceso y la unión de los equipos de trabajo. El académico también resalta que se necesitan cuatro pasos elementales para el cumplimiento de dichos principios:
1. Plan. «En la fase de planeamiento se requiere analizar el problema en todas sus
dimensiones; es decir se investiga y recoge data que sirva para este fin», señala Chicoma.
2. Do. «En esta etapa se plantean todas las posibles soluciones sustentadas».
3. Check. Se compara la información (antes y después) para evaluar si los cambios o soluciones planteadas realmente cumplen con mejorar los procesos.
4. Act. «En la fase final, se registran todos los resultados de las mejoras a fin de enfrentar ahora nuevos problemas».
El Total Quality Management fomenta la participación entre los trabajadores de planta, gerentes y altos directivos. Para garantizar su éxito, todas las funciones y todos los empleados deben participar en el proceso de mejora. De este modo, la organización instaurará tanto un sistema de calidad como una cultura de calidad, garantizando principios como la eficiencia y flexibilidad para crecer y desarrollarse de manera óptima.
Si quieres saber más sobre este tema, participa del PADE Internacional en Gerencia de Tecnologías de la Información en ESAN.
También puedes leer:
Fuentes:
Entrevista a Fernando Casafranca y Daniel Chicoma, docentes del PADE Internacional en Gerencia de Tecnologías de la Información en ESAN.
Revista digital INESEM. «La Gestión de la Calidad Total (TQM)».
Lean Manufacturing 10. «TQM (Total Quality Management): Gestión de la calidad total».