Un kilo de ayuda

27 años promoviendo la soberanía alimentaria de las y los infantes de nuestro país

En México, muchas son las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) que trabajan para reducir la desnutrición entre la población. Tan sólo en 2014, el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), seleccionó 223 proyectos encaminados a la generación de mejora alimenticia entre las personas que viven en condiciones de pobreza y vulnerabilidad. Sin embargo, existen muchas otras asociaciones que laboran para abatir este problema de las niñas, niños y sus familias.

Un Kilo de Ayuda, organización fundada en 1986 y reestructurada en 2003, trabaja para mejorar las condiciones nutricionales de niños entre 0 y 5 años de edad en las comunidades que presentan un alto nivel de carencia. Actualmente, la asociación trabaja con 50 mil familias ubicadas en los estados de Yucatán, Chiapas, Estado de México, Oaxaca y Sinaloa.

José Luis Espinoza, director comercial de Un Kilo de Ayuda, comentó que el trabajo que realiza la asociación busca mejorar las condiciones nutricionales de la primera infancia para que su vida “sea tan libre como la de todos los demás”.

La desnutrición en las primeras etapas del desarrollo deriva en problemas de aprendizaje y neurodesarrollo. Por ello, la asociación se enfoca en atender a las familias con niñas y niños menores a cinco años para que “cada niña y niño tenga igualdad de oportunidades”.

Los antecedentes de Un Kilo de Ayuda datan del terremoto de 1985 en la Ciudad de México, cuando un grupo de jóvenes y sus madres comenzaron a preparar alimento caliente dos veces al día para las y los damnificados por el sismo. El ejemplo de solidaridad que dio la juventud en ese momento de crisis, señaló Espinoza, generó interés internacional y, en 1986, el gobierno de Estados Unidos donó 500 contenedores con víveres para que el grupo continuara con su labor.

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En 1998, tras una evaluación que mostró que la ayuda en especie a la población vulnerable no tenía impacto suficiente, Un Kilo de Ayuda se volvió un programa integral. Actualmente, trabaja con seis ejes principales para garantizar que la atención tenga impacto en las familias y en las comunidades a las que atienden.

El programa se divide en seis etapas que comprenden: la vigilancia nutricional y la medición bimestral de cada niña y niño, detección y tratamiento de anemia, talleres donde se imparten temas de salud y nutrición a las madres, entrega de un paquete nutricional, evaluación de neurodesarrollo a niños menores de 2 años y la implementación de técnicas para potabilizar el agua.

Con estas medidas y en estrecha colaboración con gobierno y sociedad, Un Kilo de Ayuda apoya a 50 mil familias en condiciones de vulnerabilidad para mejorar su nutrición y disminuir los niveles de anemia que presentan las y los niños.

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