Tipos de telescopios

Para iniciarse en astronomía no se necesita un súper telescopio. Pero conocer cuáles son los diferentes tipos de telescopios que existen y elegir el adecuado, te permitirá observar el cielo nocturno con más claridad y disfrutar mucho más de él.

Por eso, si estás pensando en comprar tu primer telescopio, no puedes perderte toda la información que te traemos sobre los diferentes tipos y modelos de telescopios que encontrarás en el mercado.

Diferentes diseños de telescopios

Aunque existan cientos de marcas y modelos, podemos reunirlos todos en tres tipos: Telescopio refractor, telescopio reflector y catadióptrico.

Telescopio refractor

El telescopio refractor o kepleariano es un equipo constituido por lentes que se basa en la refracción de la luz.

Consiste en un tubo con una lente en la abertura que hace de objetivo y un ocular en la salida, con varias lentes. Aquí es donde se coloca el ojo y donde se produce la ampliación de la imagen.

Estos telescopios son más robustos que los reflectores, pero también están diseñados para brindar una imagen nítida y de gran contraste.

Ventajas y desventajas de los telescopios refractores

Un telescopio de este tipo será perfecto para observar la luna, los planetas y las estrellas dobles.

La desventaja respecto a los otros tipos es que suelen ser más caros, a pesar de que puedan tener la misma apertura.

Por otro lado, si el telescopio es barato, lo normal es que tengan aberración cromática, es decir un halo de color débil alrededor de las estrellas.

Telescopio reflector

El telescopio reflector, también conocido como telescopio newtoniano, está basado en la reflexión de la luz en los espejos.

En este equipo, se cambian las lentes por espejos. En él encontramos un primer espejo primario grande y curvado, un espejo objetivo, que se coloca en el fondo del tubo. A través de este espejo la luz se acumula y se refleja, y la imagen se desvía a otro espejo secundario que desvía la luz hacia un costado del tubo donde se coloca el el ocular.

Ventajas y desventajas de estos tipos de telescopios

Los telescopios reflectores resultan más sencillos de manejar que los refractores. Y como hemos comentado antes, con la misma apertura, estos resultan más económicos.

Se trata de muy buen telescopio para observar galaxias, nebulosas y cúmulos estelares. Ya que tienen la gran ventaja de recoger más luz que el anterior modelo.

Como desventaja, podemos señalar que es un modelo más sensible a los golpes y que necesita mayor mantenimiento. Ya que el espejo va perdiendo reflectividad.

Algunos modelos también pueden deformar la visión de las estrellas en los bordes o hacer que se vean más redondeadas.

Telescopio catadióptrico

En este último tipo de telescopio se combinan los espejos y las lentes, cogiendo de ambos sus mejores cualidades. De ahí que sea de los tipos de telescopios más empleados en el ámbito profesional.

En algunos modelos la luz entra a través de una fina placa de cristal, conocida como lente correctora, que se sitúa en la parte frontal del equipo y que compensa las aberraciones que puede generar el espejo.

En estos modelos, el espejo primario refleja la luz hacia el secundario, y este la redirige hacia la parte posterior del tubo, a través de un orificio en el espejo primario donde se encuentra el ocular.

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Mientras que en los modelos Maksútov-Cassegrain, el sistema es similar, pero sustituye la lente correctora por una lente gruesa en forma de menisco.

Ventajas y desventajas

La calidad de los telescopios catadióptricos es extraordinaria. Las aberraciones son mínimas, así que son perfectos para hacer todo tipo de observaciones, o emplearlo para hacer fotos del cielo nocturno.

Como desventaja, claramente su precio más elevado.

Conclusión

Esperamos que esta información te sirva de utilidad para comprar el telescopio que mejor se adapte a tus necesidades.

En nuestro observatorio en Granada ponemos a tu disposición los mayores telescopios de Andalucía

dedicados a la observación por amantes de la astronomía.

El complejo dispone de dos grandes telescopios reflectores con base Dobson con los que poder observar planetas, lunas, estrellas, galaxias, nebulosas, cúmulos y mucho más. Además, también podrás disfrutar de zonas adicionales donde poder colocar otros telescopios portátiles, para observar el cielo nocturno o hacer una observación solar.

[Tipos de telescopios: artículo actualizado a 11/12/2019]

El telescopio -para observación astronómica- es un instrumento óptico que existe desde el siglo XVII. Galileo fue el primero -aunque existen dudas razonables al respecto- en observar el firmamento con un telescopio y registrar sus observaciones por escrito. Poseía un sencillo refractor de 30mm y una calidad óptica muy pobre con el que pudo observar los cuatro satélites visibles de Júpiter -hoy conocidos como satélites galileanos en su honor-. También observó los cráteres de la Luna y las manchas solares (sin emplear la protección adecuada, por lo que poco a poco fue perdiendo visión hasta que, al final de su vida, se quedó ciego). Un instrumento tan sencillo como el suyo le dio muchísimas satisfacciones y pudo hacer grandes descubrimientos con él.

Si eres de los muchos que tienen un telescopio abandonado en el trastero, no te desanimes y piensa que Galileo realizó grandes observaciones con un telescopio mucho peor que cualquiera que pueda existir en la actualidad. En cambio, si eres de los que están pensando en comprar un telescopio, vamos a intentar explicar las características de cada tipo de telescopio y darte algunos consejos sobre su uso.

partes de un telescopio En este esquema podemos ver las partes fundamentales de un telescopio. Se trata de un telescopio reflector sobre montura ecuatorial.

Características básicas de un telescopio

Antes de explicar los tipos de telescopios más comunes, debemos conocer las principales características que definen un telescopio y en las que hemos de fijarnos a la hora de buscar uno.

Diámetro o apertura del telescopio

Es el tamaño del objetivo, ya sean lentes o espejos. Este es un dato fundamental ya que determina la cantidad de luz que capta el telescopio. Esto, a su vez, determinará el poder de resolución y el número máximo de aumentos que podremos obtener.

Un telescopio con más apertura captará más luz y podremos observar detalles más sutiles u objetos más débiles. Normalmente viene dado en milímetros y se expresa como D= — mm, aunque es posible que en muchas ocasiones lo encontremos expresado en pulgadas con el símbolo ”. Por ello necesitaremos saber la conversión entre pulgadas y milímetros, que es aproximadamente de 1”=2,56cm=25,6mm, pero según vaya pasando el tiempo asociaremos los datos automáticamente y sabremos de forma instantánea que un 6” es un 150mm.

Distancia focal del telescopio

Es la distancia que recorre la luz desde el objetivo hasta el ocular. Este parámetro está relacionado con el tamaño del telescopio ya que en el caso de los refractores esta distancia coincide prácticamente con la longitud del tubo, pero no ocurre lo mismo en otro tipo de telescopios. La distancia focal (o longitud focal) determina el número de aumentos que podemos obtener con cada ocular, pero ya veremos las fórmulas básicas en próximas entradas. Se expresa como F= — mm

Relación focal

Se denomina relación focal al cociente entre la distancia focal y el diámetro (D/F). Se expresa como f= D/F (adimensional, sin unidades). Muchas veces encontraremos con que sólo conocemos el diámetro y la relación focal del telescopio (ej. un newton de 150mm a f5) y tendremos que hallar su longitud focal (en nuestro ejemplo, F=D*f=150*5= 750mm).

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Tipos de telescopios según su diseño

Una vez que conocemos los parámetros básicos, vamos a estudiar los tipos de telescopios más comunes que podemos encontrar en el mercado.

relación focal telescopioEsquema óptico de los tres tipos de telescopios que vamos a tratar: Refractor, Reflector y Catadióptrico (traducido al inglés como Compound)

Telescopio refractor o de lentes

Es el modelo de telescopio más antiguo y por ello el más conocido. En ocasiones también se denomina telescopio galileano. Está compuesto por un conjunto de lentes que captan la luz y la concentran en el foco, donde colocaremos el ocular. Existen distintas configuraciones ópticas para este conjunto de lentes -dobletes, tripletes, diseño petzval, etc- y cada una ofrecerá una calidad y una corrección de las aberraciones ópticas diferente.

El principal defecto de los refractores es su cromatismo, que se traduce en que aparecen un halo rojizo y otro azulado a ambos lados de los objetos más brillantes. Esta aberración óptica es producida por la refracción de la luz en las lentes del telescopio, aunque pueda estar corregida en mayor o menor medida. Según este parámetro los refractores se clasifican en acromáticos, cuando el cromatismo es todavía muy notorio, y apocromáticos, cuando esta aberración es prácticamente inapreciable.

A pesar del cromatismo, las lentes tienen una gran calidad óptica y ofrecen imágenes muy nítidas y con estrellas muy puntuales. Por eso se suele decir que son telescopios que destacan más en observación de planetas y estrellas dobles, es decir, objetos brillantes en los que queremos apreciar detalles sutiles pero en los que no necesitamos una gran apertura para recoger luz porque son muy brillantes.

Telescopio reflector o de espejos

El telescopio reflector está compuesto por un espejo cóncavo situado en el extremo inferior del tubo, que concentra la luz y la dirige hacia un espejo secundario plano de menor tamaño situado en la boca del tubo, que rebota la luz a 45º y la dirige hacia el ocular. Hay que tener en cuenta que una parte del diámetro del objetivo queda tapado por el espejo secundario, por lo que su área útil suele ser entre un 10 y un 20% inferior.

Existen varios tipos pero el diseño más utilizado es el sistema Newton, que recibe su nombre en honor a su diseñador. Son más voluminosos que los refractores y su manejo es menos intuitivo, puesto que el ocular está situado cerca de la boca del telescopio. Estos telescopios sufren de coma o aberración comática, que hace que las estrellas no aparezcan del todo puntuales.

Su calidad óptica es, por norma general, inferior a los buenos refractores, pero su apertura suele ser mucho mayor. Por eso se dice que estos telescopios destacan sobre todo en la observación de cielo profundo (nebulosas, galaxias, etc.), ya que son objetos lejanos y muy débiles en los que necesitamos de aperturas muy grandes para verlos mejor.

Catadióptricos o Cassegrain

Están formados por lentes y espejos, intentando solventar los defectos que presentan los diseños anteriores. El objetivo es un espejo cóncavo pero en la apertura hay una lente correctora que sostiene un espejo secundario, que dirige la luz hacia un hueco en el centro del espejo principal en el final del tubo.

Este diseño hace que la distancia focal de este tipo de telescopios sea muy grande, mientras que el tubo tiene un tamaño muy ajustado. Son tubos cortos y pesados pero fáciles de transportar por su escasa longitud. Su calidad óptica es buena pero no llegan a superar a la de un buen refractor y se quedan a medio camino entre ambos diseños, convirtiéndose en un telescopio todoterreno excelente pero sin un campo concreto en el que destacar. Existen distintos diseños y configuraciones ópticas: Smicht-Cassegrain, Maksutov-Cassegrain, Ritchey-Chrétien, etc.

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¿Cuál es el mejor telescopios de iniciación? Recomendaciones y consejos

En otra ocasión hablamos de cuál es el mejor telescopio para iniciarse en la astronomía. Es largo pero vale la pena su lectura. Si no tienes tiempo, a continuación destacamos los aspectos más importantes.

Para iniciarse en astronomía se recomienda una apertura mínima de 90mm para refractores y 150mm para reflectores. En cambio, para catadriópticos no es aconsejable bajar de los 180mm o incluso 200mm, esto hace que no sean tan utilizados como telescopios de iniciación. Estos datos son aperturas mínimas orientativas y siempre que el bolsillo no se resienta lo permita es aconsejable superar estas cifras. Así mismo, no es aconsejable gastar menos de 400€ en un telescopio o será más que probable que acabe en desuso por no satisfacer sus expectativas, aunque siempre hay excepciones. Si no dispone de ese presupuesto, quizá lo mejor sea empezar con unos prismáticos y un planisferio.

Es importante saber que con el mismo presupuesto podremos conseguir un reflector de mayor diámetro que un refractor, ya que los espejos son mucho más sencillos de pulir y sus costes de fabricación son menores que los de las lentes. Por contra, las lentes ofrecen, en general, una calidad mayor. Esto hace que exista un tipo de observación o un tipo de objetos más adecuados para cada tipo de telescopio. De esta forma, los refractores suelen estar destinados a observación planetaria y de estrellas dobles, por tener una mayor calidad óptica, mientras que los reflectores suelen estar destinados a la observación de cielo profundo (nebulosas, galaxias, cúmulos, etc) por tener una apertura mayor. Sin embargo, esto no es determinante -y mucho menos para iniciase en astronomía- ya que todos los telescopios de iniciación son un poco “todoterrenos” y nos servirán para tocar un poco todos los campos de observación. Por su parte, los catadióptricos son telescopios que se encuentran a medio camino entre las ventajas de los refractores y las de los reflectores.

Por último, queda mencionar que cada tipo y cada diseño de telescopio tiene unas aberraciones ópticas determinadas. Estas pueden estar mejor o peor corregidas pero son comunes a cada tipo de telescopio. Así pues, un reflector sufrirá de coma y aberración esférica mientras que un refractor sufrirá de un mayor o menor cromatismo.

Cuidados y mantenimiento del telescopio

Los telescopios no requieren excesivo mantenimiento, más allá de tratarlos con cuidado y guardarlos en sitios protegidos de temperaturas extremas y humedad. Lo único que sí es muy importante es que los telescopios necesitan estar bien colimados para su correcto funcionamiento.

Colimar un telescopio consiste en colocar todos sus elementos ópticos de forma que el haz de luz quede perfectamente alineado y paralelo al eje óptico. Es un tarea sencilla y mecánica pero que las primeras veces se antoja algo complicada. Los reflectores y catadióptricos necesitan colimarse muy a menudo, mientras que los refractores no. Esta es una característica importante pero que no debe asustarnos ni decantar nuestra opinión a la hora de comprar un telescopio. En cuanto se le coge el truco, la tarea de colimar es muy simple y no lleva más de un minuto.

Esto no termina aquí, a la hora de comprar un telescopio hay que tener en cuenta otros muchos factores como la montura, el peso, el tamaño, el lugar de observación y, por supuesto, el precio. En el siguiente artículo te contamos los tipos de monturas para telescopio que existen.

Actividades para aficionados a la astronomía

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