Shippear que es

¿Sabes qué es shippear? Es una de las expresiones más utilizadas en redes sociales pero no se limita a ellas. Puedes escuchar a la gente diciéndolo por la calle (sobre todo si son jóvenes), seguro que lo has oído también en series y películas.

Hace ya unos cuantos años que se utiliza, pero como suele ocurrir con estas cosas, no todo el mundo sabe qué es shippear por mucho que se topen con la palabra todos los días. Por suerte su explicación es más sencilla que la de Bomboclaat, por ejemplo.

Qué es shippear

Para entender qué es shippear solo tenemos que ver el contexto en el que suele aparecer en redes sociales. ¿A que siempre aparece junto con nombres de personajes de tv, películas o libros? O incluso con nombres de famosos.

Shippear es, básicamente, el deseo o preferencia porque dos personas, en general personajes de ficción, tengan una relación. Por ejemplo, si eras fan de Juego de Tronos y querías que Daenerys y Jon acabaran juntos, entonces los shippeabas.

Qué es shippear – el origen

Ahora que ya sabes qué es shippear, seguro que tu siguiente pregunta es: ¿y de dónde viene esto? La expresión deriva de la palabra inglesa “relationship” (relación en español), de donde salió “to ship” que es shippear en la versión naturalizada en nuestro idioma.

Aunque se trata de un término que ha tenido su auge en los últimos años, sobre todo a raíz de éxitos juveniles como Crepúsculo y Los Juegos del Hambre, el origen de shippear viene de lejos.

Y es que las primeras personas que se preguntaron qué es shippear lo hicieron nada más y nada menos que en 1996. De acuerdo con los datos de los foros de fans de Expediente X, en mayo del 96 los seguidores de Scully y Mulder ya utilizaban este término con normalidad para expresar el deseo de que los personajes estuvieran juntos.

Qué es shippear – la combinación de nombres

No creas que sabiendo qué es shippear ya está todo hecho. Sí, la próxima vez que veas la palabra en Twitter lo entenderás, pero seguro que también has leído nombres raros, como combinaciones de apellidos o nombres y no sabes de dónde vienen.

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Para referirse a esas parejas que los fans shippean, en lugar de decir el nombre de cada uno, crean un nuevo nombre a partir de los de los personajes o personas famosas. ¿Recuerdas Brangelina? Así se refería todo el mundo a Brad Pitt y Angelina Jolie cuando estaban juntos.

Sculder era el de Scully y Mulder, En Euphoria tenemos a Rules (Rue y Jules), o el famoso Reylo de Rey y Kylo en Star Wars por nombrar a algunos. Así que ahora que ya sabes qué es shippear y qué son los ship names, todo tendrá más sentido en tus redes.

Aitana y Cepeda, concursantes de 'OT'. Foto: RTVE.es

Aitana y Cepeda, concursantes de ‘OT’. Foto: RTVE.es

Por mucho que Fernando de Rojas creara la figura de la Celestina a finales del siglo XV, la esencia de aquella alcahueta vive inherente dentro de todos nosotros aún en nuestros días. Inevitablemente, cualquiera que esté enganchado a un ‘reality’ o una serie siempre encuentra posibles parejas amorosas. Que se materialicen o no es una cuestión secundaria, ya que aquí prima la imaginación del espectador por encima de cualquier atisbo de realidad. Aunque lo mejor del asunto es cómo un deporte nacional de este calibre, el emparejar a personas por motivaciones estrictamente subjetivas, cuenta con su propia terminología en Twitter y demás redes sociales: el ‘shipping’ (o shippear en su versión españolizada).

El verdadero origen del término, actualmente muy instaurado en el lenguaje internauta y entre los adolescentes, es muy complicado de trazar. Se sabe que los fans de Expediente X ya shippeaban en los primigenios foros de la serie acerca de una posible relación entre los agentes Fox Mulder y Dana Scully. Pero si echamos la vista aún más atrás, hasta los mismísimos años 70, sin necesidad de Internet los trekkies de Star Trek ya construían cábalas acerca de un hipotético romance entre Spock y Kirk, sentando las bases de lo que acabaría llamándose ‘slash’ (o lo que es lo mismo: shippear una imaginaria relación homosexual). Aunque Leonard Nimoy y William Shatner nunca se comieron la boca, a nadie le amarga un jugoso shippeo.

«Emparejar a personas por motivaciones estrictamente subjetivas, cuenta con su propia terminología en Twitter y demás redes sociales: el ‘shipping’ (o shippear en su versión españolizada)»

Actualmente el trending topic del shipping lo encontramos en la mismísima Academia de Operación Triunfo. Los espectadores del programa desde hace días apuestan por un futuro romance entre los triunfitos Cepeda y Aitana, a pesar de tener ambos sus respectivas parejas fuera; idea que se vio reforzada cuando ambos concursantes en la primera gala cantaron a dúo No puedo vivir sin ti, de Los Ronaldos impostando una interpretación de lo más intensita que guarda paralelismos con aquel Escondidos que Chenoa y David Bisbal se marcaron en 2001 antes de que la dichosa cobra hiciera acto de presencia.

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Está por ver en qué queda esto, pero por lo pronto Cepeda está nominado esta semana y ya ha confesado sobre su chica a la directora de la Academia, Noemí Galera, que “no sé si sigue siendo mi novia o no, o que haya podido malinterpretar cualquier cosa”. El salseo está garantizado, y más cuando todo apunta a que más pronto que tarde se puede materializar algo entre los dos aspirantes a cantante. Que ocurra dentro del ‘talent show’ o fuera es una cuestión que debemos dejar a los especialistas del tarot.

«Las posibilidades del ‘shipping’ son infinitas y tanto pueden tocar de lleno a dos sudorosos luchadores de la WWE como a personajes literarios de la talla de Harry Potter y Hermione que nunca consumaron absolutamente nada»

Más allá del shipping televisivo o en la vida real (¿cuántas veces hemos querido que dos amigos que no se conocen entre sí acaben liándose porque les hemos visto potencial erótico-amoroso?), lo que está claro es que los cómics en particular, y la animación en general, siempre se ha prestado a ello: desde aquellos que anhelaban que fueran algo más que amigos Goku y Bulma de Dragon Ball, hasta aquellos que daban por hecho que Batman y Robin podrían acabar dándose el lote en una noche de frenesí etílica. Las posibilidades del shipping son infinitas y tanto pueden tocar de lleno a dos sudorosos luchadores de la WWE como a personajes literarios de la talla de Harry Potter y Hermione que nunca consumaron absolutamente nada. Por pedir que no quede. En la era del ‘shipping’ todo y todos son susceptibles de acabar en la cama para ojos del ingenioso internauta.

De Instagram, «instagrameable», del bungee-jumping, hacer «puenting» y de ‘shipping’, «shippear». Al margen de las licencias artísticas españolas en la adopción de términos ingleses (en expresiones la vida cotidiana, para hablar de informática, de gastronomía, para definir relaciones…), la traducción casera de las dos primeras palabras es más intuitiva. La de la tercera tal vez no la conozcas, pero es bastante probable que lo hayas hecho alguna vez. «Shippear» es una adaptación coloquial en el contexto digital que proviene del verbo inglés ‘shipping’. Quien busque en el diccionario ‘ship’ encontrará como traducción ‘enviar’ pero no tiene nada que ver.

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‘Shipping’, o más bien ‘ship’, proviene de la palabra ‘relationship’, que significa ‘relación’. De ahí que añadiendo el ‘-ing’ se cree un nuevo verbo que podría traducirse como «relacionar». ¿Dónde? En una serie, un programa, un cómic o, incluso, en la vida real. ¿Y a qué viene todo esto? A que las redes sociales han hecho viral una realidad tan antigua como las primeras celestinas (o más). ‘Shippear’ es, aparte de una traducción bastante liberal del término anglosajón, la idealización de una relación sentimental entre dos personas o personajes, llevada a cabo por sus fans. En otras palabras, ‘shippear’ es querer que Amaia y Alfred de Operación Triunfo ‘se enrollen’. Que Eichiro Oda rocíe de romanticismo ‘One Piece’ y Luffy y Nami sientan la pasión. Que Hermione se lo piense dos veces y decida irse con Harry. Que Wonder Woman encuentre un amor a su altura. Que Jon y Daenerys vivan felices y coman perdices. Querer que tu amigo de toda la vida y tu compañera de trabajo se enamoren. Es seguir en Instagram a la famosa pareja que se hace fotos recorriendo el mundo de la mano y vivir su historia de amor a través de la pantalla. Es creer firmemente que Bisbal y Chenoa tras su ‘Escondidos’ estuvieron a punto de darse un beso en la gala dieciséis años después de su historia de amor y que todavía hay esperanzas de que vuelvan. Es, sencillamente, fantasear con que dos personajes (reales o ficticios) vivan un romance. Es incluso crear un club de fans para apoyarlo.

Porque, como sucede en los Juegos del Hambre, ¿qué hay mejor para los más románticos que saber que su protagonista favorito se salva? Pues que lo haga con su amado o amada. Tal vez, porque un final alternativo agridulce no es concebible para muchos. Quizás, porque las historias de la infancia siempre han tendido a buscar una media naranja. O, simplemente, porque hay a quien el final romántico le da más morbo, aunque nunca llegue a suceder. Por eso muchos usuarios de internet y redes sociales han puesto de moda ‘shippear’. Porque tienen ganas de llenar de amor el mundo. Real o no.

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